Capítulo 14.

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Los observó desde lejos. Sabía del romance idílico entre ambos. Bestia y cazador. No era objeto de su interés. Sabía como terminaban esas cosas. Su padre... recordaba la noche en que su madre se había transformado. Recordaba la sangre. Recordaba el llanto y el arrepentimiento. Recordaba a su hermana.

Definitivamente esas relaciones nunca prosperaban. No había un final feliz cuando los enemigos naturales se unían.

Observó de nuevo a Sung Kyu y Woo Hyun, se besaban, sentados en el río. El licántropo rodeando la cintura del cazador.

Ya había visto eso antes, ¿no?

Ese amor maldito.

Insano...

El asesino chasqueó la boca, haciendo a un lado el cadáver del conejo que había cazado segundos atrás.

Los animales pequeños del bosque y las mascotas de los estudiantes habían servido para controlar sus ansias, pero intuía que no tardarían en saltarle de nuevo como abejas furiosas.

Tendría que buscar una presa más grande.

Miró a Sung Kyu de nuevo, abrazado a la bestia.

Matarlo...

Esa era la idea, ¿no?

Sung Kyu sabía quién era.

Y ese chico... Se lo había dicho, estaba seguro. El Segundo. Lo había visto pululando en la Academia Dissander, mirándole con desconfianza, pero sin atreverse a actuar.

¿Cautela? ¿Miedo?

No haría nada contra Sung Kyu. Mientras no hablara. Y sabía que no lo haría. El Heredero del Gremio no recordaba nada. Su ignorancia era su salvación, pero si llegaba a recordar...

Se levantó del tronco, pateando al conejo.

Tenía que volver pronto a la Academia Dissander antes de que notaran su ausencia.

Pensó de nuevo en su hermana y en su madre, las dos le encubrían, cada una traicionando a su gente. Cada una exponiendo su pellejo por él.

¿Y él?

Le daba risa.

¿Era un asesino?

Ellas también.

Cazadores y bestias. Al final todos eran lo mismo. Asesinos a sangre fría. Bestias sin corazón.

Se dio la vuelta, notando a Woo Hyun y Sung Kyu saliendo del agua, tomados de la mano como una pareja de enamorados.

¿Qué haría el sucesor cuando Nam se mostrara tal cual? ¿Lo había hecho en el pasado? ¿Había visto a Nam entrar en fase? No lo sabía y no le importaba.

El asesino negó con la cabeza.

Relaciones entre cazadores y licántropos... no funcionaban. Al final la naturaleza siempre ganaría.

Su madre había devorado a su padre durante la luna llena y éste había sido incapaz de dañar a la mujer que amaba. A la bestia que amaba.

Definitivamente no mataría a Kim... Por el momento.

De todas formas ya se hallaba en peligro por si mismo.

El peligro llamado Nam Woo Hyun, quien le abrazaba con fuerza.

Nam Woo Hyun...

Él sabía que ese amor maldito terminaría en tragedia.

Sí, Sung Kyu tenía una sentencia de muerte. Y rodeaba su cintura justo en aquellos momentos.

Academia Dissander Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz