CAPITULO 25

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Las gotas de lluvia chocan contra la ventana de mi habitación cuando despierto. Realizo la misma rutina de cada día, y cuando estoy lista y Ed se encuentra desayunando en el mesón de la cocina balanceando sus pequeños pies desde su silla, empiezo a organizar todos los documentos que necesito.
Otra vez, no tengo la suerte de llegar lo suficientemente temprano a las empresas Horan, o tal vez, aquí la jornada laboral comienza demasiado temprano. Hay gran cantidad de personas caminando por el lugar, y pronto, llegan las restantes cinco personas que integran el grupo; por lo que nos dirigimos directamente a la oficina de gerencia en la que el hombre aprueba efusivamente el eslogan que hemos creado.
Poco después de eso, comenzamos a trabajar en la imagen que tendrá la valla publicitaria. Todo esta yendo maravillosamente rápido aquí, y no recuerdo haber estado nunca en un equipo de trabajo tan eficiente. Aún en el receso del mediodía permanezco frente al ordenador intentando decidirme por los colores que llevará el trabajo. Si hay algo que he aprendido, es que en el ámbito publicitario cada cosa quiere decir algo: Desde las formas y la ubicación, hasta los colores.

--- Buenas tardes, lamento interrumpirte --- Murmura una voz masculina haciendo que aleje mi vista del ordenador. Levanto la vista y miro, de pie frente a mi un hombre alto, con una pequeña sonrisa grabada en el rostro. Una sonrisa particular; dulce y peculiar que hace que se vea medianamente infantil, en contraste con su imponente altura.
>> --- Yo solo ... Oh, debí suponerlo, yo ... --- Murmura ante mi mirada extrañada. Luce contrariado mientras mueve sus manos en repetidas ocasiones sacudiendo los papeles que sujeta entre ellas. Al final, una nueva sonrisa; amplia y avergonzada se extiende por su rostro.

>> --- Lo siento, me llamo Dylan, Dylan O'brien. Soy el jefe de relaciones públicas y estaba justo aquí, intentando preguntarte si habías visto a Sussy Appleby, la directora de finanzas, antes de que sufriera un lapsus mental al darme cuenta que no trabajas aquí. Lamento si llegué a ... Asustarte --- Murmura burlándose de si mismo mientras yo me pongo de pie mirándolo medianamente perpleja.

--- No, no estaba asustada. Y técnicamente si trabajo aquí. --- Murmuro esbozando una sonrisa --- Soy ____ Parker.

--- Si, bueno, me refería a que no trabajas aquí de manera constante, y sé quien eres. Conozco tu trabajo --- Murmura, y agrega ante mi mirada extrañada: --- Aquí entre nos, siempre quise ser publicista. Es por eso que estoy enterado de lo que tiene que ver con ello. Eras una publicista reconocida en Los Ángeles, vi la campaña de marketing que hiciste para Versace y debo decirte que ti trabajo es realmente bueno --- Concluye.

--- Gracias ... --- Susurro, y después de ello; se forma un silencio medianamente incómodo entre ambos.

--- Yo ... Debo esperar a Sussy para entregarle estos papeles, ¿No te importaría un poco de compañía?

--- No, está bien. De hecho necesito un poco de ayuda con respecto a los colores ...

--- ¿Y el equipo de publicidad?

--- Sucede que decidimos que cada uno de nosotros presentara una propuesta distinta --- Explico.

--- Oh, ya veo. Será todo un honor para mi poder ayudarte en uno de tus trabajos de publicidad --- Sonríe una vez más tomando asiento a mi lado.

Durante el receso, no hice más que sorprenderme de lo mucho que el jefe de relaciones públicas de las empresas Horan sabía de publicidad. Además de su simpatía y su gran sentido del humor.

Cuando el receso acaba, las personas comienzan a llegar poco a poco hasta prácticamente llenar la estancia de murmullos y ruidos telefónicos. Una mujer pelirroja de brillantes ojos marrones atraviesa las puertas del ascensor y entonces, Dylan se levanta de su asiento; por lo que intuyo, ella debe ser Sussy Appleby.

CONTRATO MATRIMONIAL• |H.S| (Editando)Where stories live. Discover now