10 - Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas

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-Es un honor siempre hablar contigo, Chuya-sama. Después de lo ocurrido hace unos meses, nos preocupaba que pudieras seguir corriendo peligro.

Sirvió las tazas con té de siete azares, y curioso por el peculiar olor, Adam Frankenstein alzó la suya, deleitándose.

-Los japoneses tienen buen gusto cuando se trata de servir el té -sonrió.

-Iré al grano -se cruzó de brazos después de tomar asiento-. Quiero que lleves contigo a Fumiya.

-¿Eh? -el hombre ladeó la cabeza-. Debe haber una explicación lógica para esto. Espera, puedo adivinarlo...

Con su mirada en el líquido, movió la cabeza de un lado a otro buscando el motivo de la propuesta de Chuya; del otro lado de la mesa, se escuchó un suspiro, tan lleno de exasperación.

-No me digas, no me digas -golpeó el pie contra el suelo, ansioso-. Está bien, dímelo.

-Tsk -ganas no le faltaban para patearlo-... Me he dado cuenta que en este lugar no puedo confiar ni en mi propia sombra. Dazai está haciendo cosas a mis espaldas, nuestra hija desapareció y...

-Oh, ese es un gran problema -regresando la taza al plato tetero, Adam fijó su atención en el omega-. La Dra. Wollstonecraft dijo que no era seguro que permanecieras aquí, después de todo, fue el deseo de Koyo-sama el protegerte.

-Mi madre no tiene que ver con esto, chico listo -se masajeó la sien-. Puedo cuidarme solo, pero no puedo hacerlo si mis hijos están a expensas del peligro, por eso... He decidido que castigaré a Dazai.

-¿Castigarlo? Suena impropio de ti, Chuya-sama.

-¡Al diablo! ¿Llevarás contigo o no a Fumiya?

Adam comprendió la desesperación del pelirrojo, sus ojos azules brillaban de ira, su cuerpo temblaba como el de un perrito chihuahua en una de sus peores crisis nerviosas. Sin embargo, admiraba su fortaleza, ese instinto protector.

Digno de ser llamado el hijo de Koyo-sama.

-Chuya-sama -con la voz más severa, entonó-, ¿estás consciente de que Europol no tiene jurisdicción en Japón? Los asuntos internos de la mafia japonesa no...

-No te lo estoy pidiendo como el esposo del bastardo que Port Mafia tiene como oyabun. Te lo estoy pidiendo como el hijo de Koyo Ozaki, ¿entiendes?

-Entiendo. Antepones la seguridad de tu familia; a este punto, es difícil para ti considerar a Dazai-san como un miembro de tu propio clan, por lo que, para garantizar que tu primogénito no desaparezca, tienes que alejarlo de aquellos que representen una amenaza, así sea de ti mismo.

Un breve silencio se apoderó del ambiente, luego, con ese carácter tan serio que lo caracterizaba, el agente de Europol se levantó del asiento, colocó su mano derecha a la altura de su corazón y aseguró.

-Protegeré a Fumiya-kun, si ese es tu deseo, Chuya-sama.

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-No tienes porque aceptar esto, hermano -colocó las esposas en los tobillos del Saiko-komon.

-Gin tiene razón, es la decisión más estúpida que has tomado. ¿Renunciar a tu puesto de Saiko-komon para comprobar que no eres sospechoso? -Tachihara chasqueó la lengua-. Antes hubieras movido cielo, mar y tierra para encontrar al miserable.

-No presumas, Tachihara -respondió Ryunosuke con la voz ronca-. En cuanto salga de aquí lamentaras haberme hablado así.

-Por favor Ryunosuke, reconsideralo. Podemos convencer a Dazai-san de que no fue culpa de la vigilancia, podemos...

Unbreakable | Soukoku - Omegaverse | BSDOù les histoires vivent. Découvrez maintenant