Comprometida con Adam [En corrección]

Huérfana

Llego a casa decaída, con ojos rojos y cabello despeinado por haber pasado una mala noche. Definitivamente el día anterior drenó todas mis fuerzas –Pienso, mientras recuerdo cómo está mañana dejé a Adam dormido sobre su cama. No me consideré lo suficientemente fuerte para lidiar con él, no sabiendo que la conversación que posiblemente tendríamos incluiría el hecho de que seguirá con su novia y nos apegaremos al plan inicial, donde yo lo ayudo a conseguir su dinero y él, después de un tiempo, desaparece de mi vida– Es extraño, por un momento llegue a pensar que todo lo ocurrido en estos meses había sido una buena cosa.

Avanzo por la entrada de la casa con desgana.

Dios... debí suponer que el día anterior iba a ser un desastre desde el momento en que salí de mi habitación y mamá me pidió que desayunara con ella y papá.

Quito mis zapatos, los dejo en el suelo sin importarme que puedan estar en el medio y masaje lentamente mis pies hasta que mi padre aparece frente a mí con rostro severo.

Sus manos se encuentran metidas dentro de su pantalón de vestir y su camisa abierta sin corbata. Está es la imagen que siempre tengo suya.

Listo para irse a trabajar.

-¿Donde estabas?

Paso una de mis manos por mi cabeza y exhalo.

Tiene que ser una broma.

-¿En serio?... ¿tenemos que hacer esto ahora?

Le digo pasando por su lado para subir las escaleras de la casa rápidamente e introducirme en mi habitación; para mi sorpresa mi padre me sigue dejando la puerta abierta tras suyo.

-Te he hecho una pregunta Keyla Sofía.

Ignoro lo que ha dicho y comienzo a quitarme mi abrigo deseando que con eso entienda que no quiero hablar.

-Keyla...

-¿¡Qué padre?!

Grito al mismo tiempo que tiro al piso la prenda que acabo de quitar de mi cuerpo.

¿Qué ? ¿Ahora se va comportarse como el padre más preocupado del mundo, cuando todos estos años he sigo invisible para él?

-¿De verdad quieres saber dónde estaba?  –Mi padre me mira con los ojos muy abiertos – En casa de Adam. Me quedé a dormir allá.

Los labios de mi padre se separan. Parece querer decir algo, pero en vez de eso vuelve a juntarlos y da varias vueltas cerca de la puerta, deliberando si se marcha o se queda.

-Te desconozco.

Me quedo parada en mi lugar mirándolo muy atenta. Sus ojos se encuentran ahora tan rojos como los míos.

-¿Y cuando me haz conocido?

Mi pregunta lo deja aún más perplejo.

-¿Por qué actúas de esta forma? Leyla me había dicho que estabas incontrolable...

Al escuchar esto me echo a reír. Estoy cansada, harta... quiero que me dejen en paz por una vez en mi vida.

-Sigue haciendo caso a lo que ella te dice.

-Me haces el favor y le guardas respeto. Es tu madre.

-¿Respeto?

Una enorme rabia empieza a crecer dentro de mi pecho. ¿Cómo, de todas las personas del mundo él precisamente es el que me exige que respete a alguien, cuando está dispuesto a hacer casar a su única hija con una persona que apenas conoce?