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En un Bosque de Bambús, detrás del Templo Kiyomizu-dera, exactamente el lugar donde Alexander había sido transportado, todo estaba en paz.

O, fue así hasta que se escucharon unos pasos desde más adentro del bosque, y una figura, no exactamente visible por la oscuridad de la noche, se paró donde Alexander estaba anteriormente inconsciente, justo al lado de la roca que había allí.

La figura se paró en silencio mientras parecía sentir, lo que sea que hubiera sentido antes, o lo que la atraía a este lugar.

"..."

Movió su mano, y después de que un poco de poder mágico, parecido a una onda, pasara por todo el lugar, volvió a bajar su brazo.

"Definitivamente..."

Su voz parecía un poco joven, y femenina, pero casi sin emociones en total.

"Aquí..."

La figura entonces terminó de hablar a medias y luego, como si se tratara de un simple chasquido, desapareció de donde estaba.

.....

En un lugar donde el cielo era un poco púrpura, y donde existía un muy clara muestra de densidad en el aire, debido a la energía demoníaca presente, había una Mansión semi-occidental con detalles muy finos para apreciar.

Si.

Este era el Inframundo.

Y la Mansión era donde vivía el actual Maou Lucifer, un Rey del Inframundo y de los demonios que habitan en él.

"Sirzechs-sama."

Una voz de mujer se oyó llamando detrás de la puerta de la oficina principal del Lucifer actual, y sabiendo que era su Esposa y sirvienta, Grayfia Lucifuge, el individuo sentado en el asiento del escritorio, Sirzechs Lucifer, le respondió, "Entra."

La belleza peliblanca vestida de Maid entró por la puerta con una leve inclinación, para después hablar, "Sirzechs-sama, tal y como pensaba, los Ángeles Caídos también parecieron darse cuenta del estallido de energía que hubo en la zona de la Facción Youkai, y actualmente..."

Sirzechs suspiró por lo que dijo su Esposa, pero se quedó con dudas sobre lo último, "¿Actualmente...?"

"..."

Grayfia entonces, con una mueca, sacó un teléfono muy antiguo detrás de ella, y luego se lo pasó a Sirzechs, poniéndolo sobre la mesa.

"... Actualmente está llamando."

"..."

'Haaa.'

Un largo suspiro mental salió de Sirzechs mientras se sujetaba el puente de la nariz.

"Llamar tan casualmente al Inframundo mientras es de una Facción opuesta, incluso el Líder en eso... sólo Azazel podría ser tan despreocupado para hacer algo así."

De hecho, en este momento, las Tres Facciones principales, los Demonios, los Ángeles, y los Ángeles Caídos se encontraban en un período de guerra fría, que cada vez se iba tranquilizando más, y una de las principales razones por la que eso sucedía, se debía a Azazel, Líder de la Facción de Ángeles Caídos y uno de los mayores precursores de la Paz en el Mundo actual.

Aunque bueno, el tipo era un poco molesto.

"¿Si?" Sirzechs respondió al teléfono.

"Hola, compañero, hace tiempo que no hablábamos."

La distinguible voz de Azazel no demoró mucho en salir del teléfono.

"De hecho, ha sido un tiempo." Sirzechs dijo con una sonrisa indefensa.

"En este momento hubiera querido hablar por más tiempo con usted, Sirzechs, pero supongo que sabes por qué estoy llamando, ¿no?"

Sirzechs asintió, "Lo sucedió en Kyoto fue algo bastante llamativo, aunque por fortuna, no pareció extenderse mucho más allá de Japón."

"Debo decir que eso es algo bueno, pero aún así, es bastante preocupante de todos modos, especialmente, en éste momento, donde casi se logra lo que queremos tanto."

Exactamente, como decía Azazel, Sirzechs era una persona que a parte de ser el actual Maou, también era uno de los mayores buscadores de la Paz de las facciones, junto a Azazel, por lo que podía entender la preocupación del mismo.

En un período tan sensible como este, y sin decir con más de lo que tenía en las manos en éste momento, un nueva variable que sea capaz de provocar una reacción tan llamativa, que se sintiera hasta en el Inframundo, era algo de temer.

Muy pocas cosas podían hacer que tanto Azazel como Sirzechs se preocuparan, y definitivamente, esta nueva variable era una de ellas.

Sirzechs explicó, "La Facción Youkai no ha tenido ningún cambio de lejos que se pueda notar, o tan si quiera destacar en todos estos años, por lo que para que ocurra algo así... ¿crees que se deba a...?"

"¿La Brigada del Caos? Para ser honesto, lo dudo mucho, ambos sabemos muy bien que este no es su estilo de juego, ya que si hubieran tramado algo, sería directamente como el último desastre donde estuvieron involucrados... o cualquiera anterior a ese, pero igualmente no vale eliminar las sospechas sin conocimientos."

"Tienes razón, todavía debemos ser precavidos, quién sabe lo que haya sido esta anomalía, o lo que sea que la haya provocado, el estallido de energía fue demasiado grande. Mucho más que el despertar de un Longinus normal. Como mínimo, es algo preocupante."

"Entonces, ¿qué haremos?" Azazel preguntó.

"Investigar, sólo eso, necesitamos investigar con claridad que fue lo que sucedió, y tratar de no parecer demasiado invasivos con los Youkais."

"Me parece bien, ¿tienes tiempo? ¿Qué tal suenan unas vacaciones por Kyoto?" Azazel sonaba como un demonio del infierno que le susurraba a Sirzechs... nótese la ironía, porque sabía muy bien lo valioso que eran unas vacaciones para seres como ellos. Y lo mucho que las necesitaban en eso, ya que después de todo, trabajar continuamente durante siglos podía ser... um, muy malo para la salud mental.

"Hmm, por mucho que me gustaría ir de vacaciones a Kyoto con el Líder de los Caídos para perder el tiempo... todavía no quiero ser asesinado por mi Esposa especialmente cuando soy tan joven..." Sirzechs habló con sarcasmo y sudando mientras detrás suyo sentía el aura negra y maligna familiar que se extendía de su Esposa.

"¡Jajajaja! Veo que todavía tu Esposa es la que lleva las riendas de la relación. Perfecto, entonces lo dejo en tus manos, y con la suerte de Padre, nos veremos después. ¡Hasta luego!"

Azazel terminó de decir con una carcajada y colgó.

"Haaa..."

El Maou se echó para atrás en la silla con un gran suspiro.

"Grayfia."

"¿Si, Sirzechs-sama?"

"Comunícale a Serafall, Falbium y Ajuka que necesitamos tener una reunión."

"Hai."

Grayfia respondió de manera plana, sin muestras de emociones como siempre, y se retiró de la habitación.

Sirzechs se quedó donde estaba, y después de sacudir la cabeza, decidió seguir trabajando, mientras su curiosidad y posible temor por lo que había pasado en Kyoto, llenaban su cabeza.

..........

I am in Kuroinu? (Longchinchin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora