Capítulo 12

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¡Volví! Disculpen el abandono, estuve muy ocupada.
Maratón 1/4.
***

Sus días lejos del mar, sin sentir las olas debajo de él, seis noches sin sentir la brisa contra su piel al dormir, era como sentir que vivía sin vida, en un estado del que no sentía nada, no veía, no existía, de no ser por noches como esas en las que Ámaro le hacía compañía y se quedaba hablando hasta muy entrada la noche, hace tiempo hubiese muerto.

Connlaodh sonriendo sacó el brazo de la caja, cerró la mano dejando el índice estirado - ¿Quieres que te muestre de dónde vengo? – Ámaro sonriente asintió y estirando la mano de la misma manera tocó su dedo – cierra tus ojos y mantén tu mente abierta, verás mi reino desde mis ojos – al hacerlo se quedó maravillado con todo lo que vio, la cuidad, los habitantes, el palacio, todo era completamente hermoso, aquella visión desapareció cuando el tacto finalizó. Y justo ese fue el impulso que necesitaba Ámaro.

Ámaro: Todo es muy hermoso – el tritón asintió - ¿Lo extrañas?

Connlaodh: Mucho, estoy a poco tiempo de morir, puesto que lejos del mar no viviré mucho, y la verdad me gustaría verla una última vez – sonrió con nostalgia y se le escapó una lágrima – lo siento, últimamente he llorado mucho – dijo ocultando la perla que caía y sonriendo.

Ámaro: ¿Conoces alguna planta venenosa al que no se le sienta el sabor?

El contrario se extrañó, pero supo que su movimiento causó el efecto deseado - ¿Hay un claro o acantilado cerca? – el pirata comenzó a pensar y recordó que no muy lejos había un claro, pues cuando fueron a buscar agua potable pasaron por ahí, así que asintió – perfecto, te mostraré una flor que posiblemente crezca allí – le volvió a extender la mano, pero esta vez no solo para que tocara un dedo, si no para que la tocara toda; le llegó una imagen de una hermosa flor que sí había visto.

Ámaro: Sí, sí la he visto – dijo separando sus manos

Connlaodh: Bueno, se llama digitalis, debes tener cuidado al agarrarla, pues causa que el corazón se pare en 5 minutos, debes triturarla y diluirla en un poco de líquido, agrégalo a un sabor muy fuerte y no se notará la diferencia.

Ámaro: Está bien, me iré ahorita para buscarla y no se den cuenta ¿Puedes durar fuera del agua por unos minutos? – El príncipe se sorprendió por la pregunta – te voy a sacar de aquí, pero no te puedo llevar en la pecera, sería muy difícil.

Sonriendo respondió – sí, me debilitará un poco más, pero llenando hasta el último poro de mi piel con agua puedo durar alrededor de 10 minutos afuera.

Ámaro: Perfecto, comienza desde ya, yo llegaré más tarde de lo normal – el ser con cola asintió cansado, y cuando se iba a sumergir el contrario lo detuvo, esta acción le causó confusión – tal vez, después de mañana no te vuelva a ver así que aprovecharé el momento para decirte que... amo, amé y amaré siempre todos los momentos que tuvimos, que todo este tiempo fue muy valioso para mí, más valioso que cualquier tesoro, porque... - suspiró – me enamoré de ti príncipe. Gracias por llegar a mi vida Connlaodh, ahora y siempre serás el rey de mi corazón – y con eso lo besó, los labios del tritón eran fríos, pero suaves era algo refrescante; mientras que los del pirata eran muy cálidos y carnosos, el más atrevido profundizó un poco al no ser rechazado, pero cuando el tritón levantó su brazo para tocarlo, se separó y salió rápido del lugar, dejando al hombre-pez deseoso de más con una sonrisa en los labios, un poco más de vida y muchas palabras atascadas en su garganta. Y así se fue a dormir.

Su corazón saltaba de alegría y reconocía que no era el único en saberlo.

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¡Dinámica!
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Eos amo

La Venganza de la SirenaWhere stories live. Discover now