Que sorpresa...

883 64 0
                                    

Ha pasado una semana y debo de agradecer a todos los santos que el tiempo haya transcurrido sin ninguna situación como la del día que llegamos.

"Adam es tan extraño".

Luego de su insinuación, o mejor dicho, plan elaborado para hacerme caer en sus garras, no ha hecho más que mantenerse distante.

Al principio me molestó el hecho de que cuando entraba a una habitación él enseguida con cara de fastidio saliera, pero luego me dí cuenta de que era lo mejor y más saludable para nuestra convivencia – Al menos de esa manera no nos andamos insultando por cada esquina de la casa y me ha facilitado hacer mi rutina como si no estuviera.

Aún no puedo creer que mis padres me hayan dejado todo estos días sola, con un hombre atractivo en casa; y si, acepto sin rechistar que Adam es atractivo, porque no soy ciega.

Bajo hasta la cocina y saludo a Rosa con un agradable buenos días, ella detiene rápidamente lo que está haciendo para prestarme atención con la mejor de sus sonrisas.

Rosa es una persona no mayor de cuarenta años, con rasgos latinos, bastante hermosa, que para los trabajos que ha realizado a lo largo de su vida luce en excelentes condiciones; solía vivir en la casa de Hartford cuando tenía al rededor de nueve años, era muy buena en lo que hacía, tanto así que mi madre siento una persona extremadamente exigente la ascendió rápidamente y le dio el título de ama de llaves.

Amaba su forma de cocinar y sobre todo lo atenta que era conmigo y mis padres. Me sorprendió bastante una mañana ver cómo se marchaba para venir a vivir aquí, en nuestra casa de invierno, cuando no era necesario y ya teníamos a una persona encargada de cuidar de este lugar. Lloré durante semanas su falta y nunca entendí porque tuvo que haberse ido, y fue entonces una tarde que, escuché una conversación entre mi madre y una de sus "amigas", en la que explicaba lo molesto y tedioso que era tener a una mujer atractiva trabajando bajo tu techo.

¿Que pasaba por su cabeza? Rosa no parecía una mujer indecente, jamás la ví comportarse de manera sugerente frente a mi padre o usar ropa extraña para llamar la atención. Además de que era demasiado evidente que papá solo tenía y tiene ojos para mi madre.

Efectivamente me enojé mucho y duré un tiempo haciéndole la vida imposible a mamá rechazando la comida de todas las candidatas que llevaba a casa para que suplieran la falta de Rosa. Ninguna hacía la cama como ella, recogía mis cosas de manera adecuada u atendía mis necesidades correctamente; hasta que me canse de esperar a que la llevara de vuelta y me resigne a solo tenerla conmigo en mis vacaciones navideñas, lo cual era una lastima.

-Buenos días Sofía.

Sonrío hacia Rosa con gusto. Me agrada que me llame por mi segundo nombre, es de las pocas personas con las que me siento cómoda y sin duda hay confianza entre nosotras para que lo haga.

-¿Quieres desayunar algo?

-No, gracias Rosa. Voy a dar una vuelta por la ciudad.

-Vale.

Dice retomando el plato que tenía en manos para continuar lavándolo. Yo camino hasta la puerta trasera que da paso al patio pero ella me detiene antes de salir.

-¿Que le digo al joven buen mozo que se encuentra durmiendo en tu habitación del frente si se levanta?

Dice de manera picara.

Comprometida con Adam [En corrección]Where stories live. Discover now