Una ayudante para el sr. Kendrick

~ Capitulo 44 ~

Esta era la semana de la boda, todo estaba planeado y listo para llevar a cabo todo.

Ena tuvo una idea asombrosa de llevarme a cenar junto a mis amigas y familiares féminas que llegaron al país hace poco.

Me había vestido comoda para una fiesta, me sentía como si tuviera 16 otra vez. Me coloque unos tacones y me mire al espejo por ultima vez, me gustaba como lucia. En mi reflejo en el espejo, apareció la figura de Brad en pijamas mirándome, me voltee enseguida y le dedique una sonrisa.

— Gracias a Dios que solo es una cena con chicas— comentó mi prometido acercándose a mi.

— No seas payaso— respondí con una pequeña risa para rosar sus labios y dejar que el me robara un beso.

— Diviértete, en tu despedida de soltera— dijo abrazándome, bajo sus labios hasta a mi oreja y allí susurró. — ...Pero no tanto— dijo para luego sentir como su mano apretó mis glúteos, yo gemí y luego reí entre dientes.

Brad me acompañó hasta el piso de abajo donde ya me hacían esperando las mujeres, estas se pararon de sus asientos para aplaudirme y empezar a hacer ruido. Les seguí el juego por unos segundos pero luego les pedí que bajaran la voz porque no quería que Grace se levantara y no dejara tranquilo a su papa. Todas se calmaron y nos echamos a reír al ver la cara de Brad.

— Ok... supongo que no se alocaran, pero veo que esto va por mal camino— dijo Brad metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón de chandal. — De todos modos, tengan una divertida noche—se despidió Brad con una sonrisa.

Al salir de casa, nos hacia esperando un bus de fiesta. Al entrar era como una discoteca, me parecía super genial. Enseguida pusieron música y había champaña en el vehículo, empezamos a tomar y a disfrutar la noche.

— Amiga, me amaras o me odiaras pero hoy, vas a tener la mejor fiesta de todas— dijo Ena pasando su brazo sobre mi hombro. Yo la mire extrañada.

— Si a un viaje divertido a una cena le llamas fiesta, de acuerdo amiga— respondí inocentemente. Ena me miro con cara de pena.

— Si que eres idiota... pero te amo— respondió la rubia dándome un sonoro beso en la cien para luego gritar haciendo que las demás gritasen.

Al llegar al restaurante, todas cambiaron a una actitud mas elegante y sofisticada. Me causo gracia porque hace unos segundos estaban cantando y divirtiéndose, ahora se comportan como las damas Chanel, bueno menos Ena, ella sigue siendo Ena...

— Lindo el restaurante ¿Tu lo elegiste? — le pregunte a mi rubia compañera.

— ¿Enserio lo crees? sabes que si es por mi te hubiese llevado a comer fritura al barrio chino— respondió Ena susurrando. Tiene mucha razón. — Esto me lo sugirió Ricky Ricon— continuó. Ena a optado por decirle así a Brad últimamente, Brad al principio lo odiaba pero ya se acostumbro. Me da risa porque ella se hace ver como la mas pobre, cuando su familia es de altos recursos.

— Ahora todo tiene sentido— Respondí asintiendo.

La cena continuó entre una linda platica y algunas que otras historias, Ena había pedido unas que cuantas copas y estaba calentando su cuerpo, no es que se volvía insoportable, pero es mas loca de lo normal cuando se pasa de alcohol.

Cenamos muy delicioso y a mi me pareció super genial esta despedida de soltera, algo calmado y sutil.

— Bueno, hora de irnos damas— ordenó Ena parándose de su lugar. Mientras caminaba hacia fuera del restaurante, yo iba tras de ella preocupada por si se caía o tropezaba, pero por dios es Ena, su mente trabaja mejor ebria que sobria.