~ Capitulo 26 ~

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Preparaba un café en la pequeña cocina, había amanecido relajada y sintiéndome libre. Mientras la máquina cafetera trabajaba, me puse a pensar en la posición en que estaba mi vida, como a cambiado desde que conocí a Kendrick, todas las emociones que he pasado con el, las vivencias y muchos factores más de los cuales nunca me imaginé estar parada en donde estoy y mucho menos con el, me gusta estar así con el pero Kristen aún daña mis pensamientos.

El chillido de la máquina hizo que saliera de mi pensamiento y pegue un pequeño brinco, me había ido un poco lejos. Tome la cantina de vidrio y vertí un poco de café en una taza, eche algo de azúcar y un poco de leche. Unas manos apretaron mi cintura y me balancearon junto a él.

— ¿No hay café para mí?— Susurró en mi oreja, yo automáticamente sonreí.

— Claro ¿Sin leche?— Pregunté mientras tomaba otra taza para echar café allí, escuche un sonido de aprobación de su garganta. Terminé de prepararlo y me giré en el pequeño espacio, ya que sus brazos me acorralaban, su rostro estaba cerca del mío, sonrío y me dio un pequeño beso.

Nos recostamos en el sillón mientras veíamos una serie, mi cuerpo estaba acomodado en su pecho, sus piernas me acunaban, una de sus manos jugaba con mi cabello lacio y la otra dibujaba círculos en mis muslos.

— Nos iremos mañana en la tarde— Comentó Kendrick mirando la pantalla con atención, yo me acomode enseguida para verlo a la cara y fruncí el sueño, el me miró igual.

— ¿Por qué?— Dije con tono de desencanto.

— ¿Recuerdas que tengo una compañía,verdad?— Dijo con una tonalidad burlona, mi cara se entristeció. La verdad quería quedarme más tiempo aquí, tengo miedo de volver y que nada vuelva a ser lo mismo. — ¿Qué te pasa mi vida?— Dijo con una voz tierna, sus dedos delicadamente quitaron algunos flequillos de mi cara.

— Es solo que, quiero quedarme acá, me encanta lo que vivimos en estos pocos días— Dije con la voz ronca, sentía como si quisiera llorar.

— ¡Hey! No llores, podemos seguir viviendo maravillas en casa—  Dijo adorable, yo lo miré con los ojos cristalizados.

—Es que nada va a ser igual...— Dije intentando contener mis lágrimas, no sé porque me ponía de esta forma.

— ¿Lo dices por miedo a no estar conmigo?—Preguntó, yo asentí tímidamente y una pequeña carcajada salió de sus labios, antes de poder decir algo, sus brazos me atraparon, abrazándome y dándome besos en diferentes partes de mi cabeza. — Te quiero mi amor—Escuché que decía entre besos.
— Es más, tengo una idea— Dijo mientras salió disparado del sillón, dejándome sola en la sala, la puerta del cuarto se cerró con pestillo y yo me quedé viendo la puerta sin entender lo que pasaba.

Después de varios minutos escuché que Kendrick me llamaba, yo despacio me pare del sofá y camine hasta la puerta, con cuidado tome la perilla y gire de ella, despacio empuje la puerta y un aroma inundó mi nariz, mire hacia el cuarto y las ventanas estaban cubiertas por las cortinas, solo la luz de las velas iluminaban un poco, mi mirada se cristalizó al ver que en la cama habían unos pétalos de rosas y formaba una pregunta "¿Quieres ser mia?" Mis manos se dirigieron a mi boca, mis ojos botaron aquellas lagrimas que hacen ratos querían salir, el cuerpo de Kendrick estaba recostado en la puerta del baño, llevaba un traje puesto y una rosa entre las manos.

— ¿Entonces qué dices?— Dijo mirándome a los ojos, él empezó a acercarse y yo no sabía qué hacer, nunca nadie había echo algo así conmigo.

