El asesino de personalidades

Capítulo 21

—Este es el coto de caza de nuestro asesino.

La palabra LovPer encumbraba el título de la diapositiva posterior. Debajo, una serie de caras sonrientes y varios enunciados con las opiniones de los usuarios prometía encontrar el amor verdadero a todo aquel que invirtiera unos cientos de dólares en la inscripción de la web.

A la reunión se unió una nueva adjudicación. La psicóloga forense que me había evaluado al inicio de mi adiestramiento era parte del equipo de investigación. Saludó con un cabeceo sobrio y se acopló a Anderson al filo de la mesa.

—La doctora Turner, especialista en perfiles criminales, será quien los ponga al día de la web.

—¿No debería encargarse de ello un informático? —preguntó uno de los agentes.

Anderson y Turner compartieron una mirada. Entreví una confirmación de labios de Anderson. Relevaba en Turner la autoridad de la sala.

—No estoy aquí para instruirles sobre sistemas operativos ni comandos. Mi labor es bien distinta —aclaró. Su entonación rasgaba la delicadeza de aquellos rasgos afroamericanos—. La web de la que se beneficia nuestro asesino no es una página de citas común. Un usuario no se inscribe en ella según sus gustos y escoge a la persona con la que cree que podría tener mayor afinidad. LovPer ha, digamos, innovado —subrayó—. Los directivos y su grupo de programadores han recurrido a una estrategia poco conocida, pero no por ello novedosa. Los departamentos de recursos humanos de decenas de empresas millonarias han hecho uso de esta misma táctica para obtener el perfil de sus trabajadores y emprender dinámicas que optimicen sus capacidades.

La doctora Turner releyó la nueva diapositiva, un cuadrado central dividido en dieciséis porciones con un conjunto de siglas abarcando el interior de cada uno.

—La personalidad —despejó Turner la incertidumbre de la sala—. Los especialistas en marketing digital afirman que puedes encontrar a tu pareja ideal en función de una serie de rasgos que, unidos, componen una personalidad específica. Ofrecen hasta dieciséis personalidades con las que emparejarte. Ese es el producto que venden a su público y que los hace diferentes a otras empresas del sector. Les pondré en antecedentes.

≫El cuestionario de personalidad aplicado por LovPer es el MBTI, o lo que es lo mismo: Briggs Myers Type Indicator. Recibe el nombre de las dos mujeres que lo desarrollaron, madre e hija. Es un test basado en las investigaciones del psiquiatra Carl Jung y los tipos de personalidad propuestos en su teoría. Para este doctor suizo, la actitud general de toda persona radica en dos polos: extroversión e introversión. Con ello no hacía referencia a si eras un individuo cohibido o amante de los grupos sociales —mencionó—, sino hacia dónde dirigías tu energía vital; si hacia dentro, es decir, hacia tu mundo interno; o hacia afuera, lo externo.

≫Bien, a estas dos actitudes, Jung vinculaba cuatro funciones psíquicas: pensamiento —enumeró la primera—, donde la lógica, lo objetivo, la deducción, es lo predominante; sentimiento, la capacidad de dar calor y afecto, de valorar lo bueno y lo malo de las cosas; sensación, lo que nos muestran los sentidos, el aquí y ahora; y, por último, intuición, la capacidad para ver más allá de una persona o situación, de lo aparentemente visible.

Se aclaró la garganta y continuó:

—En los años cincuenta, estas dos mujeres añadieron dos apartados más: el juicio, o lo que es lo mismo, la búsqueda del orden y la perfección en el mundo; y la percepción, la apertura a nuevas experiencias y ordenamientos alternativos. De la unión de estos seis tipos psicológicos, según el polo introvertido o extrovertido, establecieron un test constituido por noventa y tres ítems. Las respuestas se basan en preferencias personales. Por ello, nunca hay respuestas correctas o incorrectas. Cada una de las preguntas intenta determinar la manera de actuar o sentir de la persona ante determinados sucesos. Así se obtiene el perfil de personalidad de los individuos que realizan el cuestionario. En el caso de LovPer—remarcó el nombre de la aplicación con el puntero laser—, de las posibles parejas.