Capítulo Especial

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¡¡¡Hoy es mi cumpleaños!!! Por ende me siento inspirada para escribir un especial, así que aquí va.
***
 

Era un día hermoso, en el que las sirenas y los tritones salían de sus hogares para ver el cambio de estación submarina, pues pasaban dos veces al año, en esta ocasión, las algas vuelven a tomarse verdes, pues su periodo de ser ocre estaba pasando, la vegetación tomaba más vida, el agua se volvía un poco más cálida, los animales marinos visitaban con más frecuencia y lo más importante al principio de esto, específicamente el primer día, siempre había un desfile de Chrysaoras, hermosas medusas que dos veces al año cambiaban de color trayendo así el cambio de estación, ellas eran escoltadas por Tursiops, delfines guardianes, protectores de que todo pasara como debía ser.
 
A eso se le unía que los Diodon Hystrix escondían sus púas para recibir mejor la temperatura; los Octopus salían de su hibernación, extendían sus tentáculos, se reproducían y regalaban de su tinta a los habitantes del reino, los aquarianos realizaban sus notas y se comunicaban gracias a esta tinta; y las Caguamas se hospedaban justo a ellos, en algunas ocasiones les servían de transporte si necesitaban viajar a algún lugar lejano, pues estas tortugas son de tamaños colosales y muy hermosas de apreciar.
 
De verdad era un día muy especial para el pueblo de Aquarin, un día tan único que iba a ser memorable para toda la vida para unos habitantes en específico.
 
Todos los pueblerinos se levantaron temprano para comenzar con los arreglos y saludar al cambio, los niños jugaban, los jóvenes ayudaban a los adultos para decorar todo, y así los que pasaran por allí les bendijera con buena cosecha y prosperidad. Por otro lado, en el castillo ya todos estaban levantados, el palacio debía quedan reluciente y perfectamente ordenado.
 
Las princesas y los príncipes tenían deberes que cumplir antes de que pasara el cambio si querían verlo con tranquilidad y apreciar el grandioso desfile. Todo estaba pasando como debía ser, todos estaban ocupados, a excepción de la princesa mayor y su hermano “gemelo”, pues sus deberes los habían hecho el día anterior, y justo ese día lo tenía libre, así que decidieron ir a ver el pueblo, querían pasear y ver, pues no siempre tenían tiempo para salir y mirar afuera de las paredes del castillo personalmente; admiraban con belleza y asombro todo lo que los aldeanos les mostraban.
 
Después de caminar un rato vieron una joven sirena cantando una melodía muy hermosa, ambos hermanos se detuvieron un rato y escucharon sin dejar de observarla.
 
Connlaodh: Canta muy lindo ¿No? – voltea y le dice bajo a su hermana.
 
Aixa: Lo hace – dice en el mismo tono pero sin dejar de ver a la cantante, con una sonrisa en el rostro.
 
Connlaodh: Y también es linda – dijo curioso ante la mirada de su hermana.
 
Aixa: Sí, es preciosa, pero no te preocupes, que aunque no tengas el don del canto eres muy lindo también – dice con gracia.
 
Connlaodh: Ja, ja, ja, que graciosa – expresó con sarcasmo.
 
Aixa: Es la verdad – le ve.
 
Connlaodh: Te gustó la chica.
 
Aixa: Sí y no, me gustó su voz y la letra de la canción.
 
El príncipe levantó una ceja mientras la miraba – Aixa tu corazón se exaltó ante ella – se toca el collar – no mientas.
 
La contraria se rio – se exaltó porque la letra me llegó, al igual que su voz; no te voy a mentir, es muy linda, pero hasta ahí, deja de sobre pensar las cosas – dijo riendo. El tritón solo rodó los ojos. Siguieron caminando un rato más.
 
Connlaodh: ¿Por qué no lo haces?
 
La sirena se extrañó, pues no entendía de qué hablaba - ¿Qué cosa?
 
Connlaodh: Cantar en público, que muchas personas lo sepan, tienes una voz muy hermosa, no entiendo por qué la ocultas.
 
Aixa sonrió con tristeza – porque podría causar un mal si alguien me llega a escuchar, o bueno… eso fue lo que me dijo padre, porque tampoco lo sé.
 
Ambos se quedaron en silencio, él no entendía a lo que se refería, pero ella tenía una idea, ya le habían dicho las ventajas de ser primogénita, y que debía entrenarse para que no le afectaran sus poderes en su vida cotidiana, más ella no quería, así que simplemente lo rechazó.

Después de mucho tiempo fuera, volvieron a su hogar, para comenzar a prepararse y arreglarse, pues este año la mayor de los Tursiops iba a visitar el palacio, debía hacer una visita al rey, esto pasaba cada 150 cambios de estación, así bendecir a sus hijos y a su nación.
 
