Pelea de hermanos y a correr

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Arriba en multimedia Colton Lewis.

***

Me despierto por el sonido de un flash e intento moverme para cubrir mi cara pero un fuerte peso sobre mis brazos me detiene y me doy cuenta de que sigo en la misma posición en la que me he dormido, entre los brazos de mi mejor amigo. Me remuevo incomoda y miro a Colton, quien se encuentra despierto igual que yo echando chispas.

-¡Maldita seas Claudia! ¿Qué demonios pasa contigo?

Claudia toma su estómago mientras se dobla de la risa.

-Tranquilo Colton, es solo una foto.

Trato de calmarlo y él se relaja un poco, pero continúa enfadado. Me muevo de entre sus piernas y estiro mis brazos.

-Claudia esto tiene que parar.

Claudia lo mira con desdén y comienza a pasar fotos en su cámara.

-Nah... De algo tienen que servir mis clases de fotografía. Mi profesor dijo que tengo que capturar todo lo que me gusta y a mí, hermanito, me encanta verte molesto.

-¡Mamá!

Colton llama a todo pulmón a su madre. Tenia años sin presenciar algo como esto.

La señora Lewis entra a la habitación riendo, como la mujer encantadora que es, de ella sus hijos heredaron sus hermosos ojos azules y pelo rubio. Su forma de ser siempre ha sido bastante jovial. Muchas veces envidie la surte de Claudia y Colton por tenerla a ella como madre.

-¿Qué pasa Colton bebé?

-¡Esto tiene que parar!

Claudia coge su cámara nuevamente y toma otra foto haciendo que el flash se refleje en todo el cuarto.

-Mierda, Claudia, voy a matarte. ¿No fue suficiente ayer en la mañana cuando casi me dejas ciego?

Se va a levantar, pero la señora Lewis se para en frente de Claudia para cortarle el paso.

Esto es tan gracioso.

-Nada de eso Jovencito – Mira a Colton con advertencia – Hola Keyla, cariño, no sabía que estabas aquí.

Me mira y me sonríe sinceramente mientras Colton me observa con reproche por reírme de su enojo.

-Hola señora Lewis.

Digo al mismo tiempo que evito la mirada de mi mejor amigo.

-Te he dicho que me llames Amanda – Ignorando la guerra de miradas de su ojo y la mía la señora Lewis se aleja de Claudia para saludarme con dos besos – Tengo que irme al spa chicos, no quiero peleas.

Comenta a lo que camina hasta la puerta escribiendo algo en su celular como la mujer multitareas  que es.

"Me encanta ver a las señora Amanda".

-Por cierto, Claudia y yo vimos unos vestidos que quedarían perfectos en ti. Así que los compramos. Están en una de las bolsas. Hija encárgate.

Dios... es un cielo.

-Muchas gracias señora... Amanda, luego me pasa la factura.

-¡¿Qué dices?! Es un regalo, preciosa. Nos vemos luego.

Dicho esto sale del cuarto dejando a su hijo rojo de la rabia.

-Voy a lavarme los dientes – Dice Colton mientras se levanta y entra a su baño – Como vengas detrás de mí con esa cámara te la hago comer Claudia.

Pienso que ella dirá algo, pero solo se limita a ver sus fotografías.

-¿Por qué le haces esto?

-Porque le quiero.

Ambas comenzamos a reír, hasta que Claudia se tira en la cama haciéndome rebotar.

-Oye, ¿estuviste aquí toda la tarde?

-Sí, ¿Por qué?

-Te estuve llamando para que nos alcanzaras en la tienda y te midieras los vestidos.

"¡Gracias a Dios, no escuche el celular!"

-¡¿Que dijiste?!

La voz de Claudia sonaba realmente molesta.

-¿Lo dije en voz alta?

Empiezo a buscar mi celular por todas partes, mientras Claudia me explicaba lo importante que es para una mujer tener buena ropa hasta que doy con el encima de una de las mesas de noche de Colton. Lo tomo en mis manos y asiento para que mi amiga no se volviera loca porque la estoy ignorando.

-Está apagado.

Enciendo el celular y miro las notificaciones.

-Qué raro.

-¿Qué? ¿Qué tienes unas diez llamadas mías? ¡Porque te llame unas veinte veces!

-No, tengo unas cuantas llamadas de un número desconocido.

-Ah, pues marca de vuelta.

Iba a pulsar el botón de remarcar hasta que veo la hora,

¡Madre mía!

Son más de las cinco de la tarde.

-Me tengo que ir.

Últimamente estoy usando mucho esa oración. Colton sale del baño y me mira descolocado.

-¿A dónde vas? Tenía pensado hacer una noche de helados.

-No puedo Colton, tengo esta cosa con mamá.

Digo entrecortadamente mientras me acerco a él.

-Gracias por todo.

Tomo su cara entre mis manos, dejo un rastro de besos alrededor y lanzo otro al aire para Claudia, para salir de la recámara.

-¡Toma tus vestidos! Están en la entrada. Son los de la bolsa Chanel.

Claudia grita mientras corro hasta la entrada de la casa.

Comprometida con Adam [En corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora