Capítulo 47

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A la mañana siguiente antes de que salga el sol todos estaban descansado y preparados para liberar a su capitán, se encaminaron al lugar que estaba un poco lejos, cuando llegaron a la ciudad se camuflaron entre la gente, se dividieron en dos, un grupo comandado por Aneth, robaría un barco mientras que los otros, dirigidos por una Adara encapuchada, que realizarían el rescate, solo rogaban llegar a tiempo pues al llegar a la ciudad el sol estaba saliendo.
 
Aprovecharon que la muerte de los piratas eran públicas, pero encerradas, y se colaron entre la gente para acercarse lo más posible a la tarima, la sirena le hizo señas a Galván a lo lejos para que custodiara la puerta, a Yeire que hiciera la distracción y ganara tiempo, que Beliaal se encargaría de los soldados que intentaran acercarse y ella liberaría a Declan.
 
Todo era cuestión de tiempo, debían esperar a que saliera todo como lo habrían planeado o sería un desastre y mucha sangre inocente será derramada, y eso, era lo que menos quería.
 
Después de unos minutos que para muchos parecieron horas y para los más nerviosos parecía una eternidad, salió un Declan encadenado custodiado por cuatro guardias que lo llevaban a su muerte, este divisó a Galván a lo lejos, él le sonrió mientras que el encadenado le hizo una sutil seña con la cabeza negando, haciendo que el otro sonriera más grande, esta acción preocupó muchísimo al capitán no sabría que habían planeado, pero sabía que sería un desastre, lo presentía, así que mentalmente se preparó.
 
Cuando estuvo en la tarima y a punto de que la soga estuviera en su cuello, se vio cómo algo se prendió en fuego, la gente empezó a correr y salir del lugar rápidamente, solo quedaron cuatro piratas junto a algunos soldados y un capitán.
 
La batalla comenzó, la encapuchada se acercó, no dijo ninguna palabra y solo soltó al pirata, este no la reconocía por lo que llevaba encima, pero aun así aceptó el arma y la libertad que le ofrecían. Cuando estaban a punto de salir, los guardias se reproducían como cucarachas, hasta tal punto de acorralarlos, todos colocaron espaldas con espaldas haciendo un pequeño círculo.
 
- ¡RINDANCE! ¡No podrán ustedes contra todos nosotros! – habló un soldado arrogante.
 
Aixa: ¡Maldición! – Dijo en voz baja y esa voz al capitán se le hacía muy familiar, pero no lo quería aceptar – Tendré que hacer algo que no quería - pensó en ese momento se quita la capucha dejando su identidad revelada.
 
Declan se quedó sin aire, sin habla y en shock “Es ella, de verdad es ella” sonrió, si era un sueño, no quería despertar, si era el paraíso, no quería salir de ahí, estaba tanto en trance que no notó cuando de la nada la sangre de los soldados comenzó a brotar por todos los agujeros que tuvieran, otros salían volando, algunos aturdidos por unos sonidos que no les hacían daños a los que estaban detrás de ella y una cantidad exagerada de agua, que salió de sus brazos, levantándolos y haciéndolos chocar contra una pared, cuando solo quedaban un par de pie de desmayaron del horror, Adara agarró la mano del capitán y salieron corriendo todos, este solo la miraba desde atrás todavía embobado, sin creer que era real.
 
Llegaron a los barcos y subieron al que el otro grupo había robado, sin tener muchos obstáculos de por medio.
 
Aixa: ¡Icen la vela! ¡Suban el ancla! ¡Debemos irnos a toda marcha de aquí! – se movieron muy rápido con las ordenes y aunque eran rápidos otros estaban alcanzándolos.
 
Yeire: ¡NOS SIGUEN! – gritó.
 
Adara: ¡DÉJENMELOS A MÍ! – comenzó a hacer las aguas se movieran a tal punto que el barco contrario se hundiera y ellos fueran mucho más rápidos, cuando no vieron tierra cerca y nadie los perseguía comenzaron a festejar, todos excepto Declan que todavía estaba viendo a la sirena impactado, ante esto ella se acercó y todo quedó en silencio – Declan – dijo suave acercándose con temor - ¿Estás bien? – comenzó a preocuparse.
 
Declan: ¿Esto es un sueño? – no quería que fuera así y para cuando despertara estuviera otra vez en ese calabozo.

 
La princesa sonrió – no, esto no es un sueño – le tomó la mano y la colocó sobre su corazón – siente, estoy aquí, todos estamos aquí – señaló a los demás.
 
Declan: ¿En serio? – todos asintieron, a este se le salieron unas lágrimas y abrazó muy fuerte a la que tenía en frente, realmente estaba ahí con él, ahora estaba completo y feliz. Celebraron, y aunque todos crean que es el final de la historia, es el verdadero comienzo de esta…
 

***
Hemos llegado al gran final, espero que la hayan disfrutado, tanto como yo.

Nos queda solo el epílogo, lo subiré el jueves, así que nos leemos allá.

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Eos amo <3

La Venganza de la SirenaWhere stories live. Discover now