Sueños (parte 4)

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Hace diez años...

Me falta el aire.

Quiero respirar pero no puedo.
Desesperada lanzó mis brazos a los lados tratando de quitar la superficie blanda que lo impide, pero no logro nada. La fuerza que hace que la almohada se aplaste en mi rostro es demasiado potente.

Voy perdiendo la fuerza poco a poco.

Ya no tengo deseos de seguir peleando, siento como mis brazos caen flácidos a cada lado de mi cuerpo y la negrura se hace dueña de mi visión.

Fuertes voces se escuchan, la almohada es retirada de mi rostro. Unos dedos temblorosos tocan mi cuello; al principio es casi imperceptible  la sensación, pero luego de sentir un par de golpes en mi pecho inhalo con esfuerzo hasta hacer que mis pulmones vuelvan a tener oxígeno.

Todo mi cuerpo tiembla, el dolor en mi cabeza es palpable y mi pecho se encuentra rígido.

-¿Que estás haciendo?... ¿estás loca?

Escucho la voz de mi padre, pero aún me mantengo con los ojos cerrados y me quedo estática en mi lugar.

Tengo miedo, tengo mucho miedo....

-Tengo que matarla... tengo que hacerlo... suéltame Richard.

Al escuchar esas palabras hago que mis palpados empapados de lágrimas se abran y me dejen ver a mi padre sosteniendo en el piso a mamá. Aún siento un increíble ardor en mi tórax y estoy mareada.

-No Leyla... reacciona, es tu hija.

-¡Suéltame! No me llames así.

Mi madre se encuentra despeinada sentada contra una de las paredes de mi habitación. Me mira con odio y resentimiento. Al verla así mi llanto se hace más fuerte. Papá se da cuenta de que la he escuchado, se voltea con impresión y me echa un vistazo lastimero.

-Tranquila bebé .

Toda mi garganta quema, pongo una de mis manos sobre mi pecho y lo aprieto.

Me duele mucho.

Mi padre nota el gesto, se levanta dejando a mamá en su lugar y va hasta donde estoy para inspeccionarme; en ningún momento he parado de llorar.

-Te llevaré al hospital cariño. Todo estará bien. 

De un momento a otro veo como mi madre viene corriendo hasta nosotros e intenta llegar a mi con una tijera en manos. Papá forcejea con ella y grito... grito más que hace un rato.

No entiendo que está pasando, solo veo como mi madre hace un corte en el brazo de mi padre y este comienza a sangrar.

Rosa entra a mi cuarto exaltada. Debió de haberse despertado por todo el ruido.

-¿Señor que está pasan..?... Oh mi Dios.

Sus marrones ojos se abren de par en par y una de sus manos cubre su boca con impresión.

-Rosa... llévate a la niña. Yo iré detrás...

Rosa hace lo que dice mi padre, viene corriendo hasta donde estoy y me carga en sus brazos. Yo me aferro a ella como si fuera un bote salvavidas.

Escucho un llanto incontrolable, pero no noto que sigo siendo yo la que solloza, hasta que Rosa me coloca en en uno de los sillones del salón de la casa.

-Tranquila niña Sofía.

Vuelve a abrazarme con cariño logrando calmarme un poco, pero aún mi cuerpo se encuentra aterroriza y eso impide que la abrace de vuelta.

¿Por qué está pasando todo esto?

-Mamá... ella.. ella.

Digo entre balbuceos.

-No pasa nada Sofi.

-Rosa...

La voz de papá se escucha desde la escalera. Rosa toma mi mano y me lleva hasta él, quien rápidamente me saca de la casa e introduce mi pequeño cuerpo en el auto, me coloca el cinturón de seguridad y comienza a conducir.

Limpio mis lágrimas con mis manos y miro el perfil de mi padre... luce abatido... así debo de verme yo también.

Papá gira su cabeza y me mira con lágrimas en sus ojos, tiene una expresión extraña, una que me provoca tanto miedo como la de mi madre.

-Lo siento mucho hija.

Dice con voz rota.

-¿Papá?...

Un fuerte estruendo llega a mis oídos. Mi corazón se acelera, mi respiración se vuelve infrecuente. Miro a todos lados y veo a mi padre con la cabeza puesta en una bolsa de aire, un hilo de sangre recorre su sien y se encuentra desmayado.

-Papá...

Grito lo más fuerte que puedo. Intento moverme pero estoy atrapada con el cinturón de seguridad.

El pánico se apodera de mí y vuelvo a sentir como mi tráquea se cierra evitando que el aire vuelva a entrar a mis pulmones. Veo diminutos puntos blancos en el cielo y luego todo se vuelve negro.

Comprometida con Adam [En corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora