Rin Matsuoka x Lector (12)

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(T/N) tomaba bocanadas, grandes y profundas. Sentía como su bebé se movía en su vientre y estuvo a punto de desmayarse un par de veces, los nervios junto con el leve miedo se apoderaba poco a poco de su cuerpo.

Y es que recordaba, que su madre había muerto cuando dio a luz. 

Estaba asustada y con mucho miedo. Apenas oía lo que Gou y Akane le decían. Ambas mujeres la acariciaban y brindaban todo el apoyo que ella necesitaba. El sonido de la sirena mezclado con las luces causaba que se pusiera mas nerviosa aún. Rin se giro una que otra vez para mirarla y le sonreía para darle animo, cosa que funcionaba a la perfeccion.

—Ya llegaremos, cielo. Aguanta un poco mas. —el padre de (T/N) apretaba el volante con tanta fuerza que se le marcaban los nudillos. En el fondo, el estaba reviviendo algo entre triste y feliz, y ahora mismo, estaba rezando a cualquier Dios para que todo saliera bien durante el parto. 

La mamá primeriza asintió y volvió a tomar bocanadas, aunque uno que otro quejido se le escapaba por las contracciones. 

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Al llegar al hospital, los doctores y enfermeras acudieron rápido al oír el sonido de la sirena. Al ver a la futura madre, acudieron rápido para ayudarla y ponerla en una camilla. Rin no se separo ni un solo momento. Incluso cuando un par de personas lo reconocieron y casi acudieron a el para pedirle uno que otro autógrafo, pero al ver la situación, se alejaron por respeto. 

Llegaron a un punto en donde solo Rin podía estar solo con ella, y eso fue en la sala de parto. (T/N) sudaba y tenía lágrimas pequeñas en sus ojos. Su cintura dolía al igual que sus piernas. Quería liberarse de aquello de una buena vez. 

El pelirrojo entrelazo sus dedos con los de ella. —Vas a estar bien. Me quedaré aquí. No me moverán por nada del mundo. 

Una de las enfermeras sonrió y seco el sudor de la frente de (T/N). 

La doctora, se coloco delante de la embarazada y a pesar de que el barbijo tapaba la mitad de su rostro, podía imaginar que estaba sonriendo para darle animo. 

—Cuando te diga, puja, Matsuoka-san. —la ojos (c/d/o) se dio el gusto de pasear su vista por la sala. Había mucha iluminación, olor a medicamentos, y muchos objetos para ayudar al bebé. Le inyectaron suero y cada cierto tiempo, la misma enfermera limpiaba su rostro sudoroso y lleno de lagrimas. —Puja, con todas tus fuerzas.

Y lo hizo.

Se mordió el labio con fuerza y pujo con todas sus fuerzas, el cuerpo se le doblaba del dolor pero ella aguantaría por su bebé. 

Rin mantenía los ojos entrecerrados, y apretaba la mano de su esposa o mejor dicho, ella lo apretaba a el. ¿Quien diría que tendría tanta fuerza? 

Beso su mejilla, queriendo aliviar su dolor. A cambio recibió un gruñido parecido al de un animal y volvió a su posición original. Se mantuvo quieto cuando (T/N) maldecía por lo bajo y casi arrancaba su mano. 

¿Quien diría que también daría miedo en una situación así?

(T/N) se detuvo unos segundos, tenía las mejillas rojas y le temblaban los brazos. Pero luego, volvió a pujar.

Así como Rin nunca se rindió, ella tampoco lo haría. 

Después de todo, es una Matsuoka. 

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Serie de One Shots Free! Personaje x Lectora.Where stories live. Discover now