La Venganza de la Sirena

Capítulo 43

Narra Aixa

Salgo del palacio y nado muy rápido, como hace mucho no hago, me he prohibido de hacer tantas cosas para evitar que sospecharan de mí, que me limitaran más; y ahora que lo puedo hacer me siento bien, pero no me siento tan libre como debería y no sé por qué o quizás no quiero aceptar el por qué.
 
Llego al lugar, me siento en la misma roca que Conna lo hacía y saco la cabeza hasta los hombros, mi cabello muy largo tapa mis pechos desnudos y respiro profundo, extrañaba el aire de la superficie, cuando salí y pisé tierra muchas cosas cambiaron para mí, al igual que adopté muchas costumbres humanas, como por ejemplo cocinar con condimentos y los alimentos bien cocidos, al comienzo todos aquí me veían muy raro pero cuando le di a probar a mis hermanos se quedaron igual que yo, deleitados, ese día se me escapó un comentario en la mesa “Si esto es bueno, deben conocer la comida de Yeire, puede ser el peor pirata, pero es el mejor cocinero” justo después que lo dije me arrepentí, por la mirada de mi padre, había metido la pata (como dirían lo humanos) y no había manera de remediarlo, por lo tanto hice como si nada, me dediqué a comer y cerrar la boca. Ahorita me acuerdo y me rio libremente.
 
Hoy le doy rienda suelta a todos mis recuerdos y mis sentimientos, porque estoy lejos del reino, sin que nadie me vigile, aquí puedo hacerlo porque sé que si desprendo energía no le haré daño a nadie. Me quedó así pensando y dejando que todo fluya, hasta que noto el sol ocultarse y veo lo que más me gusta el destello verde justo cuando este toca el agua y desaparece.
 
Me sumerjo y voy donde está mi hermana para ir a visitar el abismo; llegamos juntas y me asombro ver que la flor de mi hermano está muy brillante y grande, sonrío y me acercó, le cuento que lo extraño mucho, muchas cosas de las que se ha perdido en este año justo después de la visión que tuve cuando Declan estaba muriendo, y luego es Maxine quien le habla, para después irnos a dormir, pues era muy tarde.
 
Al cabo de una semana libre estoy en el cuarto de las reliquias de la familia, pues al no estar Behemonth ni Connlaodh no había nadie que quisiera hacerse cargo de eso, y al yo postularme aceptaron. Por sí se preguntan, las piernas fueron destruidas delante de mí para que no intentara hacerlo de nuevo y me quedara bien claro.
 
Tuve que dejar muchas de las responsabilidades que tenía en manos de Maxine, pero ella no se ve afectada por eso, sino feliz, pues tenía más cosas que hacer.
 
Justo cuando estoy terminando de registrar uno de los nuevos artefactos alguien toca la puerta, termino y voy a abrir, me sorprende ver a Diallo ahí.
 
Diallo: Necesitamos hablar de algo – me hace señas para que lo siga y tras cerrar con seguro voy con él.
 
- Me estás preocupando Diallo – digo sentándome a su lado en el jardín - ¿Qué pasa? – con él no cambió nada tras lo ocurrido, solo que nuestro trato se volvió más informal.
 
Diallo: Te digo esto porque creo que lo debes saber, y si no te lo digo yo, me odiarás y no es lo que quiero – hace una pausa, esto me está poniendo los vellos de punta, y cuando habla me cae como balde de agua fría (otra expresión humana, sí tengo varias), me quedo impactada, sin poder decir nada, no sé qué hacer, a pesar de que no debo hacer nada – el capitán pirata Declan, fue capturado por barcos ingleses, y va a ser ejecutado mañana.
 
Esta era el mal presentimiento que he estado teniendo desde hace una semana, escucho como mi corazón se rompe en mil pedazos, está pasando otra vez, me están quitando a alguien importante para mí, sé que no he estado con él, pero saber de él me reconforta, pero ahora… ahora… no sabré más nunca de él. Lágrimas comienzan a salir por mis ojos, mientras sigo viendo a mi hermano, no le he podido quitar la mirada de encima.
 
Van a matar a Declan.

 
***
¡Van a matar a nuestro capitán!
¿Creen que Aixa pueda hacer algo o no?
¿Se quedará así, sufriendo en silencio?
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Eos amo.