Capítulo 7

9 2 0
                                    


Para ese momento cada príncipe y princesa estaba haciendo algo importante; Diallo se estaba preparando para irse a una encrucijada, pues debían renovar algunos tratados de paz. Aixa se preparaba, pues en secreto practicaba ciertos dones otorgados por el tridente de su padre. Maxine iba a buscar el libro para esconderlo en un lugar muy seguro del que nadie más que ella sabía. Behemonth aprovechaba que ninguno de sus hermanos estuviera cerca o vigilándolo para robar el registro de las reliquias más antiguas de su padre.

Connlaodh por otro lado daba un paseo un poco cerca de la superficie y mientras admiraba algo y se encontraba distraído fue capturado por el más repugnante, vil, cruel, malvado y despiadado ser, un pirata.

Aixa que sentía todo lo que podía sentir su hermano, supo que algo muy malo estaba pasando, pues sentía la angustia, desespero, miedo y terror que tenía Conna; así que dejó su entrenamiento incompleto para salir buscando a Sebastián.

Aixa: ¿Dónde está Conna? – dijo desesperada.

Sebastián: Uno de mis guardias me informó que salió a dar un paseo princesa mayor – dijo tranquilo.

Aixa: ¿Solo? – Se angustió mucho – venga conmigo.

De inmediato se fueron a donde la princesa sintió por última vez al menos. Al llega notaron las cosas del tritón regadas, buscaron por todas partes hasta que un grupo de peces se acercaron a ellos.

Peces: ¡Princesa! ¡Princesa! Su hermano ha sido capturado – dijeron al mismo tiempo.

La sirena se espantó por lo que habían dicho y volvió a preguntar - ¿Qué dijeron?

Peces: Su gemelo el juguetón ha sido capturado por piratas.

El tesoro más grande e intocable de la princesa mayor había sido tocado y no solamente eso sino usurpado por el mayor enemigo de los submarinos, piratas.

Aixa: Sebastián, convoca a la guardia a una reunión, todo tritón y sirena debe estar en la junta – dijo encendida en ira.

Sebastián: Sí mi princesa.

Aixa: ¿Dónde se encuentra mi padre?

Sebastián: En el salón del trono.

Aixa: Me voy primero – Sebastián hizo una reverencia y la sirena nadó a una velocidad sumamente increíble, que ni el mismo Sebastián creyó de no haberlo visto con sus ojos. Al llegar al salón encontró a su padre revisando algunos asuntos, respiró profundo – Padre Emperador – hizo una reverencia – disculpa mi intromisión ante su presencia, pero tango algo verdaderamente urgente que informarle y no es del agrado de nadie.

Poseidón se extrañó, pues si no fuese algo tan urgente su hija no habría entrado así – habla hija, qué debes decirme que es tan importante.

Aixa: El príncipe Connlaodh ha sido secuestrado por piratas.

La Venganza de la SirenaWhere stories live. Discover now