Capítulo 20

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El sol le pegaba en el rostro, eso es lo que hizo que despertara, abrió los ojos con un poco de dificultad, pero cuando se acostumbró se sentó y quedó maravillada, el cielo azul, con un potente sol que se reflejaba en el inmenso mar, sintió las olas chocar en sus pies, la arena debajo de ella, era realmente magnificó, respiró profundo cerrando los ojos, quería sentir todo, por un momento olvidó para qué había hecho todo eso, hasta que escuchó a alguien acercarse y se puso a la defensiva.

– Es en serio hermana, te estoy diciendo que hay una mujer casi muerta y desnuda en la orilla de la playa.

– Casi muerta no, pero sí hay una mujer desnuda – ambos humanos llegaron y se le quedaron viendo, pues es realmente hermosa, jamás habían visto una belleza igual – Hola ¿Hablas nuestro idioma? – hubo silencio, Aixa no quería interactuar con nadie, pero no sabía cómo buscaría un barco que tiene días sin salir al mar – Creo que no nos entiende.

- ¿Qué hacemos? No la podemos dejar aquí, pero no sé si sea buena idea llevarla – ambos se encogieron de hombros – Oye, necesitamos que nos digas si entiendes – hacía señas y muecas bastante tontas, y hablaba despacio.

Aixa: No es necesario que hagas eso, sí les entiendo – dijo seria.

– Oh! Perfecto. ¿Te puedes levantar? ¿Estás herida? – Dijo la mujer, se acercó un poco, pero la contraria se alejó de manera brusca y como pudo – está bien, no me acerco, pero ¿Necesitas ayuda?

Aixa: No, yo puedo sola – se miró su parte inferior y notó un leve tatuaje en forma de bixbita en el interior de su muslo izquierdo, por lo que leyó, tenía hasta que este se borrara para poder regresar por su cola, ya que ambas estaban conectadas, si una desaparecía, la otra igual. Se quedó un rato mirando ese dibujo, pero luego recordó dónde y con quién estaba.

Levantarse... ese sería un serio problema, nunca lo había intentado, así que respiró, apoyó sus brazos detrás para doblar las rodillas, se impulsó hacia adelante y quedó en cuclillas apoyando sus brazos al frente, poco a poco comenzó a levantarse, al instante que se levantó cayó al suelo, la gravedad en el mar y en la superficie era completamente diferentes, en el océano apenas y sentía su peso, pero aquí afuera, sentía toda la masa de su cuerpo y sobre todo en sus piernas.

Escuchó algunas risas – oye ¿Estás bien? – La antigua sirena los fulminó con la mirada – Galván anda a buscar a los demás – el hermano asintió y se fue - ¿Segura que no necesitas ayuda?

Aixa: Estoy bien, te dije que yo puedo sola – la chica levantó las manos, en forma de rendición, y se sentó en una roca cerca, la princesa suspiró fuerte y lo volvió a intentar, esta vez separando un poco más las piernas, logrando así sostenerse mejor – ¿Ves?

– Sí, ya vi ¿Puedes caminar? – Aixa negó con la cabeza - ¿Segura? Solo debes colocar un delante del otro y ver si te sostienes – lo intentó, pero volvió a caer, después de un par de caídas ya dominaba mejor el caminar – ahora si puedes todo, soy Aneth y el que estaba ahorita aquí es mi hermano Galván ¿Y tú eres...? – fue ahí donde la aquarina no sabía que responder, no podía decir la verdad, así que calló - ¿No sabes o no quieres decir?

Aixa: No sé, intenté hacer memoria, pero no recuerdo – mintió, y muy bien.

En eso se acercaron varios piratas y Aneth se colocó delante de Aixa, esta se extrañó.

Aneth: Esta chica estaba a la orilla de la playa – dijo tapando la desnudez de la extraña con su cuerpo.

- Creo que lo mejor es llevarla ante el capitán y que él decida lo que pasará con ella – habló uno de los piratas, a lo que todos asintieron.

Aixa: A mí no me van a llevar a ningún lugar.

– Eso no lo decides tú – sin que se diera cuenta le colocaron una tela que cubría su cabeza, mientras la ataban de brazos, le amarraban las muñecas y le colocaban una sábana encima para taparla un poco. La llevaron arrastras hasta un lugar que no sabía, la hicieron ponerse de rodillas y le quitaron la tela; estaba rodeada de puros hombres altos o robustos y horribles, con cicatrices, detrás de ella estaban los hermanos custodiándola.

Aixa: Asquerosos piratas.

***
Comenzamos con la 2º parte de esta historia.
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Eos amo

La Venganza de la SirenaOnde histórias criam vida. Descubra agora