~ Capitulo 38 ~

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Salimos todos en familia en la tarde a hacer algo de turismo, quizás estamos en víspera de Navidad, pero el clima es perfecto para andar aquí. Cohan estaba encantado con Grace, el la llevaba en el coche y no dejaba de mirarla, me imagino cuando Grace tenga la edad de hablar y poder hacer cosas por sí misma, se volverá loco.

— ¿Porque nunca me habías traído aquí?— Preguntó Brad, estábamos de manos caminando despacio.

— ¿Tú? ¿Siendo mi jefe? ¿Cómo diablos?— Pregunté.

— Sabias que me gustabas desde un principio, podías sugerirme esto— Dijo en forma de broma, yo solo reí.

— No se notaba, con esos cambios de humor que tenías— Dije irónica. El rió.

— Perdón, ese tiempo fue complicado, estaba en una situación que me sentía encarcelado— Dijo con un suspiro de tristeza al final.

— ¿Por qué, mi amor?— Pregunté envolviendo mi brazo en el suyo.

— Porqué Kristen regresa, siento que no puedo hacer nada, luego se va de nuevo y al tiempo vuelve, los problemas y muchos otros factores, que desde que llegaste a ayudarme no sólo ha sido laboralmente, si no emocional ¿Quién diría que hoy en día estuviera aquí, disfrutando el momento, con una preciosa hija y una mujer a quien amo? Todo esto es gracias a ti, me enseñaste otra perspectiva del mundo— Al momento que dijo esto, se detuvo, fijo su mirada en mis ojos. — Gracias— Al decirme esto, sus labios besaron los míos tiernamente, sentía que mis piernas no aguantaban mi peso, simplemente me derrite.

Paramos a comer a un restaurante en la playa, era algo sofisticado, pero no para ir en saco y corbata. Cohan se sentó al lado de Grace, toda su atención estaba en aquella niña, no podía dejarla sola ni un minuto, bien lo dijo papa, se volvería loco. Grace empezó a estirarse intentando tomar el vaso de Cohan, el observó eso y la miro con ternura.

— ¿Quieres mi jugo?— Preguntó Cohan señalando el caso, ella enseguida empezó a alegrarse. — ¿Puedo?— Preguntó a nosotros, yo le asentí. El delicadamente tomo el jugo y colocó con cuidado el sorbete en la boca de Grace, ella enseguida succiono y empezó a disfrutar el jugo.

— Mmmm...— Escuchamos un escandaloso ruido de delicia por parte de Grace, todos nos reímos de ternura y ella solo aplaudió.

Después de almorzar, decidimos bajar hacia la playa y caminar en la arena, como almorzamos tarde el sol estaba suave. Cohan tomó a Grace y le hundía los piesitos en la orilla de la playa, ella disfrutaba cada vez que la corriente venía y mojaba un poquito sus pies, Brad aprovechó y tomo muchas fotos.

Al llegar a la casa, mi padre y Brad se sentaron en el barsito que tiene la casa a tomarse unos tragos, Cohan se quedó con Grace en sala viendo TV mientras la acurrucaba en sus brazos para que se durmiera, mientras yo y madre paramos en la galería a tomarnos un té.

— ¿Cómo te sientes ahora que eres madre?— Preguntó mi madre dándole un sorbo al té.

— Es maravilloso mama, aunque para serte sincera he tenido que leer mucho e investigar, incluso tome unas clases con Kendrick, se nos hacía muy difícil saber manejar a un niño, pero ya le tomamos el ritmo— Dije y mi madre se rió.

— Es normal— Comentó.

— Si, lastima que no estuviste a mi lado para ayudarme— Dije algo triste, ella simplemente sonrío.

— Eso no era necesario Dev, siempre has sido lo suficiente valiente para aprender a hacer las cosas tú sola, no le temes a nada y todo lo logras— Dijo mi madre acariciando mi mano. — Solo recuerda que te fuiste de casa con solo dieciocho años, sola, sin saber nada a otro país y ahora regresas graduada, realizada y con una bebe hermosa, no puedo estar más orgullosa de ti mí amor— Dijo con una gran sonrisa, yo no dude en abrazarla, sin duda era la mejor madre del mundo.

— Eres la mejor mama del mundo— Dije apretándola más a mi.

— Tu también lo eres, mi amor— Dijo mi madre.

Después de durar un rato más hablando, nos dimos cuenta que era muy tarde y decidimos entrar. Ya en la sala no había nadie todo estaba apagado, así que mi madre y yo nos despedimos, nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones, entre con cuidado en la mía y me di cuenta que la televisión estaba prendida, Kendrick estaba viendo TV, me acerqué a la cuna y Grace estaba más que rendida.

— Siento la tardanza — Dije en voz baja mientras me quitaba los pantalones. Él hizo una seña para que me acostara a su lado, después de quitarme la blusa, camine hasta la cama y me acosté abrazando su cuerpo.

— Veo que tú y papá se llevan súper bien— Dije dado besos en su desnudo pecho.

— Si, ya me quiere como su hijo— Dijo entre una risa ahogada. — Estoy exhausto, mañana nos espera otro día— Dijo arropándome con su cuerpo, yo reí y luego me acomode para poder descansar.

En la mañana, nos sentamos todos en la mesa a desayunar, mi madre se había adelantado sin mí a hacer el desayuno.

— ¿Cómo van las becas, Campeón?— Preguntó mi papá a Cohan.

— No van muy bien, al parecer la única forma de conseguirla es con un apadrinado y eso se tarde mucho— Dijo con disgusto, yo iba a decirle algo pero Brad se adelantó.

— Yo puedo apadrinarte— Dijo masticando algo de fruta. Cohan y mi padre lo miraron sorprendidos.

— Eso es demasiado Brad— Dijo mi papa.

— ¿No es que soy parte de la familia? Cohan es como mi hermano y se lo mucho que quiere esa beca para poder tener la oportunidad de jugar en la NBA ¿Por que no ayudar?— Dijo Brad sonriendo, yo le sonreí por la forma tan simpática que se expresó, mi papá también hizo lo mismo.

— Gracias, enserio Kendrick— Dijo Cohan sin poderlo creer.

— No hay porque, Lewis— Dijo Brad sonriéndole. Mi mama me miro y sabía que estaba encantada. No espero a que sea noche buena y podérselo presentar a la familia entera.

Una ayudante para el sr. KendrickWhere stories live. Discover now