CAPÍTULO 40

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El movimiento repetitivo de mi cama y una risa traviesa me despierta en la mañana. Cuando abro los ojos me encuentro con Edward saltando sobre esta mientras ríe.
Es todo lo que necesito para que mi día empiece bien.

Pronto, ambos estamos en camino a casa de mi madre junto a Cassey. Poco después, solo somos ella y yo conduciendo hasta la empresa.
Mientras conduzco, comienzo repentinamente a repasar la conversación del día de ayer con Dylan. Entonces me empiezo a preguntar si realmente estuvo bien haberle contado todo aquello que le confesé. En ese momento sentí que me quitaba un peso de encima, y una vez más comprobé la maravillosa persona que es este hombre al no haberme juzgado y haberme escuchado sin cuestionarme.
Permanezco en silencio durante un largo trayecto sintiendo la mirada color miel de Cassey sobre mi.

--- ¿Pasa algo?

--- Estaba esperando que preguntaras. --- Cassey pone los ojos en blanco --- Adivina a quien le han pedido otra cita.

--- ¿A quién?

--- ¡A mí! --- La vehemencia en su tono de voz consigue hacerme reír --- Estuvimos en un restaurante ayer.

--- Parece que están avanzando muy rápido ustedes dos --- Susurro con diversión.

--- Así es, ahora cuentame de tu noche con Dylan.

--- ¿Mi noche?

--- Deja de hacerte la tonta. Sabes a lo que me refiero.

--- Cass, sólo hablamos mientras me llevaba a casa. Parece que tu tenias todo este asunto planeado.

--- Fue una idea completamente espontánea. --- Habla Cassey pareciendo una niña --- Culpa de todo a mi ingenio.

Cuando finalmente llegamos a la empresa con Cassey aún con una gran sonrisa en su rostro, subimos al ascensor como cada día. Todo parece marchar con normalidad hasta que él aparece. Harry nos mira casi con indiferencia con sus penetrantes ojos. Murmura un cortante saludo y se ubica de pie justo delante de nosotras dándonos la espalda. Cassey hace una mueca de fastidio mientras yo respondo a su saludo en un susurro sin querer darle mayor importancia a su llegada; sin embargo fallo estrepitosamente en el intento. Antes de que yo misma lo note, me encuentro analizándolo detalladamente y su espalda tensa delata lo que ya era obvio: Está molesto y no tengo claro el porqué. Probablemente el motivo ni siquiera tenga que ver conmigo, sin embargo me encuentro intentando encontrar una razón que justifique su manera de actuar a mi alrededor o su forma de mirarme el día de ayer, no obstante sigo sin encontrar ese algo que pide haber hecho para provocar su actitud. En realidad, la ultima vez que hablamos, todo parecía ir bien a pesar de la mirada de odio que me dirigió el día del juicio por la custodiar de Ed. No sé porqué pensé que después de nuestra pequeña conversación el día que conoció a Eddie las cosas cambiarían y mantendríamos una relación medianamente cordial, sin embargo sé que yo tampoco puedo olvidar con facilidad el pasado.
Ignorando todo esto, cuando el ruido del ascensor indica que llegamos, salimos y nos dirigimos a nuestros puestos de trabajo. No puedo evitar que mi mirada se desvíe hacia el hombre de cabello castaño que camina a paso rápido hasta su oficina con las manos en sus bolsillos.

Trato de concentrarme en la creación de la campaña publicitaria televisiva, pero mi mente parece estar en blanco. En realidad no en blanco, si no ocupada con muchos otros pensamientos ...

•••

En cuanto entro a la oficina intento ordenar un poco los desordenados papeles en el escritorio de mi oficina.

CONTRATO MATRIMONIAL• |H.S| (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora