MARVEL: CAMINO DEL JUGADOR 2

CAPÍTULO 232

[Thanos POV]

Un rumor se había extendido por todo el universo hace unas semanas, sobre un ser que sabía dónde encontrar una de las piedras del infinito, que nadie tenía en posesión. Rumores como este no eran nuevos, su validez, por otro lado, era otro asunto. Las mentiras eran una ocurrencia común en el universo, una molestia con la que había aprendido a vivir, después de todo, cuanto más te mienten, más fácil se vuelve ver a través de las falsedades de los demás.

Me habían mentido mucho.

Había aprendido mucho.

Tuve que hacerlo.

Tenía una misión, una misión que requería que fuera más de lo que era, para hacer lo que nadie más estaba dispuesto a hacer.

El universo estaba sufriendo, clamaba por la salvación, clamaba por la liberación, ya que la amenaza cada vez mayor de la vida se comía los recursos finitos que había tenido dentro.

Todos lo sabían.

Todo el mundo era consciente de esto, algunos en mayor medida que otros.

Todo el mundo simplemente lo ignoró.

¿Por qué preocuparse por el problema de mañana? Esa era su mentalidad.

Todos actúan cuando ya es demasiado tarde.

Me llaman loco por darles una solución, me llaman monstruo, demonio y más, pero incluso cuando no intervengo, incluso cuando no me ensucio las manos con su sangre dándoles la salvación, todos van por el camino que les ofrecí, solo que cuando lo hacen, ya es demasiado tarde para marcar la diferencia, mataron por nada, sus sacrificios no tienen sentido.

Solo cuando estaban sufriendo, es cuando me entenderían.

Yo lo arreglaría.

Tuve que hacerlo.

Nadie más lo haría.

Era mi vocación.

Uno sombrío, pero el mío de todos modos.

"Señor, ¿estás seguro de que tienes que ir a ese planeta personalmente?" Ebony preguntó, inclinándose mientras lo hacía.

"Lo hago, no ahora, sino pronto", asentí, parte de mi deber, mi misión, era revelar las verdades y mentiras sobre las piedras, solo entonces, las encontraría todas.

"Debo disculparme por mi insolencia, pero ¿por qué no enviar a uno de nosotros? No hay necesidad de ensuciar tus manos", respondió Ebony, manteniendo la cabeza baja.

"Entiendo tu preocupación", respondí, con mis ojos mirando firmemente a la piedra de la mente, "Pero esto es algo que me gustaría hacer".

"Entonces se hará tu voluntad", respondió Ebony.

Por muy difícil que fuera esta misión, no estaba realmente solo.

"No te preocupes, Maw, cuando llegue el momento, me acompañarás", añadí, con una pequeña sonrisa en mi cara.

"Sería un honor para mí", respondió Ebony.

"¿Alguna actualización sobre las otras piedras?" Pregunté, cambiando de tema.

"Ningún señor, pero pronto, desvelaremos el misterio detrás de él, y reclamaremos lo que es legítimamente tuyo", me aseguró Ebony, con su tono lleno de confianza y admiración.

"Muy bien", respondí, preguntándome cuándo terminaría mi misión, cuándo se me permitiría simplemente vivir, en lugar de liderar, una vida sin los pesos que tengo, supongo que, como con todo, solo el tiempo lo diría.