16 - Se busca

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El ventilador se movía de derecha a izquierda a un lado de la cama, un desayuno ligero lo esperaba en la pequeña mesita y un chico —que se esforzaba por ocultar su preocupación mientras intentaba leer un libro— esperaba por el abrir de aquellos ojos grisáceos.

Ryunosuke apretó los ojos e intentó tragar saliva, pero estaba deshidratado; cabeza, brazos y piernas también le dolían, pero fue capaz de soltar un pequeño quejido cuando intentó moverse. Lo único que le quedó fue mirar hacia el techo para reconocer el lugar, pero no logró nada aún así. 

—¿Cómo te sientes? —Chuya cerró el libro que simplemente sostenía—. Te desmayaste cuando llegamos aquí. ¿En que diablos estabas pensando haciendo un alboroto así, hah? ¿Qué no eres un mafioso? ¿No era mejor para ti llegar respaldado de hombres que te cuidaran la espalda y...?

Sus palabras fueron interrumpidas por el repentino roce de la mano del ex-consejero con la suya, una acción que nunca hubiera esperado. Y, en lugar de seguirlo regañando, solamente se limitó a sonreír y a sostenerle la mano, apretándola con sumo cuidado.

—Gracias —susurró.

—Chuya-san, ¿no se lastimó? ¿No le hicieron nada?

—Te preocupas por tonterías —dijo un poco ofendido—. Ese bastardo teme dañar a su preciado trofeo, lo único de lo que debemos preocuparnos es de su estúpida habilidad para controlar a la gente con el don de mando y sus feromonas. 

—¿Por qué luce tan tranquilo? ¿Se imagina... lo desesperados que están en el clan por encontrarlo...? —tosió.

El omega asintió, —Sé que Dazai vendrá, lo sé porque confío en él —afirmó—... por eso espero pacientemente, y lo seguiré haciendo porque también tiene que sacarte de aquí. 

Un breve silencio se hizo presente en la habitación, Akutagawa comenzó a admirar la fortaleza del omega de su líder. Casi sentía como si la paz y la confianza que Atsushi sentía por ese chico le fuera transmitida desde cualquier parte.

—... Ese hombre, Gogol... estoy aquí porque quiere matar a Dostoievsky. Pero yo no podía simplemente esperar por Dazai-san o por él... Si me permite preguntarlo —pasó la poca saliva que se le juntó en la boca—, ¿aún confía en Dazai-san a pesar de lo que ha hecho?

Chuya se dio su tiempo para pensar, —Bueno, es un maldito egoísta; no es algo que no supiera, ¿verdad? Creo que he entendido que si quiero estar con él debo aceptar todo lo que conlleva. Después de todo, no es una persona "normal"... Quiero decir —se rascó la nuca—, que Dazai es un poco complicado, y hace las cosas sin consultar a nadie, y lo entiendo porque mi opinión como madre y omega no vale para él... es sólo que...

Sus mejillas enrojecieron y con desesperación comenzó a acariciar la fría mano de Ryunosuke, su mente estaba llena de una maraña de ideas que no tenían pies ni cabeza, confundiendo sus sentimientos. 

—... Es sólo que me lastima que no valore lo que yo también puedo ser capaz de hacer. No soy un chico débil, ¿o crees que lo soy?; no necesito que me cuiden la espalda o que me mientan para mantenerme cuerdo, no necesito... no necesito liberarme de él...

Akutagawa sonrió ante las palabras del pelirrojo y apretó con fuerza su mano, giró la cara de frente al techo sin cambiar su expresión. ¿Qué podía responderle? En realidad, no había nada que decir, estaba contento porque en el fondo temió que Chuya no quisiera regresar a Yokohama por las decisiones de Dazai.

—Hoy tenemos que salir de aquí, Chuya-san —comenzó, inevitablemente, a idear la segunda fase de su proyecto de rescate—. Fyodor puede encontrarnos tarde o temprano, tendremos ventaja si comenzamos a escabullirnos por la ciudad y encontrar una forma de comunicarnos con Port Mafia.

Unbreakable | Soukoku - Omegaverse | BSDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora