Otra parte de la historia: buscando a su marioneta

97 11 11
                                    

Hacía mucho tiempo desde la última vez que había estado en Rusia, para nada San Petersburgo era su ciudad favorita, pero tenía que recuperar a su linda marioneta.

—Según nuestro informante, debe estar aquí —dijo un hombre deteniéndose frente al río Neva, en dirección a la fortaleza de Pedro y Pablo.

—Interesante —observó con curiosidad, para tener cuerpos hundidos, el río no se había puesto turbio—. ¿Qué tan fiable es la fuente de nuestro informante?

—Está infiltrado en Europol justo como usted lo solicitó, jefe. Osamu Dazai, el líder de la yakuza, dio fe de esto.

—¿Así que Osamu Dazai, eh? —sonrió de una forma extraña, casi placentera por haber escuchado ese nombre—. Tenemos muchas cosas que hacer, pero antes de partir a Japón para reunirme con ese hombre, asegúrense de investigar todo tras la muerte de Fyodor. Y si un cerdo político ruso interfiere con nuestro trabajo...

El viento sopló.

—Mantenlo.

*:・゚✧ *:・゚✧ *:・゚✧ *:・゚✧

Recorrió todo el centro de San Petersburgo pasando desapercibido como un turista común y corriente en la ciudad. Sin embargo, para que esto fuera posible, tuvo que esperar un tiempo considerablemente largo para no levantar sospechas entre los agentes de Europol.

La noticia de la muerte del pakhan del clan Dostoievsky en manos de la yakuza repercutió negativamente en la mafia italiana; ¿quién pudo ser el responsable detrás de este asesinato tan vil?

Ciertamente, el Capo di tutti capi desconocía los antecedentes que llevaron a su marioneta favorita a desatar un conflicto que —sin dudarlo— le parecía sumamente inútil. Sin embargo, no podía quedarse con los brazos cruzados, porque la mafia rusa representaba para ellos —los expertos italianos criminales— una gran fuente de armamento.

Se sabía que los clanes criminales más importantes ejercían una influencia sobre otras familias menos poderosas, y la mafia italiana no era la excepción; ellos odiaban relacionarse con los americanos y los asiáticos, pero los rusos —que imitaban su estilo de vida criminal— eran perfectos para cumplir sus objetivos.

—¿Qué hay de Mikhail? —cuestionó al entrar al edificio en ruinas de la familia Dostoievsky.

—Murió hace unos años, jefe.

—Vaya que Fyodor se tenía mucha información muy bien guardada, eh —sentándose en algunas ruinas, encendió un puro de tabaco y le dio una calada —. Me pregunto que otros secretos más voy a descubrir —expresó con molestia, el humo del tabaco lo envolvió.

—Dicen —tragó saliva, temeroso de la reacción de su jefe—... Dicen que Mikhail Andreyevich murió en manos de una organización rival, y su hijo Fyodor tomó su lugar. Parece ser que peleaba el territorio de la yakuza y a un omega.

—¿Un omega, dices? —alzó una ceja.

Este hombre misterioso estaba completamente furioso, no valía la pena seguir ocultándolo; necesitaba encontrar más información sobre lo que ocurrió entre su amado clan Dostoievsky y la yakuza. La mención de ese omega era de mucho valor, pensó por un momento en ofrecer una recompensa a quién encontrara al preciado pajarito de Osamu Dazai, y cuando lo tuviera de frente le arrancaría la lengua luego de hacerlo escupir las debilidades del demonio japonés.

El lugar donde estaba sentado olía a sangre y la vibra que transmitía era extraña; se puso alerta, sus feromonas inmediatamente comenzaron a imponerse entre aquellas que amenazaban darle lucha y que incluso sus mejores hombres —todos alfas— eran incapaces de detectar. Se levantó de un salto y dio una vuelta analizando su entorno.

Unbreakable | Soukoku - Omegaverse | BSDWhere stories live. Discover now