𝐘𝐀𝐈𝐋| "You can hear it in the silence, you can feel it on the way home... 𝒀𝒐𝒖 𝒂𝒓𝒆 𝒊𝒏 𝒍𝒐𝒗𝒆. 𝑻𝒓𝒖𝒆 𝒍𝒐𝒗𝒆".
|| Charles Leclerc se enamora de su mejor amiga, sabiendo que es un gran paso en su camino que siempre estuvo trazado del...
—chapter twenty-four: i know i had the best day with you, today—
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19 DE JULIO DEL 2021
SINTIÓ LOS RAYOS DEL SOL EN SU ROSTRO, RÁPIDAMENTE SE DIO MEDIA vuelta gruñendo tapándose con la cobija, sentía un dolor de cabeza horroroso y le dolía el cuerpo, pero el sube y baja de su almohada la hacía sentirse cómoda y calientita.
Ante eso su mente mandó una alerta, un momento, las almohadas no subían ni bajaban.
Abrió sus ojos sorprendiéndose ante el semental que descansaba a su lado, Charles estaba despeinado y haciendo un mohín al dormir. Rápidamente llevó su mirada debajo de las sábanas, no era que no confiara en su amigo, pero últimamente en las borracheras pasaba de todo menos lo esperado.
― No hicimos nada, Bells ― el tono ronco que utilizó al estar recién despierto erizó cada vello del cuerpo de la chica que retuvo el estremecimiento que quiso invadirla por completo.
― Yo jamás pensé que habíamos tenido sexo, Leclerc ― se repasó, seguía teniendo el vestido rojo y de paso repasó a su acompañante, que vestía todo igual que ayer.
― Si tú lo dices ― murmuró acomodándose de lado y tomando la mano de la castaña para jalarla hacia él de una, acción que tomó desprevenida a la italiana, pero que conllevó a una sonrisa de su parte.
No era la primera vez que dormían juntos, pero ambos estaban de acuerdo en que era la primera vez que dormían juntos luego de tantas confesiones y sentimientos encontrados.
― Vamos a quedarnos dormidos otro rato ― murmuró posando su nariz por el cuero cabelludo de la chica, inhaló el olor a vainilla que relajó todos sus músculos llevándolo nuevamente a la fase de sueño.
Mientras Isabella tragó grueso cerrando los ojos, intentando recordar lo que había pasado ayer y quedándose dormida en el proceso.
―•―
SE ESTIRÓ DESEANDO VOLVER AL MUNDO DE LOS SUEÑOS de inmediato ante el ruido estruendoso de su celular, se enderezó notando que no había nadie en la cama y se encogió de hombros.
O seguía estando ebria para imaginarse a Leclerc o se había ido a pedir el desayuno o algo así, porque ponía su mano al fuego para decir que él no haría la comida, ambos eran un desastre en eso.
Tomó su teléfono rodando los ojos ante el nombre de Florence en la pantalla, contestó de inmediato.
― ¡Estás viva! Espera ¿si eres Isabella? ― preguntó la actriz del otro lado de la línea.
― Claro que soy yo, pero si lo olvidas ayer fuimos de fiesta ― murmuró sobándose la cabeza, el dolor punzante de esta solo la estaba poniendo de mal humor. ― Y no recuerdo nada.