Justo cuando comenzaron a pasar las Chrysaoras todo estaba perfectamente arreglado y todos tenían hermosos atuendos, los primeros minutos pasaron y solo se observaban pasando las hermosas medusas que brillaban ante tal oscuridad, después de un rato se comenzó a ver el cambio de color, estas eran púrpuras, su degradado inició con fucsia y rojo para terminar siendo anaranjadas, a pesar de que ya lo han visto antes sigue siendo grandiosamente precioso e impactante. Luego de algunas horas, se veía como un grupo de tursiops se acercaba a la entrada del castillo, todos los salieron a recibirlos; Poseidón se encontraba al frente de todos con su excepcional traje, sus hijos e hijas estaban detrás de él uno al lado del otro de mayor a menor, vestidos tan deslumbrantes como su padre.
 
Poseidón: Nos honras con tu presencia, primer Tursiops Siona – todos los soldados hicieron una reverencia – permíteme presentarte a mis hijos – se hizo a un lado.
 
Este dio un paso adelante – Yo soy Behemonth Neptunus, el quinto hijo del linaje, para servirle – reverenció y volvió a su lugar. Maxine repitió el mismo procedimiento, se presentó y volvió a su lugar, el siguiente en repetir la acción fue Conna y luego Diallo.
 
Poseidón: Y creo que se acuerda de mi hija mayor – esta dio un paso al frente – Aixa Neptunus.
 
Aixa: Para mí es un honor volverlo a ver con más de conciencia, pues cuando lo conocí todavía era muy niña – sonrió.
 
Siona: Claro que me acuerdo de ti – dijo el delfín, algo que tienen las primeras generaciones de especies es que hablan múltiples idiomas, y tienen muchas maneras de comunicarse – has crecido excelentemente bien, con buenos dotes y una magnifica educación.
 
Aixa: Gracias a usted y a mi padre – hizo una reverencia y volvió a su lugar.
 
Siona: Es hermosa vuestra familia, seréis bendecido hasta el final de los tiempos con excepcionales dones y buena descendencia, encontrareis lo que siempre habéis buscado, permaneceréis siempre unidos y sobre todas las cosas, os tendréis unos a los otros.
 
Todos agradecieron sus hermosas palabras y decidieron salir para observar las celebraciones y festejos. Luego de un rato, cuando ya todos estaban comenzando a irse y solo quedaban algunos invitados, aldeanos, tursiops y la familia real a alguien se le ocurrió la idea de decir que la princesa mayor sabía cantar, pues la habían escuchado varias veces. La mencionada se asombró y al rey no le gustó.
 
Siona: ¿Eso es cierto princesa Aixa?
 
Con mucha pena la nombrada respondió – sí es cierto, pero hace mucho no lo hago.
 
Connlaodh: Pero su voz siempre ha sido hermosa – Aixa vio disimuladamente al que habló para darle una mirada reprobatoria.
 
Siona: Si es así, concédanos el honor de escucharla.
 
Esta se levantó se su puesto y comenzó a cantar, un sonido hermosamente dulce, suave e hipnotizante, tan hipnotizante que una parte de los que estaban allí se paralizaron, los que estaban tomando quien sabe qué se volvieron agua, algunos animales se desquiciaron, otros se quedaron completamente dormidos, su padre, los delfines, y sus hermanos se tapaban los oídos sangrantes, pues no soportaban el sonido tan aturdidor, su hermana convulsionaba; al único presente que no le ocurría nada era Connlaodh, pues él no era afectado ante su canto, se paró delante de Aixa, vio que sus ojos habían cambiado de color el púrpura era como el de la galaxia, tan oscura y cegada de maldad que por un momento entró en pánico.
 
Connlaodh: ¡Aixa! ¡Aixa! ¡AIXA! ¡AIXA! – Dijo desesperado - ¡Aixa! ¿Qué haces? ¡Deja de cantar! – la movía, intentaba taparle la boca, pero su piel comenzó a arder como si fuese el fuego intenso, pero estaba tan pálida que parecía estar más fría que el hielo.
 
Entre tanto desespero Conna agarró el collar que los conecta lo apretó entre su mano y le mandó una ráfaga de electricidad haciéndola desmayarse. La había sobre cargado con su propio poder, para detenerla. Después de eso, todos volvieron en sí, los únicos que no fueron los que se volvieron agua, nadie recordaba nada, el rey que se enteró por boca de ambos y solo los dos hermanos tenía el conocimiento completo.
 
Desde entonces, Aixa prometió no volver a cantar en público y al único que llegaba a cantarle era a Conna cuando estaban muy lejos y no había nadie para hacerle daño.

***
Un capítulo sobre “ese día” (cap. 36).

Ahora sí es el final de esta historia.

Nuevamente gracias por llegar hasta aquí.

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Eos amo

La Venganza de la SirenaHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin