Momotarou Mikoshiba x Lector (11)

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Pyunsuke desde su pecera, movía sus tenazas, golpeándolas contra el cristal. Aquel bichajo era como un perro, todo el tiempo tenía hambre y pedía atención. (T/N) ya se había acostumbrado al escarabajo, que cada día su vida se iba acortando. Le entristecía aquello un poco, porque lo tenían desde su adolescencia. 

Dejo algo del dulce favorito del insecto en una rama y este inmediatamente fue a comerlo.

—Al menos tu me haces compañía, Pyun. —murmuro la diseñadora de juegos. Llevaba el cabello atado en una coleta y el estomago le sobresalía. 

Estaba sola en la casa, y Netflix no le funcionaba porque cierta persona se olvido de pagarlo. Refunfuñando por lo bajo, camino hasta la heladera, donde saco un Capuccino en sobre, ya mezclado con leche y azúcar. Estaba helado y sabia muy bien. Clavo la pajita en su lugar y fue bebiendo de a poco, mientras se dirigía a la sala de estar. 

No tenía ganas de estar jugando juegos RPG porque luego de un rato le dolía bastante el.. trasero. Y la cintura, y la espalda y.. absolutamente todo. Prefería estar en el sofá, mirando la nada misma porque realmente no hay nada en la televisión. 

Se termino el Capuccino en menos de lo que canta un gallo, cuando se dio cuenta, ya estaba tomando el segundo junto con un bol lleno de golosinas. 

Mas tarde tendría un grave dolor de estomago, pero de momento no le importaba. Solo quería calmar esos antojos insaciables.

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La noche cayó con velocidad, y aún no tenía noticias de Momo.

Podrían suceder tres cosas.

La primera, quizás se quedo dormido mientras trabajaba. 

La segunda, podría ser que fue a la casa de su hermano y no le aviso.

La tercera y mas lógica, lo raptaron los aliens. 

Bueno, la tercera no tanto pero.. en fin. La cosa es que no había llegado a casa, y no le mando ni un solo mensaje o una llamada. 

Y era demasiado tarde como para molestar a algún compañero de el y preguntarle sobre su paradero. Paso una mano por su frente y de repente las nauseas se hicieron notables, corrió hasta el baño y de volvió todo aquello que comió en el día. 

—Lo siento..—murmuro mientras acariciaba su vientre. —Sabía que aquello no nos haría bien y aún así lo comí. Perdona a tu torpe madre.  

Lavo sus dientes, enjuago su boca a la perfección y se metió de lleno en la cama. Sin poder conciliar sueño por culpa de su esposo. 

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A la mañana siguiente, cierta persona abrió la puerta delantera y entro con sumo cuidado. Aunque tropezó con los zapatos de su esposa. Dejo un bolso en el suelo y a pesar de haber estado casi toda la noche despierto, su rostro brillaba como nuevo. El haber tenido aquella expedición en la cueva que recientemente habían descubierto fue completamente genial. No solo pudo estudiar y analizar a otros insectos, sino que también experimento la sensación de estar lejos de (T/N) durante un día entero.

Fue horrible. 

La necesitaba a cada momento. 

Bostezando ligeramente, fue hasta su cuarto para verificar si (T/N) descansaba apropiadamente. En el camino, paso por la sala de estar y noto que la cuenta para pagar Netflix estaba sobre la mesa. Paso saliva al recordar que no lo había pagado y que seguramente su amada esposa lo matara. 

Serie de One Shots Free! Personaje x Lectora.Where stories live. Discover now