La Venganza de la Sirena

Capítulo 24

Cuando despertó, ya lo demás lo habían hecho, por suerte no era muy tarde, hoy sus labores chocaban con las de Galván, así que de esta manera buscaría la forma de saciar su curiosidad.

Adara: Galván tengo una duda que quisieras me aclararas – dijo llamando su atención.

Galván: Pregunta, si tengo la respuesta te la diré – dijo con una sonrisa.

Adara no sabía cómo preguntar por la historia del tritón, así que lo intentó lo mejor que podía por ahora - ¿Te sabes todas las aventuras del barco?

Galván: Oh, claro, yo participé en muchas, aunque muchas otras no – le comentó las que sabía y a pesar de que la mujer parecía muy interesada realmente muchas no les importaba, aunque había algo que sí le sorprendía, en todas las historias el capitán era bondadoso, amable y se le notaba que lo respetaba mucho, después de un rato de historias debían separarse, pues ahora sus labores se dividían en cosas opuestas – si quieres saber más sobre las aventuras espérate a esta noche, haremos una fogata en tierra y los más antiguos suelen contar los relatos y son mucho mejores que yo – ambos asintieron y se repararon.

Así fue, para la noche en la fogata contaron todas y cada una de las historias, todos estaban reunidos a excepción del contramaestre y el capitán, pues tenían cosas de las que hablar. Mucho de lo que contaban los piratas eran saqueos, encargos, batallas… pero en ningún momento mencionaron algo sobre el tritón, lo que le seguía impactando a Adara es que todos hablaban igual que Galván, con devoción y respeto hacia el capitán, muchos decían que gracias a su bondad estaban vivos, estos admiraban a su capitán de manera increíble, esta hacía que la sirena dudara de la información suministrada por el soldado de su reino.

Cuando estaban a punto de dormir se acercó a Aneth, que dormía con ella por ambas ser mujeres.

Adara: Aneth ¿Me podrías responder una pregunta?

Aneth: Claro, con gusto – dijo con algo de sueño.

Adara: ¿Cómo se llama el capitán del barco? Nunca he escuchado su nombre.

Aneth: Es que no le gusta que lo llamen por su nombre, eso es de mala educación, pero por ser tú te diré, se llama Declan – la contraria abrió los ojos.

Adara: ¿Y el contramaestre?

Aneth: Ámaro.

Adara se sorprendió un poco más – G-Gracias por responder – le dio una sonrisa fingida y se fue a acostar. Esto tenía que ser una broma, los tuvo siempre cerca y nunca lo notó, pero había algo que no entendía, no parecían ser de esas personas, se durmió muy confundida.

***
¡Lo descubrió!

Nos leemos la siguiente semana.

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Eos amo