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Mi corazón se encuentra acelerado; me la he pasado tratando de leer el libro que he escogido para viajar sin despegar mis ojos a no ser que algo realmente lo amerite.

¿Y como no quedarme tiesa en una misma posición? Si cada vez que levanto la cabeza veo el decepcionado rostro de mi padre, la mirada amenazante del señor Hamilton dedicadas a Adam y el rostro sin expresión de mi madre, siendo la última mencionada la que más me asusta. No tengo idea de que puede estar pasando por su cabeza. A lo mejor está planeando encerrarme en mi habitación sin mantener contacto con la civilización hasta el día de mi matrimonio.

Quizás estoy exagerando, pero, es que de ella ya no sé nada. He dejado de conocer las  probables acciones de mi madre, esta mujer elegante con fina ropa y manicura perfecta se ha convertido en una extraña para mí.

Mi cuello escuece de dolor, pasó mi mano por mi nuca y elevó un poco la cabeza para descansar de la posición de cabeza baja, en el proceso no puedo evitar echar un vistazo a los que se encuentran sentados, cada uno en su mundo, dentro del avión. Noto como Adam arrastra su dedo sobre su celular con gesto desinteresado, a mi padre usar su laptop con el ceño fruncido, seguramente realizando uno de sus tantos trabajos, a Marie tomando fotos del paisaje por la ventana y finalmente al señor Hamilton y a mi madre, quienes me observan a mi atentamente, como si mereciera ser sacrificada por haberme perdido con Adam.

No importa cuantas veces les explicamos que ha pasado, ellos siguen tratándonos como si hubiésemos cometido un enorme sacrilegio y sobre todo, como si hubiésemos planeado los hechos.

Me quedo un momento mirando los ojos del señor George, no de manera retadora ni mucho menos, solo de forma curiosa. Es tan extraño que sus ojos sean extremadamente parecidos a los de Adam, pero que transmitan menos que un animal muerto.

¿Que habrá visto Marie es este hombre?

Mis hombros se extremasen sin que pueda evitarlo y decido alejar mis vista del señor para volver a al mundo de Daemon Black y Kary Swartz donde están a punto de luchar contra sus enemigos en el Mount Whether.

Horas más tardes la delicada mano de mi madre toca uno de mis brazos para llamar mi atención, lo cual provoca que de un pequeño brinco en mi asiento.

Mi madre me mira con reprobación y se aleja de mí con una mueca extraña en sus labios.

-Hemos llegado. keyla, despídete de los Hamilton.

Dice antes de seguir a mi padre quien se dirigió más rápido de lo que sería cortes hacia la salida. Desde ayer en la mañana cuando hemos aparecido en la puerta de la casa de invierno y ha amenazado a Adam no ha hecho más que ignorar su presencia o de vez en cuando enviarle una que otras mirada de odio.

¡¿Por qué rayos nadie quiere creer que no ha pasado nada entre nosotros?!

Me acerco a Marie, le doy un fuerte abrazo y hablo a su panza para despedirme del pequeño pop y luego voy hasta donde se encuentra el señor George para extenderle mi mano, él la toma con la expresión fría que tanto lo caracteriza.

-Adam, no tardes mucho.

La voz del señor Hamilton se escucha severa ante su mandato, me mira nuevamente como si no pueda creer lo que tiene ante sus ojos y se baja del avión junto a Marie, por la misma puerta que mis padres han descendido anteriormente.

-Supongo que este es el final de nuestro viaje.

Elevó los hombros con desdén para eliminar la posibilidad de que Adam note lo nerviosa que me pone encontrarme sola en un lugar cerrado con él.

Comprometida con Adam [En corrección]Место, где живут истории. Откройте их для себя