~ Capitulo 5 ~

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Me quede en el laboratorio sola verificando los diseños que me mando a hacer kendrick, para serles sincera estoy aquí sentada en este escritorio de cristal frente a la pantalla por 7 horas, vía las paredes transparentes entraba la luz de la luna junto a las luces que tenían estos aparatos era lo único que alumbraba la habitación del genio. Respiré profundo y sentí que mi estomago se quejaba del hambre, miré el reloj ¨8:15pm¨. bufé. ¿Cuando será que tendremos un descanso para cenar? en eso suena el teléfono inalámbrico de la pared, me paré con torpeza y lo contesté.

—¿Hola?— Dije imitando felicidad.

—Dev, es Nona, quiero avisarte que ya la cena esta lista— Esta señora es un ángel.

—¡Gracias Nona! Estoy que muero de hambre— Escuché como se rio dulcemente.

—Pues baja mamita a comerte algo rico que preparé— Contestó.

—Pues gracias para allá voy— Dije esto y colgué.

Salí del laboratorio con ansias, estar ahí tanto tiempo agota.

—Hola, nona— La saludé cuando entré a la cocina, ella estaba quejándose en voz baja. —¿Pasa algo?— Pregunté acercándome.

—Esta maquina de licuado se a vuelto a dañar— Dijo con disgusto.

—Que pena ¿Puedo ayudarte en algo?— pregunté mirando la licuadora.

—De echo si, ¿Puedes buscarme la otra licuadora que esta en una habitación cerca a la tuya? por favor— Me pidió nona.

—Claro, vuelvo enseguida— dije esto y salí de una vez camino a buscarla.

Subí las escaleras hasta llegar a mi habitación, habían 3 puertas, dos a los lados y una al fondo, todas con la misma forma, lo pensé bien antes de entrar a la ultima, tome el pomo y lo giré confiada en mis pensamientos, abrí la puerta y di un grito cuando mis ojos pudieron apreciar un cuerpo muy bien formado húmedo por la ducha, tapando sus joyas con unos bóxers ajustados color gris, su rostro con el pelo mojado peinado hacia atrás y sus ojos mirándome sin ninguna expresión. No se si sentía miedo por lo que me vaya a decir, vergüenza por entrar sin preguntar, deseo por ver ese cuerpo bien tallado, ah si y hambre por todo el tiempo que dure en el laboratorio. En seguida me volteé pegando la frente de la pared de la vergüenza y solo me limite a decir.

—Lo siento señor, yo solo buscaba la licuadora que me mando a buscar nona, no sabia que esta era su habitación, mis disculpas, por favor no me despida ya he echo todo lo que me pidió en el laboratorio— Dije escupiendo vergüenza en cada una de las palabras que salían de mi boca.

—Esta bien, te mostraré donde esta la licuadora— Dijo con su voz muy cerca de mi. Mis ojos se abrieron de par en par cuando sentí esa cercanía, me voltee y cerré los ojos de nuevo al ver que estaba cerca... y desnudo, casi. —Sígueme— escuché decir de el.

Salí de la habitación tras de el observando su espalda y mis ojos se atrevieron a bajar un poco más y llegar hasta su trasero, que por cierto luce una forma atractivamente redonda . Abrió la puerta que estaba al lado de mi y se adentro, es una habilitación idéntica a la mía. Abrió el armario y saco una caja, se acerco a mi.

—Esta pesada, la bajo en un segundo— Me dijo mirándome a los ojos para luego pasar por mi lado y salir de la habitación.

...

—Dice Kenrick que la bajará en un rato— avisé a Nona entrando al comedor donde se encontraba poniendo la mesa.

—De acuerdo, gracias— Me miró sonriente, pero luego poner una cara extraña. —¿Que te pasa? parece como si viste un fantasma— Dijo riendo. Si usted supiera...

—¿Ah si?— Dije intentado no prestar mucha importancia.

—Bueno, toma asiento en lo que Brad baja— Me ordeno lo cual hice.

Tomé mi celular para hablar un poco con mis amigos para bajar mis nervios, me reía con algunas cosas que me contaba Ena y las cosas lindas que me decía Trend, hasta que apareció Kendrick, pero con ropa esta vez.

El se sento en la mesa, estábamos cerca, nos servimos de lo que hizo nona cual se veía apetitoso y comimos de ese delicioso manjar, la cena fue silenciosa como el alma de Brad Kendrick, de vez en cuando veía su rostro tan hermoso, su pelo ya estaba algo seco, lo cual se veía sedoso y limpio, igual que toda su piel, como me perdía este hombre.

Luego de la cena me despedí de nona con un beso y subí la escaleras detrás de Kendrick, yo entré en mi habitación antes de escuchar la puerta de la habitación de Kendrick indicando que ya entro a la suya, cuando entré ya estaban todas mis cosas dentro, al parecer los de la mudanza trajeron todo cuando estaba en el laboratorio, bueno hora de empezar a amueblar.

Una ayudante para el sr. KendrickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora