Serie de One Shots Free! Personaje x Lectora.

Haruka Nanase x Lector (5)

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Se podía olisquear en el aire el olor a caballa mezclado con el sonido de la televisión. (T/N) se quedó a dormir en la casa de su novio, ya que sus padres estaban de viaje por unos días. Y a la familia Nanase no le importaba. 

Estaba viendo un programa de Surf. Le interesaba bastante, sobre todo ver como dominaban las olas salvajes con una tabla. Desde que perdió el miedo al agua —gracias a su dulce novio— todo lo relacionado con ella le interesaba. Hasta tal punto que parecía que nunca fue Hidrofobica. Una leve brisa corrió sus cabellos, tenían las ventanas abiertas, ya que hacía algo de calor a la mañana.

Haru se sentó a su lado, caballa y arroz en un plato. La ojos (c/d/o) sonrió cuando vio los ojos azulados brillar interesados por el deporte. 

Hace unos días, su novio había ido a Australia con su amigo, Rin. Ya que, últimamente el azabache tenía su futuro confuso e incierto. Por suerte, al regresar, algo cambio. Como si haya hubiera encontrado lo que buscaba. 

Se alegro bastante cuando fue a buscarlo al aeropuerto junto con Makoto, sobre todo cuando inesperadamente Haru la abrazo. 

—Lo siento. —había dicho, por primera vez en su relación, tuvieron una pequeña discusión. Justo el día del festival. (T/N) estuvo deprimida parte del tiempo, y cuando el susurro esas palabras. Su corazón dio un pequeño salto. 

Luego de eso, sus lazos se habían fortalecido. Y ahora era su turno decidir que haría una vez que terminara el instituto. 

Observo a los surfistas, cuerpos trabajados, sonrientes, tablas coloridas. Apoyo su codo sobre la mesa y su mentón en la mano, pensativa. Nunca probó surfear o algo parecido. Parecía interesante y muy divertido. 

—¿Que sucede? —pregunto el azabache, ya casi terminando con su almuerzo. 

Sin despegar la mirada de la tele—de las olas, mejor dicho— respondió —Mi carrera..este es nuestro ultimo año. Tengo que decidir que hacer. 

Vio como una de las olas se trago con fiereza a un participante, pero que este volvió a salir, cantando victoria. El pelo pegado a la frente y una sonrisa brillante. 

Haru siguió su mirada, y sonrió levemente. Una de esas sonrisas extrañas que rara vez emitía. —Hagas lo que hagas, te apoyare. Elige algo que en verdad te guste. —dicho esto, tomo sus cosas y camino hasta la cocina para lavarlas. 

Dejando a su novia pensativa. 

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—¡Haru, saldré un rato! —grito desde la entrada, mientras se colocaba las converse. Sabía que la había escuchado por la forma en la que salpico el agua de la bañera.

Dios, parece un delfín. 

Tomo las llaves y salio, necesitaba pensar. Y Haru le daba el espacio necesario para hacerlo. Podía leerla al igual que un libro abierto. 

El único lugar donde podría responder la pregunta que se estaba formulando seria la playa. Camino con tranquilidad, saludando a algunos vecinos que por allí pasaban. Con un bolso cargando en su hombro izquierdo. Donde llevaba una manta, una toalla, sus anteojos de sol y ropa para cambiarse. 

Quería ver a alguien surfear. Aunque no había muchos en Japón. Cuando llego a la playa, con rapidez quito sus converse y camino descalza, sintiendo la arena entre sus dedos. Causándole cosquillas. Y el aire salino le dio la bienvenida con los brazos abiertos.