XII: The only exception

1.9K 207 537
                                    

Ni él ni Ango tenían mucho tiempo durante la semana, así que en cuanto el mayor le comentó que había regresado a Kyoto el sábado por la noche y le preguntó si es que podían verse, acordaron reunirse al día siguiente en la cafetería de siempre.

Por suerte, su encuentro con Fitzgerald lo distrajo lo suficiente como para alejarlo de la bebida y salvarlo del sufrimiento posterior. De todas formas, aunque no sentía malestar, la ansiedad le carcomía las entrañas.

Fitzgerald lo convenció para entregarle el número de Ryuu, ya que quería hablar con el chico personalmente, ¿y quién era Chuuya para negarse a darle su teléfono? Era una buena oportunidad, no solo para Black Ocean, sino también para su guitarrista.

Muchas veces se cuestionó por qué Ryuu estaba estudiando literatura, cuando claramente debería estar dedicándose a solo componer música, o ya ser parte de una banda consolidada que poseyera un contrato con un sello discográfico...

Pero se engañaba a sí mismo, sabía la respuesta.

Cada una de las decisiones que Akutagawa tomó a lo largo de su vida, las hizo pensando en cómo acomodar a Gin en cada paso. Como mantenerla a su lado, como cuidar de ella, como hacerla feliz. Si a Gin no le gustaba algo, entonces a él tampoco. Si ella pensaba que era una mala idea, entonces él estaba de acuerdo. Si Gin pensaba que Ryuunosuke debería hacer algo, entonces él lo haría, sin discutir, sin excepciones.

Pero salir con Atsushi fue su excepción, lo único que decidió sin pensar en nadie más que él mismo.

De todas formas estaba orgulloso de él, pensó Chuuya, entrando a la cafetería a las diez de la mañana. Ya era hora de que alguien importante viera el potencial en el chico, y no le importaba si la propuesta de Fitzgerald era solo para Ryuu y no para la banda. Gin, Tachihara y Kajii ya tenían sus propias metas ya fuese con o sin la música. El único que se sentía aún a la deriva, era él.

¿Era la música lo que quería? ¿Quedarse en Kyoto? ¿Volver a Francia con Paul y Arthur? ¿Empezar de cero con todo y todos? Aún no lo sabía. Aún lo estaba descubriendo.

―Perdona la demora ― le dijo alguien, y al levantar la mirada, Ango le dio una sonrisa de disculpa, como si hubiera hecho a Chuuya esperar demasiado tiempo―. ¿Entremos?

Ni Atsushi ni esa amiga suya trabajaban los fines de semana. Los empleados detrás de la barra eran desconocidos para ellos. Intercambiaron un solo saludo formal, compraron sus bebidas, y se dirigieron a su mesa de siempre. Aquella en un rincón, lejos de las ventanas y de la gente.

Ango comenzó a hablar inmediatamente, preguntándole sobre su día y formalidades mínimas. Chuuya le comentó sobre su reunión con Fitzgerald, y el hombre pareció genuinamente feliz por esa insegura oportunidad. Murmuró que había escuchado la noche anterior un par de canciones de su banda y expresó su deseo de querer verlos en vivo.

Saber que Ango quería escucharlo cantar le hizo sentir... bien. No era la primera persona que lo expresaba, pero mientras más escuchaba ese comentario, mejor y más seguro se sentía. Y tal vez era su ego hablando, pero saber que más gente quería seguir escuchándole le hizo sentir emocionado. El sentimiento era completamente diferente a lo que sentía cuando escribía poemas. Nunca quiso compartirlos con el mundo aunque soñó con publicar, y después de que Kouyou se marchó, comenzó a ocultar cada verso. Nadie quiso leerlo, excepto Dazai...

Dazai. Si Black Ocean volviera a presentarse, ¿él moreno estaría ahí? Le dijo que quería escucharlo cantar, y jamás faltó a ninguna de sus presentaciones, incluso si no estaban hablando, incluso si se hacían daño, escucharlo cantar era su única excepción y decidía ignorar el dolor.

Leave the kiss for later [SKK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora