Serie de One Shots Free! Personaje x Lectora.

Nagisa Hazuki x Lector (12)

.

.

.

Nagisa no dejaba de hablar en todo el viaje. Hacía lo posible para que (T/N) pensara en otra cosa y no en las contracciones. En parte funcionaba, y por el otro lado..

—No te preocupes, (T/N)-chan. Es como si te partieran todos los huesos, pero nada mas. —dijo con una sonrisa sumamente "Inocente". La jugadora de basquet parpadeo, y contuvo las ganas de golpear la cabeza de su querido esposo contra el cristal del auto. 

—Ah..ahora mismo no puedo golpearte ya que estas manejando..pero luego del parto, sera mejor que tengas los ojos bien abiertos. —amenazo, clavandole su mirada (c/d/o)

A lo que Nagisa simplemente rio. 

En serio, amaba a su mujer.~

.

.

.

Nagisa estaciono el auto lo mas cerca posible del Hospital y ayudo a (T/N) a caminar. Continuaba con sus chistes malos, su risa risueña y sonriendo. Aunque en el fondo estaba que se moría de los nervios y ansiedad. Estaba dando todo de si mismo, para brindarle la confianza necesaria a su (T/N). Porque sabía todo lo que iba a sufrir. 

Los padres de Nagisa y (T/N) habían llegado un poco antes porque el hospital les quedaba unos minutos mas cerca. 

Así que apenas entraron, Nagisa busco a una enfermera para que guiara a su (T/N) a la sala de parto. 

—Necesitamos sus datos, señorita. 

Antes de si quiera poder contestar, su rubio ya estaba diciéndole a la enfermera todo lo necesario, camino a la sala. Se dio cuenta que Nagisa tenía su mano fuertemente entrelazada con la suya y que probablemente no la iba a soltar en un buen y largo rato. 

En su camino a la sala de parto, que le parecio una eternidad, comenzo a recordar el momento en que lo conocio. Los momentos que pasaron juntos, absolutamente todo. 

Y ahora mismo, estaba a punto de dar a luz a su bebé.

Alguien que tendría una parte de ella y la otra parte de la persona que ama.

Y sonaba tan genial. 

Las luces de la sala la cegaron, pero al momento se acostumbro. Vio como le ponían suero y acomodaban todos los utensilios necesarios para ayudar al bebé. Fue entonces que ahora si empezó a sentir mas nervios que antes. Las contracciones eran fuertes y por fin el Doctor hizo acto de presencia. 

Se inclinó ante Nagisa antes de empezar a darle una que otra indicación a las enfermeras. 

—En cuanto le diga, puje, (T/N)-san. 

(T/N) estaba deseando que de una vez le diga que pujara. 

—Muy bien, puje. 

Al principio, sintió dolor en su cintura y en las piernas. Dolía, mucho. 

Tomo bocanadas de aire, muchas veces y continuo pujando. 

Nagisa esta vez, estaba muy callado. Silencioso y expectante. Mas que nada, preocupado por (T/N). Podía ver como la ojos (c/d/o) fruncía el ceño y se quejaba por lo bajo. 

—Puedes hacerlo, (T/N)-chan. 

Las palabras de aliento de su rubio fueron suficientes, como para sacarle una sonrisa. 

.

.

.

4 horas.