I am in Kuroinu? (Longchinchin)

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"... Realmente no lo esperaba."

Claudia habló sorprendida una vez que terminaron de cenar, y ella se "adaptó", al rostro diabolicamente guapo de Alexander.

'Pensaba que sería como Klauss, que tenía un porte noble y un rostro fino, pero su rostro... es simplemente demasiado guapo... casi parece algo divino... creo que más que por otras cosas, es este rostro lo que lo hace un Héroe.'

"Bueno, por eso mismo es que llevo esta máscara."

"Es verdad, sin la máscara me temo que causarías un desastre donde quiera que fueras, aunque por alguna razón..."

'... Siento como si antes no me hubiera dado cuenta de todo este encanto hasta ahora.' Claudia continuó en su mente, pero era innecesario, ya que Alexander no pasó esto por alto.

"Ah, te debes referir a otra de mis Habilidades, normalmente la uso para esto, es prácticamente una Habilidad que hace mi presencia menos visible."

Claudia se había sorprendido de nuevo por algo así, pensando en lo profundo de su corazón que las Habilidades de Alexander eran de temer, y también entendiéndolo completamente.

"Entonces, lo que quería decirte."

Alexander habló seriamente.

"Ahhh, si."

Claudia también cambió su rostro con seriedad, sólo que su mente era otra historia...

'Él me está mirando con una cara así... mi corazón, mi corazón está palpitando... uhh~'

Ignorando a los sentimientos internos de Claudia, Alexander continuó:

"En lo próximo, estaré yendo rápidamente a la Capital, para protegerla de Kuroinu, y con suerte, terminar con todo esto desde la raíz... ¿estás bien, Claudia? Tu cara está algo roja."

"¡Hai, Alex-sama! N-n-no es na-nada, por favor, continúe."

Claudia salió de sus pensamientos impuros con una sacudida, y después le instó a Alexander para continuar, él vió esto con dudas por todo su rostro, pero aún así siguió.

"... Ok, también, quería disculparme contigo, Claudia."

"¿Mn? ¿Por qué te querrías disculpar, Alex-sama?"

Ella literalmente no tenía idea de porqué era esto.

"Si en ese momento hubiera llegado antes yo... tal vez podría haber salvado a tu marido."

Alexander le dijo a Claudia mientras pensaba que sinceramente deseaba haber llegado más temprano al calabozo.

Alexander, ahora mismo, no podía evitar sentir un sentimiento ambiguo y familiar hacia Claudia, por todo el corto pero largo tiempo que habían pasado juntos, además de que ella era completamente su tipo, era muy hermosa y muy dotada... pero...

Ella había estado casada, y aunque su Esposo hubiera muerto hace poco, Alexander no se atrevería a tener pensamientos de naturaleza romántica hacia ella.

Algo que le ocasionaba sentimientos complicados a Alexander, era que él deseaba que su Esposo todavía estuviera vivo, y también... a la vez, que deseaba por sí mismo hacer de esta mujer, su propia mujer.

Por eso, entre otras cosas, le pidió disculpas.

"Alex-sama."

Claudia habló con una voz suave y maternal, logrando que Alexander la mirara.

"Lo que pasó... no fue culpa suya, así que no tiene nada por lo que disculparse, en todo caso, le agradezco de corazón que piense así, como sabía que diría algo semejante, comprueba que ya conozco su carácter, es una persona muy bondadosa."

Alexander miró a esta mujer, y no entendió mucho de lo que decía, ya que él no es, "completamente", bondadoso, sino que en resumidas palabras... hace lo que puede y lo que quiere.

"Aunque ni yo mismo creo que soy así, aparte de eso, existe algo más de lo que quiero hablar contigo." Alexander dijo y entonces se quedó en silencio por un tiempo hasta que volvió a hablar con una voz muy seria,  "Acaso... si te dijera que en un futuro yo podría hacer que tu Esposo vuelva a la vida, y suponiendo que me creerías, ¿estarías de acuerdo?"

Claudia, cuando pensaba que no podía seguir impresionándose todavía más con lo referente a Alexander, escuchó lo que dijo ahora y sus ojos se abrieron de par en par.

Después de unos segundos de shock, Claudia analizó detalladamente la expresión de Alexander, y no notó nada raro.

"¿Es, real... eso?"

Preguntó.

Alexander asintió, "Ahora no, pero en un futuro, estoy seguro de que algo así sería posible."

"..."

Claudia volvió a caer en contemplación.

Alexander sólo la esperó mientras se quedaba en silencio.

Y después de algún tiempo, Claudia habló:

"Me temo, que no, no permitiría que algo así pasara."

"¿En serio?"

Alexander no esperaba una respuesta así.

"En los cuentos antiguos que escuchaba cuando era pequeña, se hablaba mucho de todo tipo de historias de héroes y de grandes magos que podían hacer cosas inimaginables... también en esos cuentos era real la existencia de los Dioses, y demás, habían anécdotas de criaturas convocadas por los Elfos Oscuros de lugares muy lejanos, incluso también se hablaba de la Resurrección. Sólo que... incluso en los mismos cuentos e historias, la resurrección no era algo simplemente como traer de nuevo a la vida a una persona, o de un suceso tan milagroso como se cree... todo tenía un equilibrio, todo tenía un balance, no puedo evitar darme cuenta, de que incluso en esos cuentos para niños, este tema era demasiado realista... entonces realmente no me quiero imaginar como sería en la realidad. Por eso es que no, Alex-sama, no podría permitir perturbar el descanso eterno de Klauss, sólo para traerlo de nuevo a la tierra."

Claudia con una larga explicación, le habló a Alexander acerca de lo que creía.

"Ya veo, tienes razón."

Alexander asintió en entendimiento.

"..."

"..."

Después de hablar de un tema tan... extraño como ese, tanto Alexander como Claudia no sabían que decir, prolongando el silencio en la amplia tienda de campaña.

"B-bueno, creo que ya debería partir hacia la Capital, ahora que todavía es la tarde."

Alexander trató de cambiar de tema, aunque tuvo un leve tic al principio.

"Es verdad, si es usted, no creo que pase mucho tiempo hasta que llegue a la Fortaleza, además, según lo que me había dicho Margaret, el ejército de Kuroinu había llegado a esta Ciudad por el Sur-Oeste, dejando posibilidades de que el grupo original no debería haber avanzado tanto."

"Eso es muy bueno, por cierto... había ignorado esto hasta ahora pero, ¿vendrás conmigo?" Alexander preguntó mientras se paraba de su asiento y se subía nuevamente la máscara.

"¿De que habla, Alex-sama? Por su puesto que estoy yendo yo también, como la Comandante de las tropas de la Séptima Fortaleza, es mi deber estar allí."

*Boing*

Ella habló como si eso fuera un hecho, y sonrió mientras arqueaba su columna, sacando sus enormes pechos con orgullo.

"..."

Sólo que Alexander sudaba un poco porque no sabía cómo esas maravillosas cosas podían rebotar en la armadura de metal, aunque el mismo no se quejaba...

También, esta sacudida de pechos tenía un efecto oculto, ya que Alexander se quedó mirándolos por un buen tiempo, mientras Claudia veía esto y sólo los sacaba todavía más.

"Mírame."

Parecía decir su rostro emocionado, como una niña que quería atención.

......