~ Capitulo 30 ~

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Narra Kendrick.

Llegue a la oficina echo una candela, quería desaparecer a Kristen de una vez por todas, tenerla en tu vida es como si tuvieras un amuleto de joderte la vida, todo te sale increíblemente mal. Tome asiento, empecé a hacer ejercicios de respiración, porque se me esta subiendo todo a la cabeza. Unos minutos después, vi que la puerta se abrió y luego vi a Kristen entrar.

— ¿Que paso mi amor?— Preguntó acercándose a mi.

— Necesito hablar contigo seriamente— Dije arrastrando mi silla un poco mas lejos de lo que ella estaba, en un movimiento rápido Kristen quedo en mis piernas.

— ¿De que?— Dijo seduciendo su tono, yo la desmonte de mis piernas y me paré de la silla.

— Quiero que te alejes de mi vida, para siempre, ósea largo, lejos, te regalo un avión para que te vayas a Australia y no regreses aquí, lo que quieras pero largo— Dije desesperado, ella en cambio me dio la sonrisa típica de cuando no hace caso a mis palabras.

— Pero si soy toda tuya— Dijo mientras con su mano resbalaba su blusa intencionalmente.

— No, no quiero que seas mía, busca a otra persona que te quiera— Dije agitando mis manos en el aire. Ella seguía desvistiéndose, se acerco a mi rápidamente y antes de toparme, la puerta de mi oficina se abrió de repente, los dos nos espantamos, pero mi corazón se congelo al ver a Devonne parada allí ¿Como me salvo de esta?. — No mi amor–dije apresurando mi paso hacia ella, pero ella retrocedía aun con sus manos en la boca sin poderlo creer. — No es lo que crees, esto es una trampa mi amor, por favor, créeme— Dije cojeando hacia ella, su figura salió corriendo hacia el ascensor, intente caminar rápido, ya que correr no podía, pero antes de poder llegar, su cuerpo se desapareció. Una corriente de enojo recorrió mi cuerpo, me gire hacia atrás y mire fijamente a Kristen.

— Eres lo peor del mundo, un amuleto maldito, el karma en carne y hueso, el veneno andante, inhalas mala suerte y exhalas brujerías, votas mentiras por los poros— Escupía cada palabra mientras me acercaba a su persona, la habitación hizo silencio, no me importaba que estaban mis empleados. Ella se quedo mirándome con rabia, sus ojos brillaban, pronto estaría lagrimando. —¡Piérdete, jamas te vuelvas a cruzar por mis ojos!— Dije en voz alta, ella dio un pequeño brinco y sin pensarlo mas se fue de la vista de todos en la habitación.


Llegue a casa, después de estacionar, me baje del vehículo y camine hasta entrar en la casa, la primera persona que vi fue a Ami en la cocina, estaba partiendo unos brownies.

— Nena ¿Has visto a Dev?— Le pregunté intentando estar calmado.

— No, hace un rato que no la veo— Respondió calmada, yo asentí y salí de la cocina hacia la sala, los primos estaban jugando a la consola, mientras los demás veían, no había señal de Dev por aquí. Ya mi corazón latía mas lento, los pasos se me hacían espesos, llegué a mi habitación y camine por todo el área, al no verla decidí llamarla a su celular, pero estaba apagado. Me tire en la cama y me fije que allí estaban su celular y tablet, ambos apagados, los deje de un tiro en la cama de nuevo y me fije en el armario, allí no había nada de ella, entonces mi cabeza se sintió pesada, mis ojos se aguaron y mi respiración se hacia cada vez mas condensada.


Baje las escaleras con la mirada fija en la nada, me sentía vacío, este era mi mas grande miedo, sin embargo nunca le dije que el contrato de Europa fue aceptado, porque no quería que su idea de marcharse siguiera. Cuando llegue a la sala donde estaban todos, mire a mi madre fijamente, ella se percato de que la miraba y se fijo en mi, me sentía anestesiado.

— Vete...— Dije sin ninguna expresión, todo se puso en silencio y la tensión tomo una posición alta en el ambiente.

— ¿Que?— Dijo confundida.

Una ayudante para el sr. KendrickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora