Desiciones

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Levanto mi cuerpo de la cama con dificultad y pongo una de mis manos en mi cabeza lamentando el enorme dolor de cabeza que traigo.

Anoche me pase con la bebida.

Había olvidado lo mal que me he llegado a sentir el día después de tomar tanto.

Miro a mi lado y me doy cuenta de que aún es temprano al mismo tiempo que dejó caer mi espalda en mis mullidas almohadas y pongo mi antebrazo para cubrir mis ojos en mi cara.

-Key...

La voz de Adam hace que salte en mi lugar, de una vuelta y caiga en el piso.

-Mierda...

Digo muy fuerte, a lo que Adam se ríe de mí.

-Tengo que irme.

Miro el techo de mi habitación aún acostada en el piso.

Pero, ¿qué demonios hace Adam aquí?

¡¿Que hice?!

Me siento y asomo mi cabeza por encima del colchón buscando a Adam por toda la recámara, pero no logró verlo, parece estar en el baño.

-Te recomiendo que tomes algo para el dolor de cabeza.

Bajo mi vista y miro mi vestimenta mientras lo escucho gritar desde donde se encuentra y me alivio al darme cuenta de que llevo la misma ropa de anoche.

-Vale...

Digo tras tragar saliva. Mi garganta se encuentra realmente seca.

-¿Estas bien?

El cuerpo de Adam sale por la puerta del baño completamente aseado, aún lleva la ropa de ayer, pero tiene el pelo mojado peinado hacia atrás luciendo bastante atractivo.

-¿Que haces en el suelo?

Dice viniendo hacia a mí para ayudarme a levantar.

-Estoy bien. Solo me he caído.

Recuerdos de la noche anterior comienza a llenar mi memoria.

Joder... pero que imprudente he sido.

-Ya... tu móvil ha estado sonando.

Abro los ojos de par en par y voy hasta mi comoda para revisar en el celular las veinte llamadas perdidas de Colton.

Por Dios...

Mi novio va a matarme.

-Deberías de llamarlo.

Pongo mis ojos en Adam, quien ahora se encuentra sobre mi hombro viendo mi pila de llamadas perdidas con enorme descaro. Al momento de verlo pego mi móvil a mi pecho.

-¿Puedes no ver mis cosas privadas?

Adam levanta ambas manos y va caminando lentamente hasta la puerta para abrirla e interponerse como había hecho la noche anterior.

-Me he divertido.

Dejo caer mis manos con mi celular mientras una sonrisa sincera se extiende por mi rostro.

-Yo también... gracias por ayudarme a ir.

-No hay de que.

Adam tamborilea sus dedos en la madera y se despide con una de sus manos con intenciones de irse, pero antes de hacerlo se da la vuelta y me mira queriendo decir algo.

-¿Que pasa?

Le digo, tratando de ayudarlo a hablar.

-El rubio... él... él es de los buenos.

Comprometida con Adam [En corrección]Where stories live. Discover now