CONTRATO MATRIMONIAL• |H.S| (Editando)

CAPÍTULO 9

HARRY:

Estoy pagando terriblemente mi error. Tal vez era lo que mi padre pretendía desde un principio con todo esto de un matrimonio falso para salvar su estúpida empresa. Lo más molesto de todo, sin embargo, es que Eloisa no haya consultado conmigo nada de lo que ha hecho para el viaje y ahora lo del hotel; y como si eso fuera poco, también tuve que viajar con ____ Parker.
Al llegar a la habitación del hotel, lo primero que hago es llamar a casa.

--- ¿Hola? --- Me contesta Eloisa.

--- Soy Harry ... --- Murmuro.

--- ¡Harry, cariño! ¿Que tal va todo? --- Cuestiona alegremente interrumpiéndome. No se si lo que me enfurece más es el tono alegre que emplea, o el hecho que me pregunte como va todo cuando sabe que nada podría ir bien cuando prácticamente me han obligado a cadarme y posteriormente viajar.

--- Mal --- Farfullo ---¿Como crees que podría estar? ... Es ... ¡¿Quien demonios reservó la habitación?!

--- ¡Oh, cariño! --- Exclama --- Tu tío Jacob insistió. Quiso pagar tu luna de miel y el mismo lo reservo todo. Dijo que era su regalo de bodas, y yo no pude negarme. Sabes muy bien que estamos haciendo todo esto por el ...

Respiro profundamente tratando de no explotar en ese mismo momento mientras siento mi cabeza palpitar de ira al compás de mi corazón. Parece irreal a todo lo que hemos llegado por dinero. Todo esto es demasiado.
Cuelgo el teléfono sin darle tiempo a Eloisa de decir nada más sabiendo que desde hace mucho no estaba escuchando nada de lo que decía. Entro de nuevo a la habitación y me encuentro con ____ de pie en medio de ella con su expresión temerosa y ojos muy brillantes detrás de sus lentes.
Todo lo que puedo sentir por ella y por mi es desprecio. Sobre todo por mi, porque en parte sé que esto no es culpa suya; y aún así ella ha sido de alguna manera la única persona cercana con la que podría haber descargado mi frustración, sin embargo me he dedicado a tratar de controlar mi temperamento aunque me sea muy difícil.
Decido alejarme de allí queriendo olvidarlo todo, sin tener una clara idea de el lugar al que iré.

______:

Permanezco despierta frotando nerviosamente mis manos mientras miro el pequeño reloj situado a un lado de la mesa de noche. Son las tres de la tarde.
El señor Styles no ha vuelto desde que salió esta mañana. La preocupación respecto a lo que pueda suceder no me ha permitido hacer otra cosa que pensar situaciones trágicas e incoherentes.
Tome una ducha hace poco y he estado la mayor parte del tiempo sentada en la habitación y otras veces en el balcón sin poder disfrutar de la hermosa vista que es lugar ofrece. Mi madre me ha llamado algunas dos veces y he tenido que fingir que todo está bien, aunque en realidad estoy hecha un manojo de nervios.

¿ Y si el señor Styles volvió a Londres y me dejó aquí? ... ¿Será posible?

Empiezo a pasearme por la habitación desesperadamente, aterrorizada ante la idea.

De repente veo un bulto en una de las esquinas de la habitación. Su equipaje.

No es posible, su maleta aún está aquí. No pudo marcharse.

Suspiro con cierta tranquilidad. Me rindo. Una vez más, me quedo sentada en la mullida cama sin atreverme a hacer nada más que mirar el reloj y la luz del sólo colándose por la ventana del balcón.
En realidad, no es como si esperara que él pasará tiempo conmigo, o las cosas fueran diferentes o se comportará como si yo le importara, se trata de que al menos pudo haber ...
Bueno, ya no importa. El hecho es que pasan las horas lentamente, pronto son las seis, luego las nueve ... y después las once de la noche y jamás lo veo llegar, y no se si debería preocuparme.
Me quedo dormida prácticamente sin darme cuenta y escucho golpes secos, mientras, en sueños caigo al vacío. Me despierto sobresaltada aún escuchando los ruidos de la puerta y el leve sonido del metal chocando uno contra otro y se que alguien está tratando de abrir la puerta.
Me levanto rápidamente y me quedo de pie al lado de la cama mientas acomodo mis lentes y veo entrar la figura alta del señor Styles, apenas distinguible entre las sombras. Enciendo la lámpara al lado de la cama velozmente y entonces lo veo entrar tambaleándose con la camisa con más botones abiertos de lo habitual y el cabello totalmente revuelto. Me quedo observándolo sin saber que hacer.
El no parece percatarse de mi presencia hasta mucho después.