VI: Tell me why

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―Oye, Dazai, siento llamarte a esta hora, acabo de desocuparme ―le dijo al chico al otro lado del teléfono.

Eran casi las diez de la noche, pero sabía que el moreno nunca se dormía temprano y él tampoco. No cuando tenía algunas clases que preparar y un bebé que se despertaba a horas intermitentes de la noche.

―¿Qué estás haciendo? ―le preguntó Oda―. Escucho mucho ruido, ¿sigues en la calle?

Voy de camino al departamento de Chuuya ―respondió.

―¿Y no podías tomar un taxi o algo? Ya es tarde, Dazai, es peligroso...

Dazai solo rio. Oda no esperaba otra reacción de su parte.

Odasaku, no soy tu hijo, no tienes que preocuparte por mí ―comentó―. Además, conozco la zona y a los pocos vagabundos que hay también. Les agrado, de vez en cuando me pongo a platicar con ellos.

Lo mismo que él hacía cuando era adolescente, recordó Oda.

―¿Fui tan mala influencia para ti o por qué haces lo que yo hacía?

¡Tienen historias interesantes! Pero insisto, no tienes que preocuparte por mí, además ya estoy a unas cuadras de Chuuya.

―"De Chuuya", eh... ―repitió, sin poder evitar burlarse un poco del menor―. Se escucha como si estuvieras un poco muy enamorado de él.

Que malo, ¡no me molestes!

―No te estoy molestando ―se excusó, sin ocultar su risa―. Los estoy apoyando desde Osaka.

Sí, sí, solo quieres burlarte de mí. En fin, ¿leíste lo que te envié?

Oda tarareo un sonido afirmativo. Durante la tarde, Dazai le había enviado un correo electrónico y un archivo de texto. Pensó que sería algún ensayo o artículo, ya que después de su periodo sin hablar desde su última visita a Osaka, el moreno estuvo enviándole algunas cosas que le interesaba, pero aquel texto de esa tarde no era algo que hubiese leído antes.

En cuanto terminó de leerlo, quiso llamar a Dazai, pero tanto él como el menor seguían en clases; él impartiéndolas y el moreno escuchándolas. De todas formas, Dazai le envió un rápido mensaje para que hablaran a la noche. Sus clases terminaban a eso de las seis, casi a la misma hora que el horario laboral de Oda. Además, el chico le comentó que Yosano había pasado por Kyodai ese día, y quería llevarse a Dazai y a Ranpo a un nuevo local de comida que acababa de abrir en la zona. Intentó también secuestrar a Kunikida y a ese chico de segundo año albino del cual le habían hablado, pero el rubio ya tenía planes y el menor del grupo trabajaba hasta las nueve o algo así le dijo Dazai.

Oda recordaba que, a pesar de que él conoció primero a Yosano y Ranpo, sin duda Dazai se acercó a ellos mucho más que él, y juntos formaban una tríada casi indestructible.

Por supuesto, Oda ignoraba la discusión que Dazai y Yosano tuvieron tiempo atrás y que les hizo alejarse por semanas, pero eso ya se había resuelto entre ellos. No valía la pena decirle a todo el mundo lo que sucedió.

Aunque no era la primera vez que solo se reunían los tres, Yosano estaba un poco decepcionada, pero la mujer lo entendía. Desde inicios del año, este se sentía raro. Oda también lo sentía así, como si muchas cosas fueran a cambiar sin que ninguno de ellos pudiera evitarlo, y no solo porque era el último de ella y Ranpo en Kyodai.

De todas formas, se quedaron en aquel nuevo restaurante hasta casi las nueve de la noche; platicando o escuchando las quejas de Yosano sobre los médicos que la tenían bajo su ala. Le hubiese gustado mucho volver a tener como tutor al Dr. Mori, pero este seguía en Tokyo.

Leave the kiss for later [SKK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora