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"Yasaka, ¿se puede pasar?"

Alexander llamó y después de tener permiso, entró a la oficina donde estaba sentada su amante Kyuubi y la Señora zorro parada detrás.

"¿Qué sucede, querido?"

"Necesito decirte algo."

...

Alexander le contó a Yasaka de su encuentro casual con el Demonio, y ella asintió luego de escucharlo y también escuchar sus preocupaciones.

"No debes preocuparte, estoy firmemente convencida de que ese Demonio Renegado era el único caso de una muestra como esa, incluso, puedo decir que se debió principalmente a que él estaba cohabitando muy cerca de Kyoto, para sea llamado de esa forma. No cualquier ser podría sentir algo así, ya que con la información que nos han brindado los Demonios, la energía era sólo perceptible para seres de alto poder."

Alexander entonces suspiró aliviado por esto que dijo Yasaka.

Ella continuó, "En todo caso, lo único que todavía está en misterio es el por qué no se pudo sentir tal suceso aquí en el propio Kyoto, pero bueno..."

Yasaka miró a Alexander con cariño, "Como es la propia y extremadamente pura Energía que utilizas, querido, entonces no hay motivo para preocuparse."

"Ya veo."

Alexander estaba más tranquilo.

"Hmm, ¿Yasaka-sama?"

La Señora zorro habló.

"¿Si?"

"Por precaución, ¿no sería mejor comprobar con la Leyline si no ha habido algún disturbio en algún lado, o si no hay realmente otro segundo Renegado?"

"Hmm, bueno, supongo que no se pierde nada al intentarlo."

Yasaka terminó de decir, y dejó todo lo que estaba haciendo para sentarse recta y cerrar sus ojos.

¡Thud!

Alexander que estaba mirando, sintió una especie de latido extrasensorial del poder espiritual circundante, justo como lo había hecho en su combate contra Yasaka, y supo nuevamente que ella estaba conectándose a la Leyline de Kyoto.

Para Alexander, esta Leyline parecía ser una formación inmensa que rodeaba todos los límites de Kyoto, y que hacía mover el poder espiritual en las direcciones pre-establecidas.

Casi como el sistema interno o los circuitos de una máquina.

Repentinamente, Yasaka abrió sus ojos dorados y dijo con tono calmado, "Era como había dicho, no hay más Demonios Renegados u alguna otra firma extraña de energía en Kyoto."

"Menos mal."

Alexander sonrió.

"De hecho, en este momento no hay ningún rastro de nada así, pero para estar completamente seguros, revisaré la Leyline una vez al día."

Yasaka suspiró y entonces miró a Alexander, "Por cierto, querido, ¿ya entregaste...?"

"Jaja, si, ya llevé los artículos y los entregué en la tienda de antigüedades, y aunque al principio el gerente estaba sorprendido por verme a mí allí, todo funcionó bien y sin problemas."

"Ya veo."

Yasaka sonrió, lentamente, su sonrisa se fue haciendo cada vez más tierna.

'Tener este ávido deseo de ser útil o de aportar algo para nuestro hogar, incluso cuando ya has aportado lo más importante... querido... es mi más grande suerte el haberte conocido.'

Dejando a un lado a Yasaka que por segundos iba pareciendo cada vez más una doncella enamorada... la Señora zorro habló con Alexander.

"Entonces, Alex-sama, ¿qué va a hacer de cena más tarde?"

La Señora zorro habló y se limpió el poco de baba que caía de su boca, teniendo un tinte de roja en las mejillas.

"Oh, esta noche..."

"... Esta noche..."

"Jeje, el plato principal será Lasaña."

""¿Lasaña?""

Yasaka también había salido de su estupor, y junto a la Señora zorro tenía una expresión curiosa en su rostro.

No es que Yasaka o la Señora zorro no supieran que era la Lasaña, sino que ellas estaban increíblemente adaptadas a la cocina japonesa, bueno, eso era simple de decir cuando se tenía en cuenta los hábitos alimenticios de una persona... pero que haya vivido cientos de años.

Por eso es que estaban tan estupefactas al escuchar cuál era la cena de hoy.

.....

Después de eso, Alexander fue a la cocina, ya siendo las 7:30 PM, para preparar la cena.

Vió a otras mujeres Kyuubis allí, algunas más que ayer, junto a los dos Kyuubis hombres que estaban encargados de trabajar en las grandes ollas, saludó a todo el mundo y se dirigió al rincón en la derecha, para no molestar demasiado en la ocupada cocina y empezar a cocinar una comida para 9 personas.

Bien, sólo se trataba de él, Yasaka, Kunou y la Señora zorro, pero ellas tenían el apetito de dos personas... y bueno, de dos personas muy hambrientas.

Cocinó todo por un tiempo, y aunque no le dieron una nalgada hoy al retirarse, podía jurar sentir literalmente, los ojos clavados en su cuerpo desde que entró hasta que salió de la cocina...

"Suspiro... que suerte tiene Yasaka-sama."

"Si, Alexander-sama es un hombre tan apuesto que parece divino, y también es tan poderoso..."

"Por Kami, lo que daría por tener una sola noche con él."

"Mala, no puedes hacerle eso a Yasaka-sama."

"Gezz, lo sé, lo sé. ¡Pero es que Alexander-sama es el hombre más apuesto que he visto! ¡¿No es así?! ¡¿No tengo razón?!"

"..."

Así como las Kyuubis hablaban de Alexander, los hombres también.

"Oye, ¿crees que Alexander-sama se unirá a nuestro Club de pesca?"

"No tengo idea, pero tal vez no, recuerdo que el viejo Hakase dijo que su destreza y su suerte eran... bastante malas, tal vez estos pasatiempos no se le den muy bien."

"Hmmm."

"Oh, ya sé, ¿tal vez le guste jugar <eso>?"

"... ¿Hablas de... <eso>?"

"Si, jejeje."

"Oh, ¡no hay hombre en este Mundo al que no le guste jugar <eso>!"

"Jujuju."

"Jejeje."

.....

Desconociendo lo que hablaban de él, Alexander, igual que ayer, le sirvió la comida a las tres Kyuubis que tenían la boca hecha agua solo por el olor de los platos que hizo.

'Contemplen la ricosidad de la cocina Italiana.'

Los pensamientos de Alexander eran muy arrogantes y su confianza que lo había estado dejando desde que llegó aquí, volvía poco a poco nuevamente...

Las reacciones fueron de esperar, aunque se dió cuenta de que la Señora zorro y Yasaka estaban algo raras.

Parecían rígidas, y sonrojadas, en contraste con Kunou, que ella estaba diciendo enérgicamente lo mucho que le había gustado la cena con Lasaña.

De hecho, lo que más le daba gracia a Alexander, era la impulsividad de las colas detrás de las tres Kyuubis, que parecían ser un espejo de sus emociones reales. Él recordaba haber visto algo así en innumerables Animes.

Pasando tiempo en familia, sin saberlo, ya era tarde en la noche.

..........

I am in Kuroinu? (Longchinchin)Where stories live. Discover now