CAPÍTULO 33

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Harry:

Conduzco en silencio en medio del tránsito de la calle con Liam en el asiento del copiloto mirando al frente con gesto pensativo.

--- ¿Crees que Gemma estará bien? --- Interroga repentinamente.

--- ¿Porque no lo estaría? --- Susurro sin comprender.

--- Ahora que seremos tres ... Estaba pensando que probablemente muchas cosas cambien. ¿Crees que todo salga bien?

--- Por supuesto, no creo que Gemma haga nada indebido. --- Bromeo --- Seguro estará bien, ell estaba bastante emocionada

--- Yo también lo estoy --- Habla apartando su mirada hacia la ventana sonriendo. Prácticamente la misma sonrisa de gato de Cheeshire que tenia cuando, en medio de la cena, él y mi hermana anunciaron que tendrían su primer hijo.
En ese momento, no pude evitar pensar en Edward y en la situación actual.

Liam permanece en silencio hasta que algunos minutos después llegamos al el lugar indicado. Resulta paradójico el hecho de que esté acompañando a Liam a este lugar para celebrar la noticia de la llegada de un nuevo miembro a la familia cuando mi ánimo esta muy lejos de un ambiente festivo.
Han pasado dos días desde que fui al hospital para intentar ver a mi hijo. Hace tres días que ____ Parker, una vez más, me negó la oportunidad de estar cerca de él y no logro entender cual es su empeño en mantenerlo alejado de mi.
Nos adentramos en el bar, que resulta ser un lugar más amplio de lo que se veía desde afuera. Las luces son tenues y las mesas se encuentran repartidas por todo el lugar, en su mayoría vacías. Liam y yo tomamos asiento frente a la barra.

---El primero corre por mi cuenta --- Habla Liam mientras hace un gesto al barman, que poco tiempo después trae dos vasos de alcohol.
El tiempo pasa rápidamente y seguimos tomando tragos, un vaso tras otro, por lo que antes de que lo notemos ambos estamos demasiado ebrios como para recordar quienes somos. Por lo menos Liam luce de esa forma, mientras yo siento que estoy empezando a estar mareado.

--- No tomes tanto. Debes estar sobrio para conducir --- Articula Liam con dificultad, arrastrando las palabras.

--- Estoy perfectamente --- Respondo en el mismo tono, mientras tomo otro vaso de alcohol de un solo trago y me apoyo en la barra.

--- ¿Sabes?, Me siento muy afortunado --- Habla mientras se reclina sobre la barra y toma otro trago --- Todo esto de ser padre es algo nuevo e increíble y no sé si voy a poder con eso, no sé si seré un buen padre ...

--- Lo serás, Liam. Tú no eres como yo --- Admito mientras Liam me observa con un vaso de alcohol en la mano.

--- ¿Lo dices ... Por lo que paso ayer? --- Farfulla, y antes de darme tiempo a responder, prosigue: --- Tienes toda la razón. No seré como tú.

--- ¿Crees que mi hijo me odie?

--- No, aún es muy pequeño. Cuando sea mayor ... Seguro que lo hará. Probablemente ni siquiera querrá ver tu cara ...

--- Soy despreciable.

Liam asiente dándome la razón, aunque parece comenzar a dormirse.

--- ¿Crees que soy despreciable? --- Murmuro.
Liam luce totalmente ebrio y yo no debo estar mucho mejor, pero incluso con la poca conciencia que me queda, noto que esta conversación no tiene mucho sentido.

--- No, no. Para nada ... Ese tipo de cosas sucede ... --- Rezonga. Liam deja de hablar repentinamente y se queda algún tiempo pensando con el ceño fruncido antes de cambiar radicalmente de tema y comenzar a contar una anécdota de la universidad, que resulta mucho más divertida que de costumbre.

CONTRATO MATRIMONIAL• |H.S| (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora