La Venganza de la Sirena

Capítulo 10

Al caer noche y todos estaban dormidos y borrachos se acercó alguien a la caja.

Connlaodh: Tú también vienes a fastidiarme y decirme sireno o fenómeno – dijo con fastidio.

Ámaro: No sabía que podías hablar nuestra lengua – dijo sorprendido.

Connlaodh: Hablo más lenguas de las que sabes que existen ¿A qué vienes?

Ámaro: Yo solo conozco una - el contrario bufó con superioridad - he venido a darte una ofrenda de paz – le mostró un plato con ensaladas y algunas presas de pescado – no sabían que comían ustedes los sirenos e imaginé que esto estaría bien.

Connlaodh se rio con ironía, pues le daba gracia su ignorancia – no se nos llama "sirenos", las sirenas son la mujeres, y los hombres somos tritones. Y dile a tu jefe que no aceptaré su "ofrenda" – dijo haciendo comillas con sus dedos.

Ámaro: Bueno tritón... déjame decirte que no es de parte del capitán, está es Mi ofrenda – dijo intentando bajar las defensas del príncipe.

Connlaodh: ¿Por qué? – dijo dudoso.

Ámaro: Porque me acordaste cuando a me capturaron y me obligaron a obedecer a Nammón, por favor, acepta, de verdad lo hice sin intenciones de lastimaste – dijo amable.

Conna veía a los ojos del pirata y observaba completa sinceridad, así que aceptó comer lo que le ofrecían. Una vez comido todo del plato devolvió y el pirata se sentó frente a él.

Ámaro: ¿Puedo saber tu nombre?

Connlaodh: ¿Por qué supones que tengo nombre?

Ámaro: Porque imagino que "tritón" es como tu especie, así como nosotros "humanos", y tú debes tener un nombre por el cual te deben llamar allá en el mar.

Connlaodh: Supones bien pirata – no habló por un momento pensando si era conveniente decirlo, pero al final decidió contarle – yo soy el príncipe segundo, tercero en el poderoso linaje del Dios y Rey del majestuoso mar Poseidón Neptunus, Connlaodh Neptunus.

Ámaro: Esa, fue una increíble presentación, aunque la mitad no la recuerdo – dijo apenado, esto hizo que sonriera y aguantara la risa el príncipe – Con-Conloa... Conlao Neptus.

El príncipe no aguantó y se comenzó a reír – puedes llamarme Conna ¿Cómo te llaman?

Ámaro: Oh su alteza, gracias por otorgarme el honor de llamarlo por un seudónimo, y por el interés en saber el nombre de este simple y mortal siervo – el contrario estalló en risas silenciosas, puesto que no quería despertar a nadie - ¿Mucho? – Asintió, ambos reían – tienes razón, soy Ámaro. Solo eso, no tengo una magnifica ni larga presentación. Solo Ámaro el contramaestre.

Connlaodh: Es lindo ese nombre, me gusta – dijo entre risas y más tranquilo - ¿Sabes su significado?

Ámaro: La verdad no, mis padres murieron antes de que pudiera conocerlos – dijo un poco triste - ¿Tienes familia?

Connlaodh: Sí, dos hermanos y dos hermanas que son mi admiración y razón de vivir. Tampoco conocimos a nuestra madre. Creo que tenemos algo en común ¿Quién diría? – el humano asintió, y así con una atmosfera fría el contramaestre se acordó dónde estaban y a quién a le pertenecía.

Ámaro: Mejor me retiro, no quiero que el capitán se dé cuenta que estoy fuera de mi habitación, ni mucho menos que estoy hablando contigo – se levantó pero fue tomado por una mano – no te preocupes, mañana vendré a visitarte en la que pueda y mandaré a un amigo que te traiga comida – aun así no lo soltaba – lo prometo – fue la única manera que lo soltara, porque para un tritón esas eran palabras sagradas – ahora, alteza – realizó una reverencia que hizo al tritón reír – me retiraré a mis aposentos, espero tenga una linda noche – ambos se rieron.

Connlaodh: Duerme bien Ámaro – cuando ya no veía al pirata por ningún lado volvió a sumergir la cabeza riendo - ¿Qué haces Conna? Te dan una muestra de afecto tan pequeña y ya te enamoras – pensó, agarró el collar que lo conectaba con su hermana – estoy bien, todo es por ella – y pensando en su hermana se durmió.

***

¿Creen que se enamoren a pesar de su naturaleza, o será una ilusión y plan macabro del pirata?

Por ahora les dejaré estos caps y me iré, disfrútenlos.

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Eos amo