"Amigos"

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Tipos de cristalería, mesas, sillas, manteles ¿A caso no había venido solo por las invitaciones?

"Mamá, esta me la pagas".

He querido salir corriendo de aquí desde el primer momento en que me di cuenta de que la joven que ayudará a organizar los preparativos no paraba de coquetear, con el que se supone, es mi novio, todo esto frente a mis narices, como si estuviese pintada.

Miro con fastidio el otro grupo de copas que me muestra la estúpida pelinegra planeadora de bodas y tomo una en mis manos para que deje de ondearla ante mis ojos como si fuese una bandera.

¿No se da cuenta que para mí todas son iguales?

-Y, ¿que opinan? – Observo Adam y este me devuelve la mirada con gesto cansado – Si se finjan, estas tienen una fina línea con oro incrustado, son bastante exclusivas y costosas. Sería un toque especial para una boda tan impresionante como la que ustedes están planificando.

-Esas usaremos.

En cuento escucho esto el aburrimiento y la irritación que se habían apoderado de mi cuerpo desaparecen, para reemplazarse por auténtica alegría.

Esa era la última cosa que mi madre tenía en la lista... por hoy.

-¡Maravilloso!

Los ojos de la joven brillan a sobre manera y una molesta sonrisa adorna sus labios.

Claro, yo también sonreiría como el gato de Alicia en el país de la maravillas si me hubiese encontrado con una pareja que por salir del paso escoge todo lo que les ponen en frente. Ha sido una chica lista al buscar lo más caro que tiene para mostrar.

Algo me dice que tendrá una buena tajada del pastel.

-Muy bien, ya he anotado los avances. Tú madre tenía razón, tienes un gusto impecable.

Trato de elevar las comisuras de mis labios para agradecer como se supone que una dama educada haría, pero no logro hacerlo. No estoy feliz estando aquí y sinceramente estoy cansada de guardar las apariencias.

–Gracias – Dice Adam por mi y me sonríe con diversión – Aunque lo que dice ya es notorio tomando en cuenta lo apuesto que es su prometido.

La pelinegra se sonroja, comienza a reír tontamente, nos da la mano, teniendo especial atención en la de Adam y se contonea mientras se aleja dejándonos solos en el sitio de prueba que ha montado.

Un fuerte enojo se apodera de mi cuerpo, ¿Como se atreve? ¡Delante de mi!

Esa... lagarta.

-La próxima vez te la llevas a un motel.

Digo antes de salir disparada del lugar, buscar el auto de Adam y esperar en la puerta del copiloto a que aparezca.

Pongo mi cabeza en la fría puerta y doy varias respiraciones profundas.

Tranquila keyla, no dejes que te afecte esa tontería.

Joder...

¿Por qué demonios está tardando tanto el inepto ese? Quiero llegar a casa y dormir hasta que los osos dejen de hibernar.

Comprometida con Adam [En corrección]Where stories live. Discover now