— Si, si quiero— Dije emocionada para luego brincar a sus brazos y amarrar mis piernas en su cadera, nuestros labios se unieron formando un rico y apasionado beso, que hizo que nuestras calenturas subieran en nuestro cuerpo. Él camino de espaldas hasta quedar los dos en la cama y dejarnos llevar por nuestros deseos.

— ¿Por qué te pusiste un traje?— Pregunté algo agitada.

— Pensaba que esto iba a pasar más tarde— Dijo con la misma respiración que yo.

— Pues está bien, más luego—  Dije intentando salir de encima de él, pero sus manos sujetaron mis caderas, dando una vuelta ahora el quedando encima de mi.

— Ya es muy tarde— Susurró en mis labios, sin esperar que diga algo, los besó deseosamente.

Nuestros cuerpos desnudos descansaban en la cama, mi cabeza estaba recostada en su húmedo pecho, mientras que sus dedos bailaban en mi espalda. Mi mirada estaba fija en el tarro que decoraba la mesa de noche, antes estaba llena de rosas blancas, una sonrisa se dibujó en mi rostro al verlo vacío, esa eran las rosas que Brad usó para la pregunta, cuál todos los pétalos estaban repartidos en el suelo y otros en la cama.

Verifiqué que todo estuviera empacado, igual Kendrick. En la última noche bajo el cielo de París, decidimos salir y disfrutar un poco. Salimos a cenar y luego a caminar en el bulevar. El hacia todo perfecto para mí, cada cosa que decía, era lo que necesitaba oír, cada cosa que hacía era lo que necesitaba sentir, la conexión entre los dos es inigualable.

Al otro día, nos dirigimos al aeropuerto y esperamos a que el avión de Kendrick estuviera preparado para partir, luego de unas horas, abordamos y minutos después ya nos encontrábamos en el aire, rumbo a casa.

— Mi amor, llegamos— Susurró Kendrick, yo despacio abrí los ojos y me di cuenta que estábamos en la casa, mire a Kendrick desconcertada y el me sonrió.

Salí del vehículo y vi que Richard bajaba las maletas, entré a casa con el sueño en mi espalda, subí los escalones como pude e intente llegar a mi habitación, mire mi cama y me lancé sobre ella.

— ¿No dormirás conmigo, amor?— Preguntó Kendrick en la puerta, yo abrí los ojos, cuales se sentían pesados y con pasos torpes salí de mi habitación, Kendrick hizo un espacio para que caminará delante y luego yo abrí la puerta, mire su cama, en el camino de la puerta hasta su cama me fui desvistiendo hasta quedar solo en la blusa que traía, escuchaba como Kendrick recogía cada rastro de ropa que dejaba. Me tiré en el colchón y cerré los ojos en búsqueda de sueño.

— Buenas noches, Dev— Escuché su susurro junto a un beso en mi mejilla, antes de caer dormida.

Desperté en vuelta en sabanas, di algunas vueltas para poderme estirar, mire hacia mi lado y me fijé que Kendrick no estaba, fruncí el ceño.

— ¡Brad!—  Dije su nombre en voz alta a ver si estaba en algún lugar de la habitación, pero no recibí ninguna señal. Mire la mesita de noche y me fijé que mi celular estaba en la mesita de noche, al parecer Kendrick lo saco de mi pantalón anoche. Lo tome en mis manos y me fijé que tenía algunos mensajes, entre esos algunos de Trend, recordé que tenía que hablar con el, creo que ya es hora de aclarar mis sentimientos hacia el, no me gusta ilusionarlo y pensar que juego con sus sentimientos, mientras más pronto resuelvo esto, mejores serán las cosas.

"Para: Trend D.

Amigo, ya volví al país, quiero hablar contigo urgente ¿Nos juntamos en la heladería de la playa?"

Le di a enviar y unos segundos después escuché que había enviado un mensaje.

"De: Trend D.

Claro, preciosa, nos vemos a las 2:00PM"

Una ayudante para el sr. KendrickWhere stories live. Discover now