Capítulo 16

165 34 178
                                    

Llevo un tiempo despierta, no sé cómo hemos acabado durmiendo así, pero no quiero separarme

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llevo un tiempo despierta, no sé cómo hemos acabado durmiendo así, pero no quiero separarme. Todavía no.

Me encuentro muy a gusto y calentita y literalmente pegada a Rick, mi frente descansa en su pecho, uno que se siente bastante fuerte y firme, como un muro, podría haber una explosión detrás de él que yo no me haría ni un rasguño, mis manos agarran su camiseta en un puño y una de sus piernas está entre medias de las mías, tiene una de sus manos en mi cintura que no ha dejado de casualidad porque me sujeta bien firme y la otra mano enredada en mi pelo, con su barbilla apoyada en mi cabeza.

Las noches anteriores que hemos dormido juntos no nos hemos ni rozado, en cambio esta...

No había dormido con nadie en la misma cama nunca, ni siquiera con mis amigas porque siempre teníamos suficientes camas en la misma habitación para todas cuando hacíamos noche de pijama y pelis.

Compartir cama con las hermanas de Rick cuando él trabajaba por la noche fue algo que no vi venir tampoco, simplemente sucedió, se quedaron durmiendo viendo una película en mi portátil y no las quise llevar a su cama después, estaba muy a gusto con ellas durmiendo a mi lado y a partir de ese día lo hemos hecho siempre, cada noche que él no duerme en casa.

Cuando me instale en esta casa y pusimos las condiciones sobre el tema de dormir nunca me imaginé que acabaría durmiendo con él, por lo que no sabía cómo me iba a sentir compartiendo la misma cama con alguien adulto y menos con un chico, pero cuando pasó la primera noche, no me sentí extraña, ni tan siquiera se me paso por la cabeza que pudiera acercarse, tampoco invadió mi espacio personal, cosa que otro chico no hubiera desaprovechado tal oportunidad.

Pero confío en Rick más que en nadie y es algo que se ha ganado él solo, por estar cuidándome y respetándome en todo momento, preocupándose por mí, anteponiendo su propia seguridad.

Levanto la cabeza un poco para poder verlo encontrándome con su mirada también.

—¿Te he despertado? —pregunto.

—No, ya estaba despierto —dice con voz ronca—. Yo no quería despertarte a ti.

—También estaba despierta —hago una pausa—. Esto... creo que estamos un poco enredados —le sonrío.

Noto como el calor sube a mis mejillas, pero sigo sin despegarme y él tampoco se mueve.

—¿Has dormido bien? —pregunto.

—Cuando lo has hecho tú, sí —dice distraído mientras juega con mi pelo.

—¿A qué te refieres? —cuestiono y me separo de su cuerpo para poder ponerme más a su altura, noto como aprieta los dedos en mi cintura unos segundos antes de llevar su brazo a su abdomen.

—Estabas dormida, pero no parabas de dar vueltas en la cama murmurando cosas que no entendía, estuviste casi dos horas hasta que te atraje a mi cuerpo, en poco tiempo dejaste de moverte y entonces pude dormir yo —me informa.

Distrito 24Donde viven las historias. Descúbrelo ahora