Academia Dissander

Capítulo 10.

Sung Kyu fue incapaz de reaccionar ante lo que tenía frente a él, ante el llanto lleno de dolor de su hermano. Sung Jong se dejó caer de rodillas frente al pelaje ensangrentado.

—Tippy... Tippy...

Sung Kyu abrió la boca, pero al cabo volvió a cerrarla. No sabía que podía decir sobre el asunto. ¿Cómo podía consolar a su hermano? No podía. Tal vez el otro Sung Kyu... Y volvió a pensar en las palabras de Nam Woo Hyun. Él era Kim Sung Kyu ahora, aún si a veces se sentía como un suplantador. Como si él fuese alguien más, como si estuviese viviendo la vida de otra persona...

Sung Kyu dio un paso al frente, dudando aún, pero eso ni siquiera importó. No cuando alguien más ya se le había adelantado, levantando a Sung Jong para después estrecharlo entre sus brazos con fuerza.

—Calma —susurró Myung Soo al oído del menor, sin soltarle y sin mirar a nadie que no fuese este. Pero Sung Jong sólo incrementó su llanto, aferrándose al suéter del prefecto con fuerza.

—Llevatelo de aquí, L —habló la voz de Woo Hyun por detrás, sorprendiendo a Sung Kyu.

El rubio no venía solo, Ho Won y una chica que no había visto antes venían con él. Myung Soo obedeció de inmediato, llevándose al menor de los Kim con él. Sung Kyu se hizo a un lado, perplejo aún. Y en cierta forma odiándose por ello. De nueva cuenta él...

—Mi Joo —lo distrajo la voz de Woo Hyun —encargate de las chicas.

La joven que les acompañaba asintió y tomó con suavidad a las alumnas que aún lloraban por la escena. No quedó nadie más por ahí. Salvo Sung Kyu.

—Hoya, ¿puedes...?

—Por favor, no le tiren a la basura —dijo Sung Kyu, hablando de nuevo sin pensar—. No lo boten como si no valiera nada.

Los oscuros ojos de Woo Hyun se clavaron en él.

—Jamás haríamos tal cosa, Sung Kyu —el rubio soltó un suspiro—. Nos aseguraremos de que tenga un entierro decente. Lo mismo que hemos hecho con el resto.

—¿El resto? —Sung Kyu se acercó hasta él—. ¿Qué significa eso?

—Olvídalo. Será mejor que vayas donde tu hermano.

Pero Sung Kyu no pensaba dejarle huir. Y mucho menos después de lo de anoche.

—Exijo que me lo digas. Anoche tú...

—No es la primera mascota que han matado este ciclo escolar —respondió Ho Won, sin mirarle siquiera, pero con la voz un tanto rota. Como si el mismo estuviese conteniendo su llanto—. Sólo alguien sin corazón podría hacer esto.

—Hoya. Ya basta.

—Sí. Lo siento.

—No es la primera... ¿Quién lo ha hecho?

Woo Hyun frunció el ceño, pero apartó la mirada, dejando que sus ojos se desviasen hacia la valla que separaba el jardín del bosque. Y por primera vez Sung Kyu se preguntó porque no había algo más grande para hacer la división, como un muro por ejemplo. Si en el bosque había criaturas extrañas, ¿no era peligroso para los estudiantes...?

—Regresa adentro, Sung Kyu. Nosotros nos encargaremos.

—Tenemos que hablar, Woo Hyun.

—Lo sé.

Pero Sung Kyu se dio la vuelta y se marchó en busca de su hermano. ¿A dónde le habría llevado Myung Soo? Su primera opción fue la enfermería, aún si tendría que mirar de nuevo a ese niño raro. ¿Qué hacía un estudiante en la enfermería? ¿Se saltaba clases? Y, ¿era realmente un estudiante?