MARVEL: CAMINO DEL JUGADOR 2

CAPÍTULO 266

Habían pasado dieciocho días desde que empecé a hacer mazmorras.

Dieciocho días desde la última vez que vi el mundo real.

Dieciocho días en los que no había dormido, en absoluto, haciendo mazmorra tras mazmorra, sin parar.

Dieciocho días en los que no había comido.

En resumen, dieciocho días en los que no había hecho nada más que matar monstruos.

[Serenity - Habilidad de arma - Pasiva - LV 571 =

Permite al usuario manejar mejor Serenity. 6281% de aumento en la eficiencia del consumo de energía.

Afinidad LV 1 = +50% de aumento a todos los potenciadores de armas.]

Durante este tiempo, me había centrado no solo en subir de nivel, sino también en aumentar mi habilidad con las armas lo más rápido posible. Experimentando con Serenity y algunas de mis otras habilidades tanto como pude.

Estaba seguro de que a este ritmo, podría enfrentar a Knull sin ninguna dificultad.

Estaba abrumadoramente contento con mi progreso, sin embargo, era hora de un descanso.

Es hora de ver cómo estaba todo el mundo, antes de volver a mi rutina.

bostecé, saliendo de la mazmorra que acababa de limpiar, teletransportando a Asgard mientras daba el primer paso.

"Oh, Thor es ba..." Me detuve a mitad de la frase, dándome cuenta de que mientras abría mi mapa que había algo mal, Sif y Adara estaban solos en su casa. Sin pensarlo dos veces, me teletransporté a su casa, a pocos pies detrás de Adara, para encontrar a primera vista a Sif acostada en el suelo tosiendo de dolor, su cuerpo espasmo, mientras Adara trataba de ayudarla.

"Bebe esto, te sentirás mejor", dijo Adara, con su tono relajante y lleno de preocupación.

No dije nada a la vista, en lugar de decidir actuar, dando un paso adelante, arrebatando a Sif de su alcance antes de que pudiera reaccionar, mientras escaneaba su cuerpo.

[ Maldición del conjunto - Aflicción única.

Los afectados por esta maldición tienen sus mentes torcidas y retorcidas, dejando nada más que ruido estático y recuerdos rotos mientras permanezca la maldición.

La maldición se transmite a través del torrente sanguíneo, lo que significa que Set requiere mezclar su propia sangre con la de su objetivo para que la maldición se active. Una vez activa, la maldición se vuelve casi imposible de levantar, ya que cualquier método de purificación de la maldición también afectaría la sangre de la víctima, que ahora se ha convertido en una con la de Set.

Estado único = Como aflicción única, esta maldición solo se puede levantar si el propio Set rompe la maldición, o dando al afligido a beber de un frasco de sangre purificada del propio Set.

[La negación] también puede curar la aflicción, al negar la sangre de Set en el cuerpo de la víctima, o la mezcla de ambas sangres de la existente, sin embargo, el usuario requiere conocer las propiedades de ambas sangres para discernir entre las negaciones.]

Necesitaba más información para levantar la maldición con [Negación], sería más fácil que la levantara, o que lo matara y purificara su sangre.

"¡Alex! ¡Has vuelto! Me alegro de que hayas venido, no sé qué hacer... Te estaba buscando y decidí preguntarle a tu novia sobre tu paradero, pero cuando vine a hablar con ella, ¡la encontré así!" Adara suspiró, su tono lleno de preocupación. "Incluso con mis poderes, lo que sea que la aflige está fuera de mi alcance para ayudar".

"¡Deshace la maldición, ahora!" Ordené, mi voz amortiguada por la rabia absoluta.

"Deshacer el... ¿es una maldición?" Adara dijo, con shock: "Entonces esto complica las cosas..."

Me di la vuelta, mirándolo mientras colocaba suavemente a Sif en su sofá, convocando a Serenity para calmar su mente, quitándole el dolor mental con los poderes que una vez pertenecieron a la piedra de la mente.

[Set - El Dios de la Serpiente - LV 2489]

"No puedes engañarme más", respondí con mis ojos puestos en Sif, mientras convocaba a un par de gólems curativos para atenderla.

"¿Qué?" Set, todavía fingiendo ser Adara, inclinó la cabeza hacia un lado, con la confusión que amenaza en su cara.

"¡Te ofrezco el lujo inmerecido de una muerte rápida, Dios de la Serpiente, así que haz lo que yo ordeno, y deshace la maldición, ahora!" Escupí, dando un paso hacia él.

En el momento en que dije eso, algo en sus ojos se rompió, como un globo que estalló, todo su comportamiento cambió, mientras se inclinó ligeramente, "Viste a través de mi disfraz, notable, pero bastante inesperado, ¿fue Gaia la que me vendió?" suspiró: "Supongo que no importa de todos modos si mi hermana me vendió o no, aunque es una lástima, estaba seguro de que las imágenes que había extraído de tus pensamientos superficiales lo harían, quiero decir, pertenecían a personas que amas inconscientemente, infierno, incluso sobrescribí mi mente y la de un clon que había creado para desempeñar el papel perfecto, planeando seguir siendo Adara, y Vest, al menos hasta que estuvieras lo suficientemente maduro para... bueno, lo verás pronto".

"Muy bien, entonces, si no la curas, no tengo ningún uso para tu existencia", respondí en un tono profundo y amenazante.

"No eres un confiado", se rió Set, con los ojos puestos en mí. "Niño, no dejes que tu arrogancia te ciegue, aunque es cierto que tu potencial es inigualable en todos los sentidos concebibles, todavía no eres más que un bebé en comparación conmigo, uno muy, muy lejos de mi liga. Sin embargo, ya que estás a punto de tirar tu vida por esa mujer sin valor, te ofreceré un trato único en la vida, ríndete a mí y levantaré la maldición".

"Ya basta de hablar, parásito pútrido", fruncí el ceño, teletransportándome a los dos a un planeta vacío para evitar lastimar a nadie, dejando atrás a Serenity para ayudar a los gólems a mantener a Sif sin ningún dolor.

"Una vez más, mi generosidad está desperdiciada, oh, bueno, eso es lo que sucede cuando quiero comer sin magullar la carne, nunca funciona", suspiró Set, sacudiendo la cabeza de decepción.

"No creo que hayas entendido completamente lo que está sucediendo, o por qué estoy tan seguro, así que antes de empezar a desmontarte y convertir tus restos en una puta bolsa, ten algo muy claro, soy más fuerte que tú", respondí, caminando hacia él.

"Eso es dulce", resopló Set, con un aspecto de miel. "Casi me siento mal por lo que estoy a punto de hacer".