La cita

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Betty pasó por el escritorio de Patricia y la encontró de espaldas, hablando por celular. Aprovechó el descuido y siguió directo a la oficina de Marcela. Pero Sandra y Aura María sí notaron el afán de la presidenta.

Dio unos suaves golpes y la voz de ella la invitó a pasar. Tenía una tonta sonrisa dibujada en sus labios, quería decirle que ya estaba todo solucionado, se sentía ansiosa por ir a contarle. Cuando terminó de abrir la puerta, su sonrisa se desdibujó. Daniel Valencia se encontraba sentado frente a Marcela, se quedó mirándola fascinado, de arriba a abajo y sin disimulo. Ella notó ese escaneo de parte del accionista y se puso nerviosa.

— Buenos días... Lamento interrumpir — no encontraba qué decir, su arrebato sin planificación acaba de dañarse— mejor vuelvo después— apenas si pudo mirar a Marcela. Cerró la puerta y se devolvió a su oficina. La vergüenza la carcomía. No miró a nadie.

Si Beatriz hubiese observado a Marcela en lugar de fijarse en el escaneo corporal de Daniel, se habría fijado en lo impactada que estaba. Verla con ese hermoso traje rojo solo le confirmó una vez más la belleza de Beatriz y lo infinita que podría llegar a ser. Su cabello y sus labios contrastaban perfectamente con ese hermoso color. Lucía elegante, dominante. Marcela sintió un ligero calor subirse a sus mejillas y agradeció que Daniel estuviese ahí, porque o si no, hubiese sido muy evidente la sorpresa si lo hubiese visto.

—Vaya, veo que la doctora Pinzón está poniéndose cada vez más linda— comentó Daniel alzando las cejas.

Marcela de mordió la lengua. Era verdad. No podía negarlo. Estaba hermosa.

— Ay, Daniel, por favor — le dijo tratando de restarle importancia al comentario — más bien por qué no me cuentas a qué se debe tu visita— dijo mientras fingía buscar algo en su escritorio, para no sostenerlea mirada a su hermano.

— Marcela, no sé si lo sepas, pero el gobierno ha decidido hacer recortes es algunos ministerios e instituciones — le dijo sin vacilar.

— ¿Y entre esos el tuyo? — cuestionó preocupada.

Le contó cuál era realmente su situación económica. La pérdida que tuvo con aquella inversión y el salir del Fondo lo dejaron prácticamente solo con los ingresos de su parte como accionista de Ecomoda. Por lo tanto, necesitaba un adelanto sobre el mismo y apelaba a Marcela para que hablara con Beatriz del tema. Sabía bien que después de todos los encuentros desafortunados con la ex, no estaba en la mejor posición para pedírselo.

Marcela rehusó. En ese preciso momento las cosas no estaban bien y probablemente, después del pequeño altercado del día anterior, no era bueno que ella le hiciera esa petición. Además, su confianza no le daba para tanto.

Finalmente, Daniel decidió lanzarse solo al ruedo. Tal vez solo pedírselo no funcionaría, así que, aprovechando la nueva imagen y lo bien que podía conversar con la presidenta, se le ocurrió un plan. Se despidió de una ligeramente distraída Marcela, le dejó su bom bom de frutas, como de costumbre y salió directo a la presidencia.

Betty apenas si lograba concentrarse en su trabajo, debía terminar de revisar el análisis presupuestal que hizo Nicolás para definir si se daba vía libre a las franquicias o no. En ese momento, apareció Daniel Valencia en su oficina.

La saludo y le pidió permiso para sentarse. Una vez cómodo, le habló.

— Doctora, Beatriz, seré breve, me gustaría hablar con usted sobre un tema muy importante— mientras decía esto, observaba cómo ella no dejaba de teclear en su computador.

— Lo lamento, doctor, pero en este momento como puede ver, estoy un poco ocupada, además, en un momento tenemos comité— despegó la mirada y giró un poco la silla para prestarle atención.
— Ya veo, doctora, sin embargo, lo que tengo que decirle me gustaría que lo habláramos en otro sitio— esta vez se quedó mirándola fijamente.

Destino - Marcela y Bettyحيث تعيش القصص. اكتشف الآن