Leave the kiss for later [SKK]

XXI: Got the music in you

Si hubiera sabido lo que iba a ocurrir esa tarde, tal vez habría pensado dos veces antes de acercarse a felicitar a la banda que ganó el concurso de covers. Pero lo hizo. Se alejó de Yosano, prometiendo que la buscaría a ella y a Dazai después de hablar con la banda que acababa de bajar del escenario.

No sabía qué estaba pensando. Tal vez solo estaba maravillado por la interpretación y por escuchar canciones que hace años no repetía día y noche. Tal vez quería saber quién tuvo su misma idea; quién más compartía aquel gusto por la misma música e historias.

Antes de que se diera cuenta, Atsushi volvió a mezclarse entre el público y pasó entre ellos hasta la parte posterior del escenario. La credencial que le colgaba del cuello, que no era nada más que un burdo papel plastificado, le permitió entrar sin decir nada ni explicar su relación con las bandas. Al mirar a su alrededor, buscando personas que solo conocía desde la distancia, notó la falta de Black Ocean. Había visto a Chuuya marcharse casi inmediatamente después de bajar del escenario, pero el resto seguía tras bambalinas cuando se separó de ellos. Supuso que decidieron moverse hacia la primera fila del público, a los lugares reservados para esperar el anuncio del ganador junto a todos los otros participantes.

Había tantas personas moviéndose de un lugar a otro en aquella parte prohibida al público, cargando cables e instrumentos, preparando el escenario para anunciar al ganador y permitirle volver a tocar la canción con la cuál participó. En un rincón, separados por un biombo oscuro, Atsushi notó al trío de jurados reunirse y deliberar como si fuese una sala secreta e insonorizada.

―¿Realmente creen que un biombo les da privacidad? -comentó una voz femenina a su lado. Al girar la cabeza, Atsushi notó a una chica pelirroja. La vocalista de la banda que estaba buscando, quien tan maravillosamente interpretó Wish. La chica ni siquiera le prestó atención a pesar de estar a solo un paso de distancia, tenía la mirada fija en los jurados y el delgado papel del biombo-. Podría solo acercarme y saber si mi banda ganó o no.

-Estaba pensando lo mismo -agregó Atsushi, con voz insegura, pero sintiendo que debería decir algo-. Puedo escuchar casi todo lo que están diciendo desde aquí.

―¿Puedes? ―inquirió la chica con interés. La expresión en su voz llamó la atención del albino y se encontró con unos ojos verdes que desde la distancia no había notado; fijos en él, incrédulos, pero a la vez curiosos―. ¿Qué tan buen oído tienes? Hay mucho ruido aquí y allá afuera, no escucho lo que están hablando.

―Están hablando sobre la ropa. Ni siquiera están evaluando la música todavía.

Su respuesta impresionó y generó desconcierto en la persona a su lado. Parecía en conflicto consigo misma, sin saber si creerle o no, pero sabía que, incluso los pequeños detalles en una presentación, tal como el vestuario, también eran evaluados; y no supo si confiar o no en el albino a su lado.

―¿Qué demonios? ¿Es serio están diciendo eso? ―preguntó una vez más, pero Atsushi le dio una sonrisa de disculpa y negó.

―Por supuesto que no. No soy mitad animal para tener tan buena audición.

Su pequeña broma, aunque pareció molestarla, fue tomada con ligereza, pero, de todas formas, la chica fingió mostrarse ofendida; cruzó los brazos y desvió la mirada, escuchando al otro disculparse una vez más, dejando escapar una suave y arrepentida risa. Sin embargo, prontamente regresó su atención a él, y cuando observó su rostro con detenimiento, lo reconoció.

―Oh, eres el chico que estaba con la banda que interpretó Rose ―señaló, y con una expresión desconfiada, dio un paso hacia atrás―. Y yo hablándote como si no fueras un enemigo.