Capítulo 15

4 1 0
                                    

Maratón 4/4.
***

Al escuchar eso ambas princesas salieron velozmente a la sala principal donde se encontraban todos los príncipes e incluso su padre.

Aixa: ¿Cómo...? ¿Cuándo...? ¿Qué pasó? – la sirena no podía terminar ninguna de sus preguntas ante lo que estaba viendo.

El príncipe Connlaodh estaba acostado en el medio de una mesa muy débil, el rey sostenía su cabeza mientras los demás estaban estáticos a los lados de la mesa.

Sebastián: Permítanme explicarles los sucedido – Poseidón asintió con la cabeza – nos encontrábamos haciendo el recorrido matutino cerca de la superficie cuando divisamos a un bote bastante pequeños con dos personas en él, los seguimos para saber qué hacían cuando de repente vinos cómo lanzaban algo al agua, le íbamos a reclamar pero cuando nos acercamos vimos que era el príncipe en el estado que están viendo, de inmediato llamamos al doctor y lo trajimos ante ustedes – todas las miradas cayeron ante el doctor.

Doctor: Se encuentra en un estado muy deplorable, es imposible que pueda sanar, estar tanto tiempo fuera y lejos del agua le afecto de la peor manera, podría decir que no le queda tiempo de vida – Al escuchar esto todos comenzaron a llorar, Aixa sin importar que su padre estuviera allí se acercó a su hermano, este la vio e intentó levantar la mano, mano que fue tomada al instante y puesta en su cachete.

Connlaodh: Aixa... - le costaba hablar.

Aixa: Aquí estoy hermano – dijo sollozando, el tritón sonrió, por fin estaba en casa, rodeado de todos los que le amaban, sentía todo el cariño de su alrededor, se sentía feliz y libre, ya podía estar en paz; sintió la frente de la mayor sobre la suya.

Connlaodh: Declan... Ámaro... - dijo en un débil susurro en el que solo la que estaba cerca escuchó – Gracias – pensó, para luego cerrar los ojos y no volverlos a abrir, su cuerpo comenzó a estar más frío de lo normal, su mano ya no tenía fuerzas y de no ser porque Aixa la estaba agarrando hubiese caído de su rostro. Todos comenzaron a llorar más fuerte, Maxine se escondió en el cuello de Diallo y este la abrazaba.

Aixa: ¡NOOOO! ¡CONNA! ¡Vuelve! No me hagas esto – se aferró al cuerpo sin vida, lloró, lloró como nunca lo había hecho; todavía le faltaba mucho por vivir, muchas cosas por hablar, nunca más tendría a quién perseguir cuando se escapara, ya no volvería a hablar con nadie como lo hacía con él, no tendría quién la moleste por cosas tontas, ya no tenía por quién vivir, ni seguir adelante. Siempre le dijo que era su tesoro, lo que nunca le dijo es que él era su razón de ser.

Poseidón con lágrimas en los ojos separó a su hija de su hermano y la abrazó – llévenselo y prepárenlo para el funeral que merece un príncipe, hijo de esta tierra - Aixa al escuchar esto no soportó estar más allí, se separó de su padre y salió a una velocidad que nadie había visto, a excepción de Sebastián, a ningún lugar específico - ¡AIXA!

Ella solo nadaba, nadaba muy lejos hasta que se cansó y gritó con todas sus fuerzas, liberando un poder que hizo el cielo oscurecer, una electricidad matar a todos los animales cerca y revolver el agua hasta convertirla en un terremoto marino, y quién sabe si fue a parar a algún lugar. Liberó tanta energía a tal punto que terminó cansada y desmayada en algún lugar.

***
Lloremos juntos.

Aixa se está volviendo muy peligrosa.

De verdad me esforcé mucho con este capítulo, espero haya sido de su agrado.
Eos amo.

La Venganza de la SirenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora