Unbreakable | Soukoku - Omegaverse | BSD

Otra parte de la historia: No rendirse

—Europol está interrogando a Nakajima y Higuchi, creen que cuestionándoles sobre nuestro modo de operar van a obtener lo que necesitan para encontrar a Chuya-san —su voz apenas se escuchaba en el calabozo subterráneo—. ¿Cuánto tiempo planea permanecer aquí, Dazai-san?

—El necesario. No voy a aceptar unirme a esa loca, ¿sabes? —habló con pesadez—. Nunca preví que Dostoievsky fuera a utilizarla para mantenerme alejado.

—Supongo que ahora no sólo no se trata de Lyubov Dostoievskaya.

—¿Te estás burlando? —apenas pudo fruncir el ceño.

—Si me permite preguntarlo, ¿qué clase de promesa le hizo a esa mujer?

—Ni siquiera recuerdo la mitad de las cosas que le dije. Éramos adolescentes, puedo justificarme con la presión que el viejo ejerció sobre mí para sucederlo... Dejemos de lado las intenciones de esa mujer, que de eso me encargaré yo cuando el tiempo así lo requiera. Tengo un trabajo para ti, Akutagawa-kun.

—¿Qué necesita?

Un silencio bastante largo se hizo presente en la prisión.

—Acércate, debo susurrarlo a tu oído. Que estemos solos no quiere decir que nadie nos esté escuchando.

Ryunosuke dio un par de pasos al frente, hasta que quedó lo suficientemente cerca de su oyabun.

—Quiero que busques a... en... y... ¿entendido? 

—¿Por qué esa persona? —preocupado por la orden recibida, se atrevió a preguntar.

—Es el único que puede ayudarnos a encontrar a Chuya. Esa persona no toma bandos, mientras le ofrezcas una jugosa cantidad que no pueda ser vencida ni por la mafia rusa. Sospecho de Agatha, así que mientras más te apresures, más tiempo me das a mi de persuadir a la mujer que espera por mi respuesta positiva a una promesa que no recuerdo.

—Entendido —se inclinó, no estando muy conforme con la indicación.

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—Me niego rotundamente a que Dazai-kun acepte un vínculo matrimonial contigo, señorita...

—Michiko.

—Michiko-kun —repitió, con desinterés—. En esta organización sólo cuenta el presente, y el presente es que ese cabeza hueca está casado con Nakahara-kun; y mientras ambos líderes estén ausentes, soy yo quién toma las riendas de la organización.

—¿No acaso Dazai-sama estaba de acuerdo con un posible matrimonio entre su preciado hijo y yo?

—Pero Dazai-kun ya está casado, ¿puede algún ejecutivo explicarle esto? —hizo un ademán con la mani—. Escucha, niña; el oyabun está casado y con un sucesor esperando su maldito turno. Cuando te saliste de la fila de pretendientes, no hubo nunca la posibilidad de que, siquiera, te colaras de nuevo a ésta para recuperar tu lugar. Si este es el plan de Dostoievsky para tener el control de Port Mafia, me temo que es un plan mal ejecutado.

—¿Por qué meter a Fyodor en este asunto? —cuestionó burlona.

—Porque sé que ese sinvergüenza nos hará la vida imposible hasta que lo matemos entre todos —suspirando, harto de la situación, tomó su pipa y se levantó del asiento—. Si no tienes otra cosa que decirme que sea de utilidad para encontrar el paradero de Nakahara-kun, te pediré que te retires. Ango-kun, escóltala a la salida.

—Como diga, Ayatsuji-sensei.

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