Serie de One Shots Free! Personaje x Lectora.

Makoto Tachibana x Lector (5)

.

.

.

(T/N) suspiro aliviada cuando Makoto le dijo lo que querría ser en el futuro. Pero cuando dijo "Tokio" todo se desmorono.

El chico iría dios sabrá cuantos kilómetros a una universidad de allí, con su mejor amigo, Haruka. Le encantaba la idea de que Haru vaya con el, así no estaría solo y tendría compañía. También admiraba su sueño, y lo apoyaría a cada momento sin importar que. Lo único que le preocupaba, es que quizás 5 o 4 años estarían separados, (T/N) ya tenía decidido su futuro.

Estudiaría diseño grafico, luego, seria una fotógrafa independiente. Le agradaba la idea. Y Makoto la apoyaba. 

Bufó mientras veía el formulario para la universidad. Ella se quedaría en Japón. Le habían comentado sobre una buena universidad de diseño grafico, tendría que estudiar y esforzarse mucho. Pero lo lograría. 

Miro la hora de su reloj, y abrió los ojos impresionada.

—¡Se me hace tarde! —chillo, alarmada. Camino con velocidad hasta la puerta y busco sus zapatos, agarro el bolso donde tenía sus apuntes y cámara fotográfica. 

—¿(T/N)-chan? —la cabeza de Makoto se asomo desde una esquina, ojos curiosos. —¿A donde vas?

Salto en un pie hasta el, ya que el otro tenía uno de sus zapatos ya puesto. —A mi taller de fotografía. Vuelvo en un rato. Dile a tu madre que la ayudare a cocinar cuando vuelva. —se inclino, y le dio un rápido beso en los labios. Se alejo, dando saltitos. Causando risa en su novio. 

—Que te vaya bien, (T/N)-chan.

Asintió sonriente hacia su novio y salio por la puerta. Un aire cálido rozo su rostro y bajo las escaleras con rapidez, teniendo cuidado de no tropezar con algún escalón.

Desde hace un mes, decidió ingresar a un taller de fotografía. El cual consistía en fotografiar lo que a cada uno le gustara mas. Enseñaban ángulos, formas de sacar y efectos con la cámara o con la luz del sol. 

Hoy, le tocaba ir con un compañero —cosa que no le dijo a Makoto por el bien del chico— a visitar algunas familias, para tomarles fotos a sus mascotas. La sesión duraría unos 20 minutos por casa. Así no estresaba a la familia ni al animal. 

En la calle, vio una moto negra, brillante y reluciente. Había un chico esperándola. Levanto sus ojos rojizos del celular y sonrió a (T/N). 

—Te tardaste. Vamos, ya le avise a Namiko-san. —el sol iluminaba su cabello rubio, le paso un casco a (T/N) y vio su mirada (c/d/o) confundida. —No me digas ¿tienes miedo?

Algo testaruda, como siempre fue, agarro el casco y se lo coloco. —Para nada, solo pensaba que si mi novio te viera, posiblemente te mutilaría. —contesto con simpleza, mientras se colocaba detrás de el y lo abrazaba. 

—Suerte que soy gay. —arranco la moto y se perdieron en la distancia. 

.

.

.

La señora Namiko era una anciana, bajita y de pelo corto. Sus lentes eran mas grande que sus ojos, y tenía un perro que cuando se paraba en sus patas traseras, la sobrepasaba con facilidad. 

Un gran danés, negro y cariñoso. Torpe, pero dulce. Eso dice Namiko. 

Cuando llegaron, Ryan estaciono la moto cerca de allí. La mujer ya los esperaba, con una sonrisa en sus viejos labios. (T/N) le dio el casco y se seco el sudor de la frente.