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"¡Ataquen!"

Un hombre vestido con ropas mercenarias, y una expresión despiadada en su cara, le gritó a los demás hombres y Ogros que vinieron con él.

Ya estaban cerca de la gran puerta, y aunque estaba un poco vacía, ya podía imaginarse a sí mismo violando a una niña enfrente de su madre, para que su madre fuera la siguiente.

"Hyahyahya."

Soltó una risa bastante oscura, viendo como los Ogros cargaban por delante de el hasta la puerta.

Luego tomó su espada, y también cargó hacia adelante.

"¡UAHHHHHH!"

"¡GUAEHHHEHEHEH!"

"¡HUAHHHH!"

"¡Vamos!"

"¡Haaaa!"

Los sonidos de los rugidos de los Ogros, y los de algunos de sus compañeros, eran como música en el oído del hombre.

*Thud* *Thud*

*¡Corte!*

*¡Corte!*

Ruidos sordos sonaban, junto a sonidos de espadas cortando, y aunque no podía ver por la multitud de Ogros gigantes delante de él, el hombre pensaba que se trataba de los Ogros cortando la Puerta, y adentrándose en la Ciudad.

Poco a poco, el hombre notó que algo era muy raro.

*¡Corte!*

*¡Corte!*

"Esos malditos Ogros no llevaban espadas... ¿entonces que coño es eso?"

El hombre vió que en la retaguardia, sólo quedaban él y unos pocos más, no más de 10 personas, y todos estaban en silencio esperando que los Ogros entraran o derribaran la puerta de la Ciudad para entrar allí.

*¡Corte!*

*¡Corte!*

La gran multitud concentrada de Ogros, no se movían desde hace un rato ya, el ruido de espada cortando seguía sonando, y el hombre dirigió su mirada hacia otro que no estaba muy lejos de él.

"¡Clint! ¡¿Qué mierda es lo que está pasando allá adelante?! ¿Puedes ver algo?"

"¡No es posible jefe, los estúpidos Ogros son muy grandes!"

El hombre le respondió con algo de suciedad en su mirada al mirar a sus "aliados", los Ogros.

"Entonces trata de conseguir un mejor ángulo de vi-..."

"¡Jefe, allí!"

El tipo que se había dado cuenta de algo, le señaló a su Jefe en una dirección.

El jefe miró rápidamente hacia allí, y al principio no vió nada.

Pero...

*Schhh*

Vió como algo algo brilloso se dejó ver detrás en la espalda del primero de los 10 Ogros que estaban delante de ellos, desde la derecha al final, y luego se escondió de nuevo.

*Schhh*

".........."

Volvió a verse pero esta vez en el antepenúltimo Ogro, y entonces el Jefe se dió cuenta de que la zona entera había caído en un silencio algo abrumador.

"¡¿Qué mierda es lo que está pasando?! ¡Clint!"

"Jefe, eso..."

El jefe le gritó a el hombre no tan lejos de él, Clint, mientras ya notaba que había algo raro en todo esto, pero vió que Clint señaló hacia un lugar en específico.

*Guihhhhh*

"¿Una espada? ¿Que demonios hace una espada-..."

El jefe, vió una espada muy rara y arqueada, que sobresalía desde la espalda de uno de los Ogros a la derecha, mientras sentía un profundo y agudo sonido lastimoso... salir desde ese Ogro.

Y justo cuando estaba por preguntar, por qué en el Mundo un Ogro había sido perforado por una Espada...

Algo que este hombre nunca olvidaría en lo muy poco que le quedaba de vida, pasó.

*¡Scccchhhhhiiiiiiissssssssssssssssss!*

¡Auge!

La espada se movió un poco y en una larga tajada de más de 26 metros, se movió desde un extremo hacia el otro, desde un Ogro de una esquina, hacia otro...

Como si se tratara de un hombre cortando paja con una hoz...

Después, por alguna fuerza desconocida que el hombre ni siquiera podía empezar a entender...

*Bomm* *Bomm*

Las mitades superiores de los Ogros parecieron ser hojas sopladas por el viento mientras se movían y con sonidos atronadores por el gran peso que tenían, sonaban detrás de él al caer en el suelo, cuando él mismo podía observar las expresiones miedosas de los Ogros en las caras que volaban en el viento...

Como si la muerte misma balanceando su hoz hubiera sido lo último que habían presenciado.

*Salpicar* *Salpicar*

Una gran cantidad de litros de sangre habían llovido sobre los 10 estáticos y quietos hombres, manchando su cuerpo entero de un olor extremadamente desagradable, y sus ropas y piel de un color rojo fuerte.

Entonces, el jefe dirigió su mirada hacia adelante, y por encima de las partes las mitades inferiores de los Ogros que todavía estaban en la misma posición... pudo ver completamente el terreno de unos metros más adelante.

"¿Pero qué...?"

Cuerpos de Ogros y de Humanos despedazados en varias piezas, tirados por doquier... la sangre de Ogro en el suelo era tanta, que aparte de un olor muy fuerte y fétido, incluso parecía un pequeño pantano que incluso tapaba a muchos cuerpos humanos más pequeños... o partes de cuerpos regadas...

Ni siquiera los demás lo sabían con seguridad, pero el hombre estaba al tanto de que aquí habían 433 Ogros...

Una cantidad que si bien no era mucho para los que quedaban en el ejército entero de Kuroinu, era una fuerza que podría derribar a un país...

Y todos y cada uno de ellos ahora sólo se habían unido a la masacre de la cual el suelo... daba testimonio.

*Ruido Sordo*

Entonces, los cuerpos de los Ogros que estaban delante de el jefe, o las mitades de ellos, empezaron a caer uno a uno con un sonido tan escalofriante e intenso, que incluso aunque era de día... los pocos hombres que observaban la escena que ocurría ante sus ojos, pensaban que era de noche, con cielos negros...

Y cuando la última de las mitades de los Ogros, cayó hacia el suelo...

El Jefe y los demás hombres de allí, vieron a un hombre pelirrojo que tenía una máscara y sus ojos rojos... mirando hacia el suelo con una espada arqueada llena de sangre, en su mano...

"... aaaahh... ¡Ahhhh!"

Pareciendo salir de su estupefacción, uno de los hombres empezó a gritar con una voz débil que se hizo fuerte, y empezó a correr hacia atrás con una mirada desesperada y muy asustada en su cara.

Los demás también empezaron a correr hacia atrás, y el Jefe también sin decir una sola palabra empezó a correr tropezando unas cuantas veces.

Como él estaba más atrás al principio que los demás, rápidamente los dejó a todos y siguió corriendo como si pudiera salvarse de esta tragedia, o como si su cuerpo había activado uno de los mecanismos primordiales en su ser...

"¡Ahhhh-..."

*¡Corte!*

El jefe ni siquiera podía escuchar nada, pero si lo hiciera, se hubiera dado cuenta de que los gritos cada vez se iban haciendo menos.

Y menos...

Hasta que no hubieron gritos.

".........."

Un silencio todavía más pesado que antes descendió sobre toda la zona, y aunque el Jefe estaba corriendo y respirando pesadamente, no podía notarlo, no podía notar nada...

De pronto, sintió que una mano agarró su pelo, lo que detuvo bruscamente su movimiento, y como si de un muñeco se tratara, y en un movimiento bastante incómodo, giró todo su cuerpo a la fuerza.

El jefe iba a empezar a gritar del dolor de sentir su cuello siendo forzado, pero vió una cara que estaba muy cerca de la suya, y unos ojos rojos que lo miraban con una frialdad tan real, que el cuerpo del hombre empezó a dejar de trabajar...

Su sangre dejó de bombear...

Y su corazón se detuvo...

El jefe de el ejército que había venido a conquistar hoy la Quinta Fortaleza, dejó este Mundo con la última visión de que un Ser Enorme... que estaba sentado en su Trono, lo miraba de la misma forma en que se mira a una roca...

El Ser Enorme emanaba un desprecio increíblemente abrumador y casi innatural que lo hacía sentir que estaba en un lugar que era mucho peor de lo que era el infierno....

..........

I am in Kuroinu? (Longchinchin)Where stories live. Discover now