MARVEL: CAMINO DEL JUGADOR 2

CAPÍTULO 272

[Ancestral POV]

Antes que nada, la preparación es la clave del éxito. De hecho, un dicho muy sabio; después de todo, no prepararse era prepararse para fracasar.

Tenía la intención de prepararme.

No solo para Knull.

Pero por lo que vino después.

No tenía dudas de que Alex ganaría esta guerra. Tenía fe en él; sabía de lo que era capaz.

Pero también sabía que dejarlo llevar solo este peso increíblemente grande solo le haría daño al final.

Alex era un diamante.

Pero incluso el diamante más duro era frágil bajo suficiente presión.

Yo soportaría algo de esa presión. Esa fue mi resolución.

"Los años deben estar llegando a mí", me reí, preguntándome cuándo exactamente tenía que empezar a cambiar. No recuerdo muy bien cuándo, pero solo que un día, mis prioridades habían cambiado un poco. "Supongo que eso está más allá del punto ahora. No hay necesidad de perder el tiempo pensando en ello; después de todo, tengo un libro que recuperar".

El Libro de los Vishanti, el yang al yin de Darkhold.

Una reliquia mágica de la antigüedad que contiene los hechizos mágicos blancos/de orden más poderosos conocidos en el universo, se dice que muchos de ellos son contrapuntos inimaginablemente poderosos para otras disciplinas mágicas, como las artes oscuras o la magia del caos. Los cuentos representan el libro como aparentemente teniendo un número infinito de páginas que se materializan de la nada a medida que el titular lee el libro.

Había perdido este poderoso libro considerado como una reliquia perdida.

Sin embargo, Alex, sin saberlo, me había dado las pistas que necesitaba para encontrarlo. Todo gracias a los libros que había copiado durante su tiempo en la biblioteca de Cagliostro. En uno de esos libros, uno en particular dedicado a hablar sobre el libro de Vishanti, encontré las piezas del rompecabezas que me faltaban.

Con dichas piezas, el resto era simplemente una cuestión de simple deducción.

El Libro de los Vishanti no estaba en este universo, pero lo sabia.

El libro estaba entre la existencia, no aquí, no allí, no en ninguna parte.

Casi me duele que no hubiera considerado tal probabilidad antes, especialmente teniendo en cuenta lo obvio que era todo ahora. Pero, sin embargo, este no era el momento de centrarse en esas cosas.

Lo importante era que había encontrado la ubicación del libro; ahora, era puramente una cuestión de usar algunos hechizos básicos para distorsionar el continuo espacio-tiempo para que pueda convocarme el libro.

"Es hora de traer un nuevo libro a mi colección", sonreí, comenzando el proceso de invocación haciendo los círculos mágicos necesarios alrededor de la habitación con mis manos. Tardaría unas horas en conseguir el libro, pero valdría la pena.

Una vez que tuviera el libro en mi poder, sería hora de comenzar el segundo paso.

Reparando un personal roto.

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[Cinco horas después.]

Después de cinco horas de trabajo duro y laborioso, finalmente lo había logrado. El Libro de los Vishanti estaba por fin en mi poder. Ahora, era hora de continuar con mi plan maestro.

"Casi sueno como un villano con esos pensamientos", me reí, poniendo el libro en mi escritorio. Realmente necesitaba ver cómo redacté mis pensamientos; después de todo, tenía una imagen que mantener.

Me reí una vez más de mi propia broma interior antes de convocar al personal que pretendía arreglar desde mi almacenamiento personal con una simple ola de mi varita, la espada a mi escudo, por así decirlo.

Como el Libro de los Vishanti no permitía a los usuarios usar su poder para la ofensa, solo otorgando al usuario hechizos en las artes de la defensa y la curación. Por lo tanto, era un escudo, mi escudo para el caso.

Mientras que el personal que pretendía arreglar sería mi hoja.

Ese personal no era otro que el Personal de Uno, o lo que quedaba de él para el caso.

Un objeto mágico tan poderoso que incluso hizo que personas como Dormammu temblaran de miedo. Un espectáculo que me encantaría ver, lo admito.

El personal solía estar en posesión de un grupo de... No estoy seguro de cómo llamarlos, pero se llamaban a sí mismos los hechiceros del futuro, un título que no eran dignos en absoluto. Les faltaban incluso de la comprensión más básica de la magia. Era muy preocupante el hecho de que hubieran tenido al personal durante tanto tiempo.

Después de derrotarlos, lo que me llevó aproximadamente un minuto, sobre todo porque había intentado convencerlos de que no pelearan primero, recuperé el personal, una hazaña que había sucedido hace bastante tiempo, de hecho, unos años.

Si no hubiera sido por la aparición de Morgana en ese entonces, tratando de seducir a Alex, seguido de la presentación de Alice, nunca habría imaginado que el personal estuviera bajo el cuidado de manos tan inadecuadas.

Desde entonces, he mantenido al personal oculto, arreglando lo que pude, un día a la vez.

Cuando lo encontré, el personal en cuestión todavía era algo funcional. Pero, lo que pudo lograr en ese estado deplorable fue un insulto al verdadero poder del personal.

Los... los hechiceros del futuro tenían, cita a cita, arreglado, el personal, y con eso, quiero decir que habían hecho el equivalente mágico de arreglar un coche con cinta adhesiva. Claro, funcionaría, por un tiempo, pero con el tiempo, dejaría de funcionar, o peor aún, explotaría.

Afortunadamente, no había explotado. Que suele ser la forma de hacer con los artículos mágicos cuando algo no está del todo bien.

En cualquier caso, había adquirido el personal hace más de un año, en condiciones aceptables, especialmente teniendo en cuenta a aquellos que lo estaban manejando antes que yo. Y desde entonces, había trabajado progresivamente para arreglar el personal y mejorarlo.

Usar otros objetos mágicos no solo para reparar el personal roto, sino también para aumentar su ya inmenso poder.

Lo había usado hasta ahora.

Las varitas de Watoomb, usando dos como materiales mientras se trabaja en el personal.

Un poco de Uru, Alex me había proporcionado para la investigación.

Y algunos artículos mágicos que Thor me había dado de las bóvedas de Asgard.

Todo y todo, estaba casi listo, y, seré completamente honesto, estaba bastante emocionado de ver cómo resultaría mi trabajo una vez que terminara